Decenas de personas migrantes esperan día y noche afuera de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados en su intención de cruzar el territorio mexicano u obtener asilo. Ante ello, estudiantes de la UNAM lanzaron una campaña de acopio para ayudarles con cobijas, ropa abrigadora y productos sanitarios
Texto y fotos: Isabel Briseño
CIUDAD DE MÉXICO.- Son las 9 de la noche y la temperatura desciende drásticamente. Decenas de personas migrantes, niñas, niños, mujeres y hombres se acomodan en las banquetas sobre cartones frente a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Buscan refugio y esperan día y noche en la calle a ser atendidos. Son decenas de personas migrantes, en su mayoría de Colombia, Cuba, Haití, Ecuador y Venezuela, que piden ayuda para lograr permisos de tránsito en el territorio mexicano. Su intención es contar con un documento oficial que les permita trasladarse hacia la frontera norte y con ello buscar su ingreso a Estados Unidos o asentarse legalmente en México.
Detrás de un auto que tiene la cajuela abierta, personas en una larga fila reciben alimento por parte de una familia, para algunas de estas personas es la primera comida del día. Metros más adelante un hombre sostiene entre los brazos a su hija. No hace falta preguntarle nada, la expresión en su rostro dice todo al ver que las banquetas ya están llenas y tendrá que buscar otro espacio en otra calle donde dormir con su hijita. Otro grupo más se encuentra frente a una de las lujosas puertas de la colonia Juárez, tienen sobre sus piernas una manta naranja, pero la mujer procedente de Ecuador dice que lo que les mata es el frío, mientras revisa un pantalón que le lleva un amigo.
En 2022 la Comar acumuló la segunda mayor cantidad de solicitantes registrada en México con 118 mil 478 personas. sólo después de 2021, cuando llegó a 129 mil 791 solicitantes.
Exalumnos, alumnos y personas de la Coordinación del Colegio de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, que son voluntarios en albergues, notaron una crisis fuerte con las personas migrantes en la capital debido a que están siendo muy tardados los trámites que solicitan, tanto por quienes llegaron desde el sur, como por quienes han sido devueltos por el gobierno estadounidense bajo la normativa de Título 42 que se mantiene vigente.
“Eso provocó desde diciembre un colapso en las organizaciones de la sociedad civil porque el gobierno local no está resolviendo la situación”, explica la coordinadora, Andrea García.
A pesar de que tenemos una Constitución que reconoce, no solamente que la migración no es un delito, sino que es un derecho, lo que se ha observado es que la gente está durmiendo en las calles por el colapso de los albergues que han recibido hasta cuatro veces más personas.
Estudiantes y exalumnos de estudios Latinoamericanos que trabajan directamente con población migrante, lo que ven es que no hay respuesta por parte del gobierno local para resolver la crisis humanitaria, aunque el gobierno de la Ciudad de México también tiene instrumentos locales que marcan ciertas obligatoriedades que no se cumplen. Porque más allá de los trámites, el problema para las personas migrantes está en cómo gestionan su vida aquí.
Hay un gran interés en la facultad de que haya vinculación entre los estudiantes con los problemas sociales. Por ello, la Coordinación del Colegio de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras lanzó la convocatoria para realizar un acopio de apoyo a la población migrante entre la comunidad universitaria. A la propuesta se sumaron el Seminario Universitario de Estudios sobre Desplazamiento Interno Migración Exilio y Repatriación y la Escuela Nacional de Trabajo Social, con la finalidad de tener varios centros de acopio.
La universidad inicia clases el próximo 30 de enero, por lo que esperan reunir una gran cantidad de cosas que puedan repartirse primero entre la población que pernocta en los alrededores de la Comar y después en los albergues que brindan apoyo.
Los acopios no son basureros de la gente. Hay que pensar siempre, cuando vas a donar si tú te lo pondrías, si está limpio, si es útil, si es cómodo, ya después de que hagas esa reflexión, dona, de lo contrario los albergues o los centros de acopio se llenan de muchas cosas inservibles con las que no se sabe qué hacer.
“Ésto que está pasando nos compete a todas y todos y desde los espacios en los que estemos, por muy lejanos que parezcan, siempre podemos hacer algo”, dice Andrea González.
Los puntos de acopio dentro de la universidad son:
Del 24 de enero al 10 de febrero de 2023 de 10:00 a 15:00 y de 17:00 a 19:00 hrs.
Se necesita:
Ropa abrigadora en buen estado, principalmente cobijas, chamarras, suéteres, gorros, bufandas, calcetines y productos sanitarios como gel antibacterial, cubrebocas y paracetamol.
Nunca me ha gustado que las historias felices se acaben por eso las preservo con mi cámara, y las historias dolorosas las registro para buscarles una respuesta.
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