Mujeres reunidas en un foro multidisciplinario hicieron un corte de caja sobre el impacto del #MeTooMx y demandaron a las autoridades atender las denuncias y conducirlas con perspectiva de género.
Texto: María Fernanda Ruiz
Imagen: Ximena Natera
El #MeTooMX salió de las redes sociales para materializarse en un foro en donde un feministas, integrantes de la academia, la sociedad civil, las artes, el periodismo, personas expertas en derechos humanos y violencia de género dieron a las autoridades y dependencias gubernamentales hasta el 6 de mayo para que informen cómo cumplirán con sus obligaciones respecto a las denuncias de hostigamiento, acoso y violencia sexual.
Para el foro, no fueron reveladas las identidades de las administradoras de las cuentas de #MeToo, por seguridad, ya que algunas de ellas expresaron que tenían miedo por haber enfrentado amenazas y violencias. Y se reconoció la legitimidad de las denuncias hechas en redes sociales, su valor social y jurídico.
El Foro se realizó en la Comisión Nacional de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) con la presencia de abogadas, periodistas, artistas y activistas en representación de las cuentas de #MeTooPeriodistasMexicanos; #MeTooAcadémicosMx; #MeTooActivistasMexicanos; #MeTooArtesMX; #MeTooCreativosMexicanos; #MeTooEscritoresMexicanos; #MeTooITAM; #MeTooMúsicosMexicanos; #MeTooTeatroMexicano y #MeTooUNAM.
Ofrecieron una actualización: del 21 de marzo al 4 de abril se registraron 424 mil 867 tuits de 230 mil 578 usuarias; la primera cuenta creada fue el #MeTooEscritoresMexicanos después de la denuncia al escritor Herson Barona.
Días antes del #MeToo, en Instagram apareció la cuenta “Denuncias Escuelas Activas”, donde profesores del Colegio Madrid, Logos y el Instituto Luis Vives fueron denunciados. Sin embargo fue bloqueada de la red social.
“No somos las mismas de antes. #MeToo puso en evidencia que la violencia hacia las mujeres es estructural. Que la violencia sexual dejó de ser un tema que ocurre en lo privado y pasó a formar parte de la agenda pública,” dijo la presidenta de la CDHDF, Nashieli Ramírez.
El foro se dividió en dos mesas de diálogo. La primera fue sobre los marcos normativos y las leyes mexicanas para denunciar violencia de género; la segunda sobre los datos recabados desde las diferentes cuentas de #MeToo.
“Se decidió hacer de esta manera para decirle a todas las denunciantes: no están solas, hay formas legales de denunciar y queremos acompañarte”, explicó la abogada Andrea Medina.
Aimeé Vega, coordinadora del Programa de Investigación Feminista en la UNAM señaló que las denuncias de #Metoo son testimonio de que las instituciones han fallado en el acceso a las mujeres a la justicia.
“El #MeToo demostró que hay una gran cantidad de denuncias que deberían ser investigadas y visibilizó lo normalizada que está la violencia de género”, añadió.
Las mujeres en México hemos vivido la violencia en solitario, dijo la abogada feminista Patricia Olamendi, al inicio de su participación en la primera mesa donde explicó qué marcos jurídicos existen en México para denunciar acoso sexual.
Hace 30 años, recapituló Olamendi, se planteó un protocolo para identificar los delitos contra la libertad sexual, precedente de la tipificación del hostigamiento sexual como delito.
En ese entonces, cuenta Patricia, les decían que seguramente todas las mujeres despechadas irían a denunciar. “No hemos logrado modificar una sola frase del discurso machista desde hace 30 años y eso es insoportable”, cuenta Olamendi.
La abogada feminista destacó que el sistema de justicia en México está negado a dar sentencias a denuncias de acoso sexual.
En la primera mesa de diálogo se analizaron los marcos normativos que permiten denunciar violencia a partir de tres leyes: la ley general de víctimas, la ley general de niños y adolescentes y la ley general de igualdad entre mujeres y hombres.
En el foro se destacó el derecho a las denuncias confidenciales realizadas en el contexto del #MeToo.
“La ley nos respalda porque la ley reconoce que estamos en un contexto de discriminación y denunciar es un riesgo para nosotras, por eso se establecen elementos y garantías para que lo podamos hacer de manera segura desde la confidencialidad”, cuenta Andrea Medina.
El Foro finalizó con una declaratoria para exigir a las autoridades que el 6 de mayo deberán responder cómo garantizarán los derechos de las mujeres a una vida segura y cómo responderán a las miles de denuncias que se hicieron de marzo a abril.
Después del MeTooMX
Pie de Página entrevistó a varias mujeres que estuvieron cercanas a la ola de denuncias sobre qué sienten después del #MeToo, qué esperan y cómo cambió su vida.
Estefanía Camacho:
Que el #MeToo salga a las calles
Me gustaría que el movimiento se consolide como uno solo a partir de todos los metoo’s que surgieron. Para fortalecer a todas como un grupo y que nadie se vea vulnerable de nuevo. Es un poco como las hormigas, no ves una, ves a toda una población. Y que salga de Twitter. Es decir, que se hagan acciones, se planifiquen y hagan uso de estas herramientas sobre todo porque en Twitter todo muere muy rápido y aunque MeTooMX duró mucho tiempo, ésta no es la única forma de tener conversación.
En este tsunami de todo lo que ha acontecido lo que más he reflexionado es el cambio constante. Lo que yo pensaba hace dos años no lo pienso más, estamos desaprendiendo de las costumbres que nos enseñaron. Por mucho tiempo hemos estado a la defensiva y entiendo por qué pero no creo que sea la estrategia que debamos tomar ahora. Tiene que ser la paciencia para que más gente entienda por qué no es normal el acoso.
¿Cómo cambió tu vida?
Ya no acepto violencias, ya no me quedo callada. Conocí a más mujeres con las que comparto mi forma de pensar y ahora mi integridad, mi seguridad y el amor que me tengo son mi prioridad. Me gustaría que todos pudiéramos entender eso, los reclutadores, los patrones, los empresarios, que todos entiendan que en es primero la seguridad.
Itxaro Arteta:
Que las autoridades respondan
Yo creo que nos podemos seguir organizando. Veo a chavas muy comprometidas con el movimiento y la verdad espero eso, que se puedan hacer acciones para que las empresas no se hagan tontas con las denuncias y que todas las instituciones de mujeres que tenemos hagan algo porque ahorita están todas calladas.
El Foro de #MeToo me pareció muy bueno, sobre todo la primera parte. Cuando surgió el hashtag, Twitter se llenó de comentarios legales, ¡como si todos fueran abogados!, y todos sabían que era la presunción de inocencia… en el foro vimos que hay normas legales que protegen la confidencialidad de la víctima que denuncia y que se incumplió la ley de protección de las mujeres por una vida libre de violencia.
Las autoridades han permanecido calladas cuando legalmente están obligadas a hacer algo.
¿Cómo cambió tu vida?
Ya nos cambió un poco a todos. Nos dimos cuenta que veíamos normal muchas violencias pero descubrimos que si no te afecta a ti puede afectar a la que viene después de ti, que hay cosas que empezaron como algo mínimo pero terminan siendo muy graves.
Lo más catártico fue descubrirme con muchas mujeres contando las mismas historias. Eso fue un shock muy fuerte. Yo creía que me había pasado algo horrible pero que no era común. No puede ser que nos haya pasado a todas algo.
El #MeTooMX nos dio valor para decir esto no está bien, ahora nos sentimos más valientes para decirle a los hombres: esto no me gusta y no está bien. Platiqué con amigos que me dijeron “me siento mal, me di cuenta de cosas que he hecho, he estado pensando mucho en el tema”. Al menos en mi círculo más cercano hablamos del tema durante dos semanas.
Pamela Alvarado:
Esto apenas está empezando
El Foro de #MeToo fue como sentarnos a marcar las pautas reales de qué se va a hacer con este espacio de denuncia y cobijo. Sé que no hay muchas instituciones que nos ayuden a protegernos pero creo que las mujeres que están organizando esto son inteligentes y nos van a llevar a crecer más. Hace falta entender que no son solo las administradoras, que somos muchas las que ya no vamos a dejar que nos violenten, que somos una red fuerte y nos vamos a proteger.
Me dio tristeza saber que algunas cuentas fueron cerradas y administradoras se retiraron por el cúmulo de violencias enfocadas hacia ellas; terminaron agotadas. Y es que todo movimiento social siempre ha presentado contrapartes, mientras más fuerza, más agresiva es la contraparte, pero creo que ahorita estamos llegando a un momento importante del #MeToo, al principio tuvo errores pero ya se fortalecieron.
¿Cómo cambió tu vida?
Tuve dos semanas emocionalmente complejas. Primero porque mi hermana denunció a su acosador, vi todas las emociones que la llenaron. Mi vida cambió porque el #MeToo permitió que mi hermana denunciara a su acosador y segundo porque yo también pude contar la agresión que viví. Mi hermana contó también mi agresión en su denuncia, fue como un ¡boom! Yo se lo conté un día antes de que ella sacara ese comunicado y fue muy fuerte para mí porque al día siguiente ya todo el mundo lo sabía.
Después de salir del foro de #MeToo y saber cuántas mujeres habían denunciado, de ver a estas mujeres sentadas con esa fuerza y conocimientos me impactó. Le conté a Priscila cómo me sentía respecto a eso, a mi agresión, a contarlo y ella me dijo, no te preocupes: El #MeToo va a seguir, el movimiento no se va a acabar, esto apenas está empezando. No te presiones porque todas procesamos a nuestros tiempos para poder denunciar a los que abusaron de nosotras.
Yasmín Mariche
Mejores condiciones para próximas generaciones
La valentía de las mujeres, el trabajo que se hizo en redes sociales, se reforzó con el trabajo de otras mujeres en distintas áreas fuera de lo virtual. Otras generaciones de feministas están viendo el movimiento del #MeToo como una oportunidad para visibilizar temas de gran relevancia en el marco laboral, legal, educativo en instancias tanto públicas como privadas. Y creo que poco a poco se van a ir entrelazando los trabajos de diferentes generaciones de feministas.
Lo importante al final del día es que mujeres que crean o no crean en el movimiento van a poder disfrutar de las ventajas de poder contar con mejores condiciones en cualquier entorno en el que se desempeñen.
Sigue caminar a la justicia, que las mujeres que denunciaron sepan que sus casos no seguirán impunes.
¿Cómo cambió tu vida?
Cambió mi forma de pensar. Antes creía que no pasaba nada, que todo estaba bien. Ver tantos casos, conocer a tantas mujeres con casos de abuso sí me ha dejado mucho que pensar. No sólo por ellas que claramente necesitan justicia también porque es importante hacer algo para que no sea una cuestión de unos cuantos días sin que ellos dejen de repetir los acosos. Que sea un cambio de cultura.
Me resultó muy emotivo, conmovedor y revitalizador el poder escuchar a personas dedican su trabajo y esfuerzo a poder generar mejores condiciones para otras generaciones de mujeres, que siguen trabajando para que ninguna vuelva a pasar por situaciones que las denigren o la avergüencen.
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