29 noviembre, 2023
La herida en el norte del país es profunda, pues ahí el Estado mexicano también impulsó una campaña de exterminio en contra de la disidencia política y la población en general. Estas son las voces de las víctimas, familiares y sobrevivientes de la Guerra Sucia en el diálogo de escucha de Monterrey, Nuevo León
Por Kau Sirenio @kausirenio
El 24 de noviembre se reunieron en Monterrey familiares de víctimas y sobrevivientes de la guerra sucia cometida en contra de la población civil por el Estado mexicano entre 1965 a 1990.
Este fue el último diálogo de escucha de 2023 que organizó el Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico que acompaña la comisionada y comisionados: Eugenia Allier Montaño, Abel Barrera Hernández, Carlos A. Pérez Ricart y David Fernández Dávalos.
Durante el dialogo con los sobrevivientes, ellos colgaron carteles y mantas que son parte de la memoria y resiliencia de las distintas luchas sociales que se desarrollaron en el norte del país. Muchas de ellas cargan un sentimiento de dolor, por la persecución política en contra de los universitarios, sindicalistas, obreros, campesinos y colonos.
Los testimonios que compartieron los testigos y familiares de violaciones graves a los derechos humanos en la región, sirvieron para refrescar en la memoria colectiva que las columnas vertebrales de las instituciones democráticas fueron construidas a sangre y fuego.
Las violencias en contra de los jóvenes que demandaban dialogo y acceso a la verdad y justicia sobre los hechos que enlutaron el país, fueron acalladas con hostigamientos, cárceles clandestinas, desapariciones forzadas y asesinatos políticos.
De ahí la necesidad de escuchar los relatos de testigos como Genoveva Sánchez, Raymundo Hernández, Francisco Gabriel Salazar y Agustín Acosta, quienes narraron en primera persona sus experiencias de represión y detenciones arbitrarias en lugares como el penal de Topo Chico.
También, del paso del tiempo, y una época contradictoria de crecimiento urbano explosivo y acelerado, visible en el aumento de la pobreza y la exclusión entre la población en diversas zonas de la región.
No podía falta en la memoria de la lucha obrera. Para eso, las voces de Evaristo Hernández y Roberto Benavidez González hablaron de una larga trayectoria de resiliencia y trabajo en el Movimiento Sindical Ferrocarrilero y el Movimiento Espartaquista Revolucionario durante las décadas de los 70 y 80.
Desde luego, los testimonios de María de la Paz Quintanilla Vargas y Juan Aguado Franco iluminaron a la Comisión d la Verdad con sus palabras. Ellos hablaron e lo que el estado quiso aniquilar: del Grupo Los Procesos, el Movimiento Estudiantil Profesional y la Liga Comunista 23 de septiembre en los 70.
Ambos, María y Juan, formaron parte del Movimiento por la paz y la justicia en Chiapas en la década de los 90. Ahora participan en el Proyecto de Reflexión Raúl Ramos Zavala.
La historia de la Liga 23 de septiembre retumbó cuando Ofelia Montes Meza, Francisco Xavier López Loza y Héctor Escamilla narraron su activismo en la organización durante los años 60, 70 y 80. Su palabra, recordó las luchas que originaron la guerrilla del profesor Arturo Gámiz en Chihuahua, el movimiento estudiantil de la Universidad de Guadalajara y el Frente Estudiantil Revolucionario; y las Juventudes Comunistas.
La búsqueda de justicia se tejió con los testimonios de Ramiro López, Mario López Herrera y Ana María Salas Ramos. Los tres son familiares de personas desaparecidas durante la Guerra Sucia, y mientras esperan el regreso de sus familiares, cuentan la historia, junto a otros testimonios anónimos, de cómo la Operación Cóndor, supuestamente encaminada a erradicar a los grupos del narcotráfico, en realidad fue un pretexto para la contrainsurgencia que dejó mucho dolor en varias comunidades campesinas del norte.
Así las cosas, el Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico avanza en la reconstrucción de la narrativa que los militares, corporaciones policiacas y la Dirección Federal de Seguridad intentaron ocultar por muchos años. Y casi lo logran, aunque la verdad siempre sale a flote.
Ahora le corresponde a la sociedad civil demandar a la Secretaría de la Defensa Nacional y a la Secretaría de Marina que entreguen los archivos que aún guardan en sus escondites para que nadie sepa las atrocidades que cometieron en contra de la población civil.
Son muchos los daños que se cometieron en contra de la disidencia que se oponían al régimen del Partido Revolucionario Institucional, solapados por el Partido Acción Nacional, y aprobado por el Partido de la Revolución Democrática. Por eso, la única justicia que le podemos hacer a las víctimas de la guerra sucia es: no olvidar, y no perdonar.
“Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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