Los mapas se mueven

27 abril, 2024

América acompletó el mundo Europeo, pero también completa al asiático. En años recientes se ha investigado la llegada de una flota imperial china a tierras americanas setenta años antes que Cristóbal Colón. Esta hipótesis parece explicar más el futuro que el pasado

José Ignacio De Alba / X:@ignaciodealba

La historia de América Latina se ha contado desde una perspectiva Atlántica, pero de a poco se ha elaborado una teoría interesante, que deja ver las capacidades y el poderío del Estado chino desde mucho atrás. Es una historia reciente, que tiene algunas evidencias arqueológicas. Un supuesto viaje, que nos trae hartas reflexiones.

El gobierno de China es quien más ha sustentado a favor de esta hipótesis. No es casual, su posición en el mundo moderno le hace ganar influencia hasta en los abordajes históricos. Pero la idea de que una flota imperial llegó a América antes que Colón no es disparatada. Sobre todo, si se tienen en cuenta los probados avances tecnológicos que tuvieron las flotas asiáticas.

Se sabe que para principios del siglo XV los chinos contaban con una flota de mil 680 naves capaces de sortear mares lejanos. Se tiene registro de que aquellos barcos tenían una eslora de hasta 180 metros. Para que nos demos una idea, las carabelas con las que viajó Colón alcanzaban, apenas, 30 metros.

Estas embarcaciones utilizaban hasta nueve mástiles, timones de dimensiones gigantescas y mamparos que aprovecharon las propiedades del bambú. Además, vale la pena recordar que la brújula, uno de los inventos más útiles para la navegación es de invención china. Por no hablar de las virtudes bélicas que proporcionó la pólvora.

El explorador más importante de China fue Zheng He, en la dinastía Ming. Este navegante hizo una serie de proezas que ayudaron a elaborar la rica cartografía china. Los llamados “viajes del tesoro” se llevaron a cabo entre 1404 y 1433, las expediciones bordearon el sudeste de Asia, las costas del mundo árabe, hasta alcanzar Mozambique.

Los siete viajes de Zheng He, brindaron una muestra de las capacidades técnicas de China. Aunque se sabe que la flota, integrada por más de 30 mil hombres -destaco aquí que Colón solo viajó con 120 hombres- tuvo episodios apenas conocidos. Se sabe, por ejemplo, que cuando los europeos llegaron a Oceanía y Australia, los lugareños refirieron que otros viajeros ya habían visitado esos lugares.

Se estima que los barcos chinos llegaron hasta la isla de Timor, al norte de Australia. Incluso, hay historiadores que aseguran que los barcos de Zheng He pudieron sobre pasar África, por el Cabo de Buena Esperanza, setenta años antes que el portugués Vasco de Gama.

Sobre las tierras alcanzadas se desplegó una especie de diplomacia, rara vez las embarcaciones chinas se vieron envueltas en conflictos bélicos. En las costas de la India aun se utiliza un método de pesca que que los marineros chinos enseñaron a la población.

Hasta China llegaban tributos y regalos exóticos, como inciensos y ricas especies. Se sabe que una jirafa fue llevada a Ciudad Prohibida como regalo para el emperador.

Con los años se ha formado una teoría que toma fuerza. Ésta intenta documentar que el mítico Zheng He llegó a América aproximadamente en 1420. Setenta años antes que Cristóbal Colón. Por los avances tecnológicos podríamos pensar que era posible. Pero es una teoría aun sin sustento suficiente.

Lo único que podemos probar hoy con los viajes de Zheng He es que China era tecnológicamente superior a Europa en el siglo XV.

El expansionismo chino se dio bajo otras fórmulas, para ellos estructurar un Estado con dominios tan bastos sería contraproducente. Así que China, como lo ha hecho durante siglos se encerró en sí misma.

El sociólogo y economista, Giovanni Arrighi, lo explicó así: “la decisión de no hacer lo que los europeos harían más tarde es perfectamente comprensible en términos de una lógica territorialista del poder, que sopesaba cuidadosamente los beneficios, costes y riesgos futuros de un compromiso adicional de recursos en la construcción del Estado y en la realización de la guerra inherentes a la expansión territorial y comercial del imperio”.

China se ha convertido en el mayor socio comercial de varios países del Cono sur. La “América para los americanos” no fue destino… ¿Nuestra historia tendrá ahora una aproximación desde el mar Pacífico?

Los mapas con los que hemos visto al mundo en los últimos 500 años proponen que el eje de la geografía es el mar Atlántico; es el que une los continentes. De hecho, siempre se le dispone al centro. Pero, ¿en unos años el sitio central de la historia será el mar Pacífico?

La influencia de Asia en la región es cada vez más evidente. Pongo un ejemplo para ilustrar lo que digo. Desde hace un par de meses hago una maestría en Estudios Latinoamericanos en Buenos Aires. A las clases asistimos unas veinte personas, ocho de ellos son chinos. El resto somos latinoamericanos, ni un solo europeo, ni un solo estadounidense.

Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).