Malta, una película de Natalia Santa, es una reflexión profunda sobre las complejidades de las relaciones familiares y el impacto de los roles de género en el desarrollo personal a través de la historia de Mariana, una joven que está en un proceso de autoconocimiento dentro del contexto de ser mujer en la clase media latinoamericana
Texto: Andi Sarmiento
Foto: Tomada del trailer oficial
CIUDAD DE MÉXICO. – Dirigida por la colombiana Natalia Santa, Malta narra la vida cotidiana de Mariana, una joven que está en un proceso de autoconocimiento dentro del contexto de ser mujer en la clase media latinoamericana. Entre el trabajo, las fiestas, el romance, los pleitos familiares, los abusos y las risas, Mariana busca su lugar en un mundo en el que se siente perdida, mientras comienza a dar sus primeros pasos hacia la adultez. En medio de esta incertidumbre, se enfrenta a la necesidad de cuestionar las relaciones que la rodean y a sí misma.
Para entender el mensaje de la película, es importante analizar las actitudes hacia los roles de género que nuestra sociedad ha establecido, y cómo estos influyen en la forma en que formamos nuestros vínculos.
Mariana trabaja en un call center mientras estudia francés. Vive con su madre, con quien mantiene una relación complicada, junto a su abuelo, su hermana y su sobrino. Rigo, su hermano, desapareció cuando su novia quedó embarazada. En su tiempo libre, le gusta explorar otras ciudades en internet, soñando con escapar de la tensa dinámica familiar en la que se siente ajena.
Uno de los puntos más relevantes de la película es la misoginia interiorizada en los sistemas familiares, que afecta tanto la relación entre madre e hija como las conductas de los hombres a su alrededor. Esta misoginia influye en los roles de género establecidos en la crianza y en los juicios que se hacen sobre lo que significa ser un «buen padre» o «buena madre», parámetros que varían según el género.
Mariana ha crecido con la ausencia emocional de un padre, una carencia que su madre ha intentado suplir, pero que se ve reforzada cuando su hermano Rigo repite el mismo patrón de desinterés. La película revela cómo los varones cisgénero a menudo se sienten exentos de sus responsabilidades familiares debido a factores biológicos y sociales. Desde el embarazo, los hombres permanecen como «externos» al proceso de gestación y cuidado del bebé, a diferencia de las mujeres gestantes, que cargan con el embarazo y sus implicaciones durante meses.
Además, la sociedad parece permitir que los hombres se desvinculen de la paternidad, celebrando cualquier esfuerzo mínimo por parte de ellos, mientras que a las madres se les critica cada detalle de su comportamiento. Este doble estándar se refleja en cómo, mientras las madres son juzgadas por sus errores día tras día, a los hombres se les excusa incluso por su ausencia, como si su mera presencia pudiera «salvar» la situación. Esto crea una dinámica desigual en la que las mujeres se ven sobrecargadas, tanto emocional como laboralmente, mientras que los hombres reciben reconocimiento por un esfuerzo mínimo.
El análisis de Malta también destaca la desconexión emocional que suele existir entre madres e hijas debido a las cargas sociales y familiares. Para que Mariana pueda sanar las heridas familiares y aliviar la tensión en su hogar, es necesario que empiece a comprender a su madre. De igual manera, la madre debe tratar de empatizar con su hija. Ambas se encuentran atrapadas en un ciclo de resentimiento, descargando sus frustraciones la una sobre la otra. La clave para mejorar su relación radica en que ambas trabajen en su propio desarrollo personal.
Mariana necesita comprender que su madre está atravesando por un proceso complejo y tiene todo el derecho de sentirse mal. Sin caer en el estereotipo de la madre «pobre e indefensa», que debe ser objeto de lástima, es fundamental que Mariana vea a su madre como una persona real, con sus aciertos y errores, y que valore el esfuerzo que realiza dentro de un sistema que penaliza con mayor dureza las decisiones de las mujeres. A través de esta comprensión, Mariana puede comenzar a sanar y a construir una relación más empática.
Por su parte, la madre debe aprender a interactuar con su hija, reconociendo en qué etapa de la vida se encuentra y siendo más sensible a sus emociones y personalidad. La reconstrucción de su relación dependerá de su capacidad para escucharse, comunicarse y apoyarse mutuamente. A pesar de los roces, ambas deben aprender a verse como pilares de apoyo, sabiendo que sus diferencias no deben nublar la fuerza que pueden brindarse la una a la otra.
Malta es una reflexión profunda sobre las complejidades de las relaciones familiares y el impacto de los roles de género en el desarrollo personal. Disponible en la Cineteca Nacional, la película invita a la reflexión sobre cómo, a través de la empatía y el entendimiento mutuo, podemos mejorar nuestras interacciones y sanar las heridas que nos impiden avanzar.
Me gusta escribir lo que pienso y siempre busco formas de cambiar el mundo; siempre analizo y observo mi entorno y no puedo estar en un lugar por mucho tiempo
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona