A lo largo de la película se muestran breves fragmentos de sus diarios, que me contagian las ganas de leerlos. Apunto uno de estos fragmentos: “Escribir, por supuesto, es un sustituto de la vida que no puedo vivir, que estoy imposibilitada a vivir”

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La película Loving Highsmith, dirigida por la cineasta suiza Eva Vitija, es un documental biográfico de la escritora estadounidense Patricia Highsmith, recientemente estrenado. Recomiendo verla, tanto para quienes la han leído como para quien ha visto las películas basadas en sus novelas, pero también para quien no conoce nada de la escritora.

Highsmith, como se muestra en el documental, fue una escritora lesbiana. Posiblemente en torno a su orientación sexual gira casi toda la película, pues en su obra se puede apreciar esta inclinación sexual hacia las mujeres en más de una ocasión.

Una de sus novelas más emblemáticas es The Price of Salt (1952), la cual fue inicialmente publicada no con su nombre sino bajo un seudónimo, Claire Morgan —en esos tiempos era impensable publicar un libro sobre homosexualidad o lesbianismo, por eso se recurría al seudonimato—, y décadas después la publicaría ya como Patricia Highsmith. Esta novela tiene una película titulada Carol (2016) —muy bien lograda, protagonizada por Cate Blanchett y Rooney Mara— que retrata los embates atravesados por una pareja lésbica de amantes, una joven y una mujer adulta, casada y elegante, en la década de los cincuenta en Nueva York, en donde llegó a radicar la escritora originaria de Texas. Hoy en día su novela se encuentra en librerías como Carol.

En el documental se entrevista a quien fue una de sus parejas, quien funge como vívido testimonio de la relación que sostuvo con Patricia Highsmith, pero también habla sobre su escritura, su proceso creativo y sus hábitos cotidianos —como el jugo de naranja que bebía todas las mañanas cargado de alcohol—, al igual que cuenta la brecha amorosa tan fuerte de Highsmith hacia su madre, una madre rígida, limitante, castrante, que frecuentemente reprendía y hostigaba a su hija por su comportamiento varonil; hoy se le llama lesbofobia.

A lo largo de la película se muestran breves fragmentos de sus diarios, que me contagian las ganas de leerlos. Apunto uno de estos fragmentos: “Escribir, por supuesto, es un sustituto de la vida que no puedo vivir, que estoy imposibilitada a vivir”.

Me hubiera gustado que se hablara no sólo de sus novelas Carol y la saga de Ripley, sino que se ahondara en sus cuentos, muchos envueltos de misterio y horror. Sus cuentos, sin embargo, no tuvieron la fama de sus novelas.

Sobre Ripley se muestra un paralelismo entre el personaje y su autora, es su alter ego, que me hace pensar en la androginia de Patricia Highsmith, siendo Ripley a menudo un protagonista homosexual y también afeminado; un asesino atractivo y peculiar.

Algunos datos curiosos que aparecieron en el documental, son que mantuvo un affair con la fundadora de la aerolínea American Airlines; que solía asistir a fiestas concurridas por celebridades como David Bowie, fiestas en donde pululaban personalidades queer, incluyendo a mujeres travestidas, quienes majestuosamente performaban roles masculinos hegemónicos mientras portaban trajes y sombreros, o tal vez bigotes pintados con delineador.

Hay fotografías, videos y fragmentos de entrevistas hechas a la escritora, volviéndose no sólo un registro visual de Highsmith, sino también una fuente rica en datos biográficos y escriturales.

Continúa su proyección en la Cineteca Nacional.

En español, toda la obra de Patricia Highsmith, o gran parte de ella, se encuentra publicada en el sello Anagrama.

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