18 diciembre, 2024
Alrededor de 300 personas migrantes arribaron el martes 17 de diciembre a la ciudad de Chihuahua en tren desde la Ciudad de México, enfrentando una mínima de un grado bajo cero Una mujer venezolana relató las dificultades de su travesía y calificó a México como el mayor desafío en su recorrido
Texto y fotografías por Karla Quintana / Raichali
CHIHUAHUA. – “La selva quedó en pañales. Escalé montañas, crucé ríos y pasé por caimanes, pero para mí eso no fue nada. México, sí. Prácticamente México me marcó”, relató una mujer migrante profesionista venezolana en su paso por Chihuahua, donde se quedaron varados por varias horas con el temor de que les impidieran su trayecto hacia la frontera con Estados Unidos.
La migrante que viaja sobre el tren de Ferromex con un grupo de alrededor de 300 migrantes, comparó su paso por la selva del Darién -ubicado en los límites de los países de Colombia y Panamá-, con las dificultades vividas en México.
En entrevista con Raíchali y a un día del Día Internacional del Migrante instaurado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la mujer, que prefiere no identificarse, cuenta que lleva cinco meses viajando hacia el norte y describió su experiencia como “fuerte, terrible”.
Durante su trayecto, ha sido devuelta en cuatro ocasiones, pero afirmó con determinación: “No he querido quedarme en México. Mucha gente discrimina mucho”.
La profesionista de Venezuela contó que decidió emigrar porque el sueldo que percibía en su país era insuficiente: “Ese es el motivo de muchas personas, las cuales deciden emigrar, no llegar a molestar a nadie, ni atropellar a nadie”.
La mañana de este martes 17 de diciembre, el grupo de migrantes arribó a la ciudad de Chihuahua a bordo del tren proveniente de la Ciudad de México en su camino hacia la frontera con Estados Unidos. Se pronostica que próximamente llegarán cerca de 400 migrantes más, de acuerdo con personal de Ferromex.
El arribo ocurrió en condiciones climáticas extremas, con una temperatura mínima de un grado bajo cero, lo que incrementó la vulnerabilidad de las familias, entre ellas varias con niñas y niños pequeños.
A unos metros del lugar donde descendieron los migrantes, se observó la presencia de elementos de la Guardia Nacional. Los agentes mencionaron que su consigna es brindar apoyo al personal de seguridad física de Ferromex y al Instituto Nacional de Migración (INM). Asimismo, aseguraron que no realizan detenciones de migrantes y que se limitan a respaldar las acciones de las autoridades competentes.
En el lugar había agentes del INM, quienes realizaron recorridos en la zona, aunque esto generó inquietud entre los migrantes, quienes temen ser detenidos o deportados y solicitaron presencia de la prensa.
La mujer venezolana compartió que la vida para los migrantes en México es extremadamente difícil debido a la falta de apoyo institucional y las barreras legales: “El que no tenga ni siquiera el mínimo de ayuda se muere. Aquí en México, gracias a Dios, hay fundaciones que nos han tendido la mano”.
La mujer compartió que su mayor anhelo es reencontrarse con sus hijos, quienes migraron hace dos años a Estados Unidos, y trabajar para construir una fundación que apoye a otras personas migrantes: “En esta vida no se puede discriminar, se tiene que ayudar y tender la mano porque todo el mundo sabe la situación que está pasando en el país”.
Otro migrante, un hombre alto de tez trigueña, expresó con desesperación su preocupación por el tiempo de espera en el tren. Sentado a un lado de los vagones, observaba a sus compañeros migrantes, entre ellos varios niños, que permanecían arriba de los vagones del tren, muchos por temor a perder su lugar en el tren. “Que nos dejen ir. Aquí hay bastantes niños. Si de verdad nos quieren ayudar, no estamos robando ni les estamos quitando el tren. Déjenos pasar”, comentó
Por la tarde, las y los migrantes fueron obligados a descender del tren después de que “poncharon” el tren. Se vieron obligados a caminar hacia un campamento cercano ubicado en la calle Juan Pablo II, junto a las vías de Ferromex. Desde ahí, evalúan alternativas para continuar su trayecto hacia la frontera y exploran distintas formas para cumplir su sueño.
Este trabajo fue publicado originalmente en RAÍCHALI, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes ver la publicación original.
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