Los primeros efectos de plan migratorio en Chiapas

16 junio, 2019

En la frontera sur de México ya se notan los impactos del plan para contener el flujo migratorio: la presencia de militares con brazaletes de la Guardia Nacional, estaciones de migrantes saturadas y rutas más peligrosas para evitar operativos en los que participan hasta autoridades municipales

Texto y fotos: Ángeles Mariscal

CHIAPAS.- Con el inicio del plan para contener el flujo de personas en el sureste mexicano las estaciones migratorias se encuentran rebasadas en su capacidad, hasta en 400 por ciento.

Ante la presencia de militares que portan un brazalete que los distingue como integrantes de la Guardia Nacional, los migrantes han modificado sus rutas por caminos más riesgosos, con la intención de librar operativos a los que se han sumado ya autoridades municipales, como la del ayuntamiento de Berriozábal.

Mientras que la Comisión Nacional de Derechos Humanos enfatiza en la necesidad de que los elementos militares estén capacitados y sensibilizados para evitar excesos en el uso de la fuerza.

Estaciones migratorias saturadas

La contención de la migración en la frontera sur está teniendo un alto costo en la atención e infraestructura destinada a las personas migrantes. Las estaciones y estancias migratorias están a punto de colapsar, advirtió la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Personal que trabaja en la estación migratoria de Tapachula, conocida como “Cupapé”, denunció que los migrantes están viviendo en condiciones de hacinamiento, sin sanidad adecuada ni acceso suficientes a servicios de salud.

El lugar tiene capacidad para albergar a 80 personas, pero actualmente hay en su interior 400 migrantes, una tercera parte niños y menores de edad. Sin suficientes dormitorios, gran parte de ellos tienen que dormir sobre cartones y a la intemperie, no hay sombra suficiente para cubrirse del sol durante el día, ni de la lluvia.

La denuncia que hicieron acompañar por imágenes que la comprueban, indica también que la alimentación es insuficiente, y en su interior hay cuartos donde tienen encerrados a migrantes que han intentado fugarse, unos 130 cubanos, quienes según la denuncia tienen más de 30 días sin permitirles salir.

En las instalaciones de Feria Mesomericana, unos mil 600 migrantes de Haití, África y Asia viven en condiciones semejantes.

El único espacio que tienen es una pequeña colchoneta que colocan junto a la otras, porque sólo hay cinco galeras de techo de lámina sin paredes para albergarlos. Por ello, niños y niñas recién nacidos tienen que dormir o descansar junto a adultos que no son de su familia.

El quinto visitador de la CNDH, Édgar Corzo Sosa, confirmó la condiciones en las que están viviendo los migrantes al interior de estos lugares, algunos ya por varios meses.

Luego de recorrer estaciones migratorias y puestos de control, Corzo explicó que a lo anterior se suma la falta de personal e infraestructura para darle trámite a las solicitudes de refugio o regulación de la estancia migratoria. Hay migrantes que llevan más de un mes en el intento de que se reciba su solicitud de refugio.

Si ahora no hay infraestructura, personal y capacidad para atender o recibir más personas, la situación se podría tornar caótica cuando se endurezca más la contención de migrantes a raíz de las acciones que establezca la Guardia Nacional, advirtió el funcionario.

“Los flujos migratorios siguen creciendo. Las estaciones migratorias no están para dar una respuesta de mayor capacidad porque ya han sido superadas, no se trata sólo de detener por detener, tiene que haber una planeación adecuada”, explicó.

De acuerdo con las estadísticas de la Secretaría de Gobernación, en enero se detuvo a 8 mil 542 migrantes; y para abril la cantidad aumentó a 53 mil 544. La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, dijo esta semana que para mayo la suma total era de 140 mil migrantes detenidos. Si bien aproximadamente el el 85 por ciento son deportados a sus países de origen en periodos breves, el resto permanecen en las estancias o estaciones migratorias, en las condiciones que ya se describieron.

Autoridades municipales se suman

El viernes pasado, el municipio de Berriozábal informó que aseguró a 99 migrantes originarios de El Salvador y Guatemala, que cruzaban por esta localidad ubicada a 15 kilómetros de la capital del estado.

De acuerdo con ayuntamiento, en la madrugada, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal “rescataron a 99 migrantes que eran transportados a bordo de dos vehículos”.

Autoridades municipales refieren que el gobierno federal les solicitó apoyo en los operativos de contención de migrantes, pese a que la ley sólo faculta a agentes del INM y recientemente a integrantes de la Guardia Nacional a verificar el estatus migratorio de las personas que atraviesan México.

En ayuntamiento de Berriozábal, ubicado en la ruta migrante de la zona centro de Chiapas, informó que el operativo de “rescate” de migrantes se realizó “con estricto respeto a los derechos humanos de nuestros hermanos centroamericanos (…) y se les brindó la atención de manera solidaria y responsable, tal como lo instruyó el Presidente de México, el Lic. Andrés Manuel López Obrador, y el Gobernador de Chiapas, el Dr. Rutilio Escandón Cadenas”.

Añade que fueron puestos a disposición del Ministerio Público de la Fiscalía General de la República (FGR) las cuatro personas que trasladaban a los migrantes, quienes enfrentarán la justicia por el delito de trata de personas, que es del fuero federal.

Los migrantes fueron llevados a la estación migratoria de Tuxtla Gutiérrez, que tiene un sobrecupo de 400 por ciento.

Sedena patrulla la sierra de Chiapas

Elementos del 101 Batallón de Infantería de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) destacamentados en la sierra de Chiapas se colocaron un brazalete negro con las siglas GN (Guardia Nacional) e iniciaron patrullajes en los municipios Frontera Comalapa y otros de la sierra de Chiapas, que conforman una de las rutas de migrantes y traficantes de mercancía ilegal.

Ésta fue la primera acción realizada con el distintivo de Guardia Nacional, luego del anuncio de llegada de los 6 mil integrantes de esta institución a la frontera sur. Los militares ya realizaban patrullajes como parte de las Bases de Operaciones Mixtas, donde también participan policías estatales y federales.

En su primer día de recorrido en el nuevo contexto, patrullaron particularmente el municipio Frontera Comalapa, lugar donde se concentran grupos de migrantes que son trasladados por traficantes de personas, quienes en transportes públicos y privados los llevan a carreteras que los introducen al centro del país.

De acuerdo con habitantes de la zona, durante semanas recientes se multiplicó el número de migrantes que utilizan esta vía, luego que se endureció la ruta que parte del río Suchiate y corre por la costa de Chiapas, con la integración de elementos de la Policía Militar y la Marina en los retenes.

En su comparencia ante el Senado, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dijo que la Sedena ya participaba “a solicitud y en apoyo al Instituto Nacional de Migración”.

Detalló que la Guardia Nacional la forman mil 600 efectivos de la Policía Federal, policías militares que fueron designados por la Sedena y “nuevos reclutas que apenas están empezando”.

Añadió que en el sur del país la Guardia Nacional tienen que cubrir mas de 260 puntos “en apoyo a la autoridad migratoria”.

Migrantes toman rutas más peligrosas

El anunció del despliegue los 6 mil elementos de la Guardia Nacional hizo que disminuyera el tránsito de migrantes en las rutas donde son visibles cotidianamente, lo que los lleva a rutas más peligrosas, alertó CNDH.

El tránsito disminuyó en el río Suchiate, frontera entre México y Guatemala, por el cruzan diariamente decenas de migrantes a través de balsas. Ahí ahora sólo se ve por el río el paso de personas que cruzan para comerciar.

En la ruta de la costa, que es la utilizan los migrantes más vulnerables y pobres, que avanzan a pie o tomando transportes por tramos, se mantienen los retenes y puestos de control sobre caminos y carreteras, a los que se integraron desde el 20 de mayo pasado elementos de la Policía Militar y la Marina.

Antes de esa fecha, en estos puestos de control únicamente había agentes del INM y en casos específicos policías federales.

El flujo de migrantes, sin embargo, se mantiene por rutas de extravío ubicadas que hay a lo largo de los 960 kilómetros de frontera entre ambos países, utilizadas por quienes logran pagar a los traficantes de personas hasta 10 mil dólares, y donde el riesgo es que sean víctimas de la delincuencia organizada.

El quinto visitador de la CNDH, Édgar Corzo Sosa advirtió mayores riesgos: “podría llevar a que migrantes tomen otras rutas, y los coloque en mayor vulnerabilidad a asaltos y delincuencia organizada”.

“No se trata solamente de parar por parar la migración. Tiene que haber una respuesta con elementos de capacitación, de seguridad, de definir las facultades que van a tener (los elementos de la Guardia Nacional), y sobre todo la coordinación con los diversos gobiernos y los albergues”, dijo.

Los integrantes de la Guardia Nacional, dijo el funcionario, tienen que tener la capacitación y la sensibilidad, para evitar excesos en las detenciones.

Añadió que también se tiene que dar una respuesta integral que atienda el origen de la migración. “Hacen falta medidas regionales en diversos países, para que se solucione y traten de detener una oportunidad desde sus mismos lugares de origen. No se trata de números o problemas, se trata de personas con problemáticas y realidades diversas y complejas”, subrayó.

Periodista independiente, fundadora del portal Chiapas Paralelo[www.chiapasparalelo.com] y colaboradora de CNN México y El Financiero. Tener en nuestro lugar de origen las condiciones para forjarnos una vida digna es un derecho, y migrar cuando esto no sucede, también lo es. Desde esta perspectiva cubro el tema migratorio.

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