“Los muertos se los cargamos a la Comisión Federal de Electricidad, porque consume ese carbón”: familias de mineros

19 febrero, 2023

A 17 años del derrumbe en la mina de Pasta de Conchos y a seis meses de la de El Pinabete, persisten las peligrosas condiciones de trabajo en las minas de carbón en Coahuila, donde han muerto 22 mineros en cuatro años. Trabajadores acudieron a la Organización Internacional del Trabajo, que ya aceptó una queja

Texto y fotos: Arturo Contreras Camero

CIUDAD DE MÉXICO.- Las malas condiciones condiciones de trabajo en las minas carboníferas del norte del país han provocado que, solo en lo que va de este sexenio, 22 mineros hayan muerto al interior de una mina en Coahuila.

Trabajadores mineros y la organización Familia Pasta de Conchos llevaron a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) -con sede en Ginebra, Suiza- una queja por la falta de seguridad social y seguridad y salud de los trabajadores. La queja fue aceptada en julio del 2022, según informó la agencia al director general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Minero Metalúrgica.

En las próximas semanas, la OIT establecerá una mesa de diálogo los trabajadores y el gobierno mexicano -a través de la Secretaría de Trabajo y la Comisión Federal de Electricidad- para revisar las acciones que garanticen que las empresas mineras mejoren las condiciones de seguridad.

“El reclamo al gobierno es que, en los pocitos de donde la CFE extrae carbón, haya medidas para saber si se están respetando las medidas de higiene y seguridad”, explica Manuel Fuentes, abogado laboral que acompaña el caso.

Luego pone un ejemplo: “El 9 de julio de 2020 Manuel Robledo falleció en una de estas minas. Para noviembre de 2022 se ordenó el cierre de la mina; sin embargo, siete meses después, en el mismo lugar encontraron a ocho trabajadores muertos, lo que quiere decir que siguió operando”.

Aunque aún no se tiene fecha fija para esta reunión, la OIT ya solicitó al Gobierno mexicano una respuesta.

22 cruces en la CFE

Este domingo 19 de febrero familiares y organizaciones civiles que les acompañan realizaron un acto de memoria en el monumento a los mineros fallecidos hace 17 años en el incidente de la mina Pasta de Conchos. Después de una misa oficiada por el obispo Raúl Vera, familiares introdujeron 10 cascos más a una jaula llena de carbón que desde hace años guarda la memoria de las víctimas de Pasta de Conchos. Estos 10 casos representan a las personas fallecidas en el derrumbe de El Pinabete en agosto de 2022.

Después del acto religioso, los familiares caminaron a las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad, donde colocaron 22 cruces con los nombres de los mineros que han muerto por las peligrosas condiciones laborales en los pocitos de extracción de carbón de esa región.

Desde ahí, Elvira Martínez Espinosa, viuda de Jorge Vladimir Muñoz minero atrapado en Pasta de Conchos, explicó que en Coahuila ya no hay grandes minas de carbón, sino que su extracción se hace mediante tiros verticales llamados pocitos con una seguridad muy precaria. Estos pocitos no tienen ninguna una supervisión estatal, lo que ha dado lugar a varias muertes.

“Es a la Secretaría del Trabajo a la que le compete hacer este tipo de verificaciones, pero en vez de aumentar recursos y poner más inspectores, los han disminuido”, dijo la viuda del minero.

Martínez Espinosa explicó que el hecho de que la CFE decidiera que iba a comprar carbón a pequeños productores y no a grandes empresas,disparó la operación en más pozos y más gente trabajando, pero en condiciones muy precarias y peligrosas.

“Yo sé que a Comisión Federal no le toca supervisar nada de esto, pero si se valora la vida de quienes extraen carbón para generar energía eléctrica y si se quieren prevenir estas muertes, podrían estar trabajando mejor en conjunto», insistió la viuda.

“Los muertos se los cargamos a CFE, porque ellos consumen ese carbón, que es un carbón rojo”.




Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.