Líder de autodefensas y su familia, blanco de la masacre de 12 personas en Las Choapas, Veracruz

19 enero, 2021

Foto: Roberto Morales

Desde mediados del 2020, Teódulo Gorostieta asumió liderazgo de autodefensas del Cerro de Nanchital. Eso no le gustó a buena parte de sus militantes, y había notables diferencias. Teódulo Gorostieta, sus tres hijos y su hermano mayor, entre las 12 víctimas de la masacre en Las Choapas, Veracruz. El gobierno de Veracruz lanza intensa ofensiva en la zona rural para localizar a los autores de la masacre

Texto: Ignacio Carvajal y Miguel León / Blog Expediente MX / E-Consulta Veracruz

Fotos: Roberto Morales y Especial

LAS CHOAPAS, VERACRUZ.- Los cuerpos de 12 personas fueron abandonados el domingo pasado en un camino rural de arcilla roja, en el sur de Veracruz. Las autoridades confirmaron la muerte del líder del grupo de autodefensas del Cerrode Nanchital, Teódulo Gorostieta Domínguez, de 57 años, de sus tres hijos y de un hermano de éste.

Teódulo Gorostieta había asumido el liderazgo de este grupo, el más fuerte del sur del estado, y tal vez de toda la entidad, pues agrupaba a cientos de miembros, y al menos a 200 con capacidad de fuego.

En declaraciones a las autoridades, sus familiares indicaron que había molestia por parte de otros integrantes del grupo de autodefensas, pues no estaban de acuerdo con la forma en que Teódulo Gorostieta se conducía.

Esos insurrectos son líderados por Elpidio N, cuyo nombre salió a relucir entre las investigaciones y ya es buscado por las autoridades, pues se le ubica como uno de los principales sospechosos.

Se trata de un ganadero originario de la localidad de Poza Azul, pueblo asentado a unos 30 minutos del Cerro de Nanchital, en la zona rural de Minatitlán.

«A él le gustaba mucho ayudar a la gente, y los otros querían abusar de la comunidad», dijo una de las declarantes, que está en calidad de testigo protegido.

Entre las víctimas de la masacre están los tres hijos de Teódulo, Mauro, Fernando y Valentín, así como su hermano, Ramiro Gorostieta Domínguez, de 56 años de edad.

Datos oficiales indican que todo comenzó a raíz de la privación de la libertad de uno de los hijos de Teódulo, Valentín, de 32 años, quien se encontraba tomando unas cervezas con sus amigos en un campo deportivo en la zona.

Ahí llegaron unas camionetas, con varios sujetos armados, que momentos antes fueron vistos en un retén en la misma zona, y que llegaron al campo y rápidamente cortaron cartucho para someter a Valentín y a sus amigos.

Valentín, sin embargo, fue al único que se llevaron, lo echaron en una de las cuatro camionetas que conducían, y se fueron.

Al mismo tiempo, Teódulo Gorostieta y sus otros hijos se encontraban a unos 40 kilómetros de ahí, en una reunión en la cual también se encontraba el agente municipal de El Cerro Isidro García Morales, de 46 años, y rápidamente emprendieron el camino al Cerro de Nanchital para localizar al joven y a los captores.

Camino a la zona, fue que posiblemente fueron interceptados por los captores, que los superaron en número y los sometieron para después amarrarlos y golpearlos hasta darles muerte.

Los cuerpos presentaban el disparo de gracia, así como mucha tortura.

Los restos fueron localizados por habitantes de la zona en un camino vecinal que conduce a El Cerro de Nanchital.

Las personas que han declarado hasta el momento por estos hechos tienen claramente identificados a los responsables de la masacre, que al parecer derivaron de las claras divisiones entre el grupo de autodefensas de El Cerro de Nanchital.

El resto de las personas asesinadas también eran parte del grupo de autodefensas del Cerro de Nanchital, y cercanos a Teódulo Gorostieta.

La matanza

Para policías del estado se trató de una cacería humana. Para el gobernador un desencuentro entre ganaderos de los municipios de Uxpanapa y Las Choapas. Otros pobladores, en cambio, se refieren a los hechos del 17 de enero como un ajuste de cuentas entre dos grupos armados -presuntas autodefensas- con mejores armas que el ejército.

Testigos de este multihomicidio -asentados en la carpeta de investigación UIPJ/DXXI/CHOA/F2/043/202- coinciden que el hecho considerado el más crudo en 2021 inició como una tarde habitual. Cinco personas, cuatro hombres y una mujer, bebían cerveza sobre la batea de una camioneta Ford color verde, doble cabina.

El carro estaba estacionado frente a una tienda de abarrotes color azul, en un campo de futbol de la colonia Francisco Villa, perteneciente a Minatitlán. Alrededor de las 16:30 horas, las porterías de ese terreno comenzaron a verse rodeadas por más camionetas. Sobre ellas había hombres armados; unos cubrían sus rostros con pasamontañas, otros con cubrebocas.

De las camionetas descendieron al menos 10 hombres que cortaron cartucho y se acercaron a la batea donde se servían las cervezas. Un hombre de complexión robusta, tez clara y ojos verdes, se acercó hasta su objetivo: Valentín Gorostieta Hernández.

Valentín, 32 años, era el hijo de Teódulo Gorostieta Domínguez, quien se ostentaba como líder de las autodefensas del Cerro del Nanchital, desde julio de 2020.

—“¡Tira tu cerveza!”—, habría ordenado el hombre de ojos verdes. Valentín rápidamente trató de pedir ayuda por un radio transmisor, pero el equipo le fue arrebatado.

Las órdenes que siguieron fueron más específicas y violentas. El hombre, en contra de su voluntad, avanzó hasta una camioneta Ford Pick up. Segundos después nuevamente se encontraba sobre una batea, pero esta vez estaba acostado boca abajo; una bota presionaba su espalda.

Las camionetas arrancaron sus motores y se retiraron con Valentín privado de la libertad. Sus acompañantes pidieron auxilio mediante gritos a la gente que pasaba por el campo de fútbol, pero nadie respondió. Familiares del hombre plagiado reportaron lo que acababa de suceder a Teódulo Gorostieta, el padre, quien aseguró que enviaría refuerzos. Lo peor ya estaba por ocurrir.

Emboscada

Teódulo Gorostieta se encontraba en una reunión en el Ejido Samaria, en Las Choapas, a unos 20 kilómetros del campo de futbol. Al hombre de 57 años de edad lo acompañaron dos de sus hijos: Mauro y Fernando Gorostieta, de 28 y 30 años, respectivamente.

También iban su hermano mayor, Ramiro Gorostieta Domínguez (59 años) e Isidro García Morales (46 años), quien era agente municipal de la comunidad Cerro de Nanchital.

Con ellos iban Bartolo Domínguez Isidro (30 años), Alfredo Jaime Barrusqueta (56), Miguel Barrales Rodriguez (51), Luis Hernández Hernández, Régulo López Domínguez y Santiago Rodríguez Juárez. Once hombres en total persiguiendo el paradero de Valentín Gorostieta Hernández.

Los autodefensas de Teódulo Gorostieta presuntamente fueron identificados por vigías del grupo contrario. A los 11 los emboscaron en una especie de retén montado antes de llegar al Ejido Emiliano Zapata Misantla, Minatitlán. Allí, a todos les habrían ordenado descender de sus vehículos y los ataron de pies y manos.

Al grupo lo trasladaron a unos 30 kilómetros de distancia, en las inmediaciones del ejido Alto Uxpanapa, aún perteneciente a Las Choapas. Fue en un paraje sin luz eléctrica, señal telefónica, ni policías, donde torturaron a todos. Las 12 víctimas estaban vendadas del rostro con cinta de aislar, maniatados de pies y manos, y con al menos un disparo en la cabeza.

El camino que conduce del ejido Alto Uxpanapa al ejido Nueva Tabasqueña estuvo bloqueado durante horas. No eran troncos, ni vacas lo que impedía el paso, sino doce cadáveres esparcidos a lo largo del camino de arcilla roja.

Una fiesta, la clave

En las investigaciones realizadas por elementos de la Fiscalía General del estado, a las que se tuvo acceso, se indica que los 24 horas antes de la masacre, la familia de Teódulo había asistido a una fiesta en el ejido Liberales, en la demarcación del municipio vecino de Uxpanapa.

De regreso, cerca de las once de la noche, la familia, hombres, mujeres y niños, viajaban a bordo de dos vehículos.

Fernando,uUno de los hijos, presuntamente vio un  tepezcuintle en el camino, y paró la marcha para cazarlo con su rifle, por lo que hizo varios disparos -puntualiza una de las declarantes- sin embargo, otro de los hijos se percata que estaban en Poza Azul, cerca de la casa del otro líder en disgusto con Teódulo, Epidio.

De las camionetas bajan Teódulo, sus hijos y su hermano Ramiro Gorostieta, y al percatarse que están cerca de la casa del rival, mejor se marchan.

Al día siguiente, domingo 17, para evitar malos entendidos, acuden muy temprano a la casa de otro de los líderes allegados a Epidio, para explicarle sobre los disparos, y aparentemente, todo quedó resuelto.

Para la tarde noche del mismo día, comenzó el infierno para la familia de Teódulo, y varios de los integrantes del grupo rival fueron identificados entre los perpetradores del secuestro de Valentín Gorostieta, así como el sujeto al que le fueron a explicar la razón de los disparos la noche anterior, en Poza Azul.

Salen a cazarlos

El gobierno de Veracruz inició este lunes tareas coordinadas con los tres niveles de gubernamentales para dar con los responsables de la masacre de 12 personas en Las Choapas, entre ellos el líder del grupo de Autodefensas de El Cerro de Nanchital, Teódulo Gorostieta Domínguez, y su familia.

En sus redes sociales, el mandatario Cuitláhuac García Jiménez reiteró: «se acabó la impunidad, nunca podrá hacerse justicia por propia mano».

El Ejecutivo encabezó diversas reuniones de seguridad en Palacio de Gobierno para dirigir una ofensiva contra los grupos armados que operan en la zona rural de Las Choapas y Minatitlán.

No más venganzas

Ahí el gobernador reiteró que este gobierno no tolerará las venganza ni que corra más sangre.

Puntualizó que  «ni será la comisión de otros delitos la solución a los problemas entre grupos», indicó.

El ex diputado federal expuso que «en coordinación con fuerzas federales, hemos desplegado operativos en la región, estableciendo puntos de revisión, patrullajes y sobrevuelos, a fin de dar con los responsables».

La misma tarde del lunes, docenas de elementos de la policía estatal se internaron en la zona rural de Minatitlán y Las Choapas para dar con el paradero de los responsables de la masacre, que están plenamente identificados.

Así, en la región se han visto puestos de revisión, filtros, rondines y docenas de patrullas recorriendo ranchos y brechas, así como diversos sobrevuelos para dar con estos presuntos delincuentes.

Se trató del crimen con mayor número de víctimas en los primeros días de 2021 en la entidad, sino además el 60 por ciento de todos los homicidios dolosos registrados en Las Choapas durante el año anterior. Veinte asesinatos se cometieron en 2020, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Las 12 víctimas

1 Isidro García Morales, 46 años.

2 Mauro Gorostieta Hernández, 28 años.

3 Fernando Gorostieta Hernández, 30 años.

4 Valentín Gorostieta Hernández, 32 años

5 Teódulo Gorostieta Domínguez, 57 años

6 Bartolo Domínguez Isidro

7 Alfredo Domínguez Isidro

8 Ramiro Gorostieta Domínguez, de 56

9 Miguel Barrales Dominguez, de 51

10 Luis Hernández Hernández

11 Régulo López Domínguez

12 Santiago Rodríguez Juárez

Periodista Veracruzano

Periodista en Veracruz