Los “placeres y cantares” de Moctezuma

5 agosto, 2022

Fueron muchos los que atestiguaron los deleites que se servían en la mesa del tlatoani mexica, hasta hoy hay al menos dos personajes que dieron noticias sobre las delicias y rarezas servidas en la mesa del emperador: Hernán Cortes y Bernal Díaz del Castillo. Aquí un recuento de aquellos festines

@ignaciodealba

En cuanto llegaron los europeos a América la comida se presentó como una de las grandes novedades y, también, como un desafío. Las variedades de carnes, frutas, granos e insectos provocaron que en España se tuviera noticia de los hábitos culinarios de la población americana.

Pero una escena impresionaría particularmente a los conquistadores, el banquete servido al emperador Moctezuma. El rey de España tuvo conocimiento de los hábitos de sus contraparte mexica. En las Cartas de Relación a Carlos V, escrito por Hernán Cortés y en la Crónica de la Conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo podemos rescatar los detalles.

Apenas amanecía y en la casa de Moctezuma había 600 personas de la corte y el servicio del emperador. La gente recorría las salas y corredores, pero nadie se atrevía a entrar ni molestar en la sala que se encontraba el dirigente mexica. Toda la corte y los sirvientes eran alimentados en el lugar. Hernán Cortés relata: “había cotidianamente la despensa e botillería abierta para todos aquellos que quisiesen comer e beber”.

Moctezuma comía en una sala especial a la cual se disponía una especie de biombo de oro para comer apartado y en un sitio en extremo limpio. Con el frío se prendían cortezas de árboles para mantener el lugar cálido y perfumado.

El emperador se sentaba en una almohada de cuero, al tiempo que se hacía acompañar de cinco o seis sabios, con los cuales compartía los alimentos. Gracias a un aguamanil Moctezuma se lavaba las manos durante la comida, ayudado de cuatro mujeres “muy hermosas”, refiere Bernal Díaz.

El emperador comía siempre en una vajilla nueva, la cual era traída de Cholula. Puebla tuvo desde entonces fama por la belleza y calidad de sus cerámicas policromas.

Bernal Díaz del Castillo y Hernán Cortés aseguran que el emperador elegía la comida entre 300 platillos que se preparaban en la casa. Moctezuma salía con sus señores principales y mayordomos para que le recomendaran los mejores guisados que había para comer.  Los conquistadores relatan que debajo de cada plato había un bracero para mantener los guisos calientes.

La variedad de platillos era enorme, Bernal Díaz del Castillo lo detalla así: “cotidianamente le guisaban gallinas, gallos de papada, faisanes, perdices de la tierra, codornices, patos mansos e bravos, venado, puerco de la tierra, pajaritos de caña, e palomas y liebres y conejos y muchas maneras de aves e cosas que se crían en estas tierras, que son tantas que no las acabaré de nombrar tan presto”.

Dentro de su crónica Bernal Díaz del Castillo explica que dentro de los platillos del emperador se encontraban guisos hechos con carne de “muchachos de poca edad”. Aunque se refiere que el propio Cortés le pide a Moctezuma que deje de consumir ese exótico y pecaminoso manjar. Hay historiadores que dudan si realmente la antropofagia formaba parte importante de la dieta mexica, como lo relatan los conquistadores.

Moctezuma también comía una gran variedad de frutas “tantas como había en la tierra, más no comía sino muy poca”, resume Bernal Díaz. Se tomaban bebidas de cacao, las jarras de chocolate espumoso se contaban por decenas, un elixir desde entonces.  

En ocasiones el emperador gustaba de la compañía de bufones, enanos y concorvados que hacían gracias y piruetas. Bernal Díaz del Castillo relata que en ocasiones había músicos y bailarines “porque el Montezuma era aficionado a placeres y cantares”.

Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).