11 julio, 2019
El presidente municipal de Tlapa, Dionicio Merced Pichardo García, dirige en sus redes sociales una campaña en contra de la abogada del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan, Neil Arias Vitinio, y de la periodista Carmen González Benicio, por apoyar a una madre que busca recuperar la custodia de su hijo
Por: Ana Cristina Ramos
Foto: Archivo/ Amapola
El presidente municipal de Tlapa, Guerrero, Dionisio Merced Pichardo García, dirigió esta semana un ataque en facebook contra tres mujeres: una víctima, una defensora de derechos humanos y una periodista. De paso, se fue contra una de las organizaciones de derechos humanos más reconocidas del país, Tlachinollan, a la que acusó de proteger delincuentes.
¿El motivo? El alcalde acusa a la abogada de Tlachinollan Neil Arias Vitinio de «inventar» el trastorno depresivo de la mujer que defiende legalmente, y a la reportera que cubrió la historia (a la que tacha de “pseudoperiodista”) de buscar dinero.
Los comentarios que acompañaron la publicación de redes sociales del presidente municipal de Tlapa atacan la integridad de las tres mujeres y desataron odio que busca agredirlas físicamente. Después de una serie de insultos misóginos, el alcalde escribió: “Está comprobado Derechos Humanos y Tlachinollan protegen a delincuentes, solo para eso están”.
En un comunicado, el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan denunció las agresiones y expresó: “Nos parece totalmente irresponsable por parte del presidente municipal alimentar estereotipos sobre las mujeres de la montaña, las defensoras de derechos humanos y las periodistas, así como fomentar actos de odio, resaltando hechos del caso que incluso por ley tienen carácter privado”.
En los últimos años, México se ha convertido en uno de los países más peligrosos del mundo para las personas defensoras de derechos humanos y periodistas, en los últimos tres años se han asesinado a 31. Además, ocho periodistas han sido asesinados este año.
Tlachinollan busca promover los derechos de los pueblos indígenas en las regiones de La Montaña y Costa Chica de Guerrero. Desde que inició su trabajo, hace 25 años, la organización ha sido víctima de diversos casos de hostigamiento; tanto el Cisen (el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, organismo de vigilancia de la Secretaría de Gobernación) como el Ejército han señalado como una amenaza y a algunos de sus miembros de formar parte de la guerrilla; lo cual promueve el estigma en la región de que protegen delincuentes en lugar de pueblos indígenas.
Diversas organizaciones se pronunciaron en defensa de la Tlachinollan, como la organización Artículo19, quienes exigen que se les brinden medidas de protección, por el riesgo en el que se podrían encontrar sometidas por las declaraciones del Presidente Municipal.
La historia empieza con Yacqueline, una joven de 23 años, quien oculto su embarazo porque se enteró muy tarde que el padre de su hijo era un hombre casado y ella no quería afrontar lo que dirían en su pueblo. Así que aceptó las condiciones del padre de su hijo, quien le rentó un cuarto en Tlapa para esperar el alumbramiento.
En la madrugada del 29 de octubre de 2018 nació el bebé Luis Miguel. Siete días después del parto, el hombre los corrió del cuarto y mientras ella viajaba de regreso a casa de sus padres dejó olvidado al niño en una calle.
“Me sentí como gelatina, temblaba. Me escurría agua por la frente. La cabeza me daba vueltas, sentí que me caía, para no lastimar a mi bebé lo acomodé en la bolsa negra, estaba envuelto en su cobija, así si me desmayaba no lo tiraría ante la falta de fuerza en mis manos”, dice la crónica que publicó Carmen González Benicio en el diario El Sur, el 3 de julio.
Ese mismo día tras ser alimentada por sus padres y poder recostarse en su casa, la mujer acudió a la ciudad de Tlapa para recuperar a su hijo, pero las autoridades del DIF se negaron a entregárselo a pesar de las valoraciones médicas que constataban su estado de salud como depresión post parto y la posibilidad de que con apoyo de su familia podía hacerse cargo del bebé.
Días más tarde, Yacqueline y su familia supieron que el DIF había entregado al niño a otra familia como parte de un proceso de adopción.
En su defensa, Arias Vitinio argumentó que los del DIF municipal con la complacencia del presidente Pichardo García han obstaculizado el procedimiento legal para que Yaqueline vea a su hijo, al recriminarle el abandono sin tomar en cuenta las valoraciones psicológicas y psiquiátricas que acreditaron que pasó un problema de salud mental que la llevó actuar de manera inconsciente y con eso le negaron el derecho a una vida libre de violencia y atender el caso sin una perspectiva de género.
Eso fue lo que enfureció al alcalde.
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