En Conafor, León Jorge Castaños fue capaz de construir una política forestal progresista y honesta contra viento y marea, por eso es tan mala noticia su salida. La llegada de Luis Meneses Murillo puede ser positiva, aunque también abre muchas incógnitas
Twitter: @eugeniofv
A menos que ocurra algo extraordinario, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) cambiará de titular en los próximos días: el ingeniero León Jorge Castaños dejará el puesto de director general de la institución y lo sustituirá Luis Meneses Murillo, uno de los fundadores de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA) y que hasta hace poco trabajaba en la Coordinación General de Programas para el Desarrollo, en la Presidencia de la República.
El reto que enfrentó Castaños y que enfrentará Meneses es enorme. La comisión se creó hace dos décadas con un molde netamente panista. Su puesta en marcha estuvo en manos del exgobernador de Jalisco Alberto Cárdenas, que fue su primer titular y que quería una institución dedicada a repartir dinero y que tuviera la menor presencia posible en el territorio.
Con ello, Cárdenas pretendía ofrecer incentivos en líquido a quien supiera aprovecharlos para construir o fortalecer empresas forestales, y repartir apoyos asistenciales y clientelares para el resto. Lo visto en lo que va del siglo XXI ha confirmado lo terriblemente equivocado que estaba, pues la Conafor, siguiendo esa lógica, ha sido en gran medida responsable del estancamiento del sector forestal mexicano.
En esas circunstancias, la llegada de Castaños a la Conafor en 2018 fue una estupenda noticia que a muchos nos llenó de esperanza. El ingeniero conoce como pocos el sector forestal y la política en la materia, porque ha estado detrás de los cambios más positivos que ha tenido en las últimas cuatro décadas y porque se opuso siempre a las regresiones panistas y priistas que se registraron en el sector forestal. Su proyecto para la Conafor pasaba por reformarla de fondo, poniéndola de cabeza: si se trataba de una institución enormemente burocrática, escondida detrás de las ventanillas y limitada a repartir cheques, Castaños quería sacarla a los bosques y selvas del país y dedicarla a construir capacidades y a fomentar la organización de los productores, limitando mucho el reparto de subsidios que han probado no servir de mucho.
Aunque los recortes presupuestales y la negativa del presidente de la República a transformar de fondo el Estado mermaron mucho su capacidad de acción e impidieron esa reforma, Castaños —reforzado por la llegada de María Luisa Albores a la secretaría— fue capaz de construir una política forestal progresista y honesta contra viento y marea. Por eso es tan mala noticia su salida de Conafor, porque deja truncos un montón de proyectos muy positivos, que habían hecho milagros a pesar de no contar con apenas recursos.
Así las cosas, la llegada de Meneses Murillo a la Conafor puede ser positiva, aunque también abre muchas incógnitas. Meneses Murillo conoce bien el campo mexicano —aunque sepa poco de bosques—, y tiene mucha experiencia en la administración pública. En la Ciudad de México estuvo por un breve lapso a cargo de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, además de que hasta ahora trabajaba con el coordinador de programas para el desarrollo del Presidente, Gabriel García Hernández.
Una de las preguntas que se abren es, en primer lugar, qué política forestal impulsará alguien que apenas conoce de bosques, aunque conozca bien el sector campesino. Otra más es si alguien que viene de la gestión de los programas sociales, tan controlados por la Secretaría de Bienestar, no supeditará su trabajo y presupuesto a la dependencia a cargo de Javier May o a proyectos prioritarios para el Presidente, como el Tren Maya o el ferrocarril transístmico, en lugar de concentrar sus pocos recursos en combatir la deforestación e impulsar un verdadero desarrollo forestal sustentable.
Esperemos que su gestión logre borrar el mal sabor de boca que deja la salida del ingeniero Castaños de la Conafor. Los bosques y selvas del país, los campesinos que los cuidan y habitan, los mexicanos que queremos un país mejor, necesitamos que así sea.
Consultor ambiental en el Centro de Especialistas y Gestión Ambiental.
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