La UNAM ya reformó su estatuto, ¿por qué siguen los paros?

13 febrero, 2020

Los paros en algunos planteles de la UNAM continúan, pese a que el Consejo Universitario ya reformó la legislación universitaria e incluyó “la violencia de género como causa grave de responsabilidad”. ¿Por qué seguir en paro? El problema es que el estatuto no estableció sanciones, acusan las estudiantes

Texto: Vania Pigeonutt
Fotos: María Ruiz

El miércoles pasado, el Consejo Universitario modificó los artículos 95 y 96 de la legislación universitaria. Con esta reforma se incluye “la violencia de género como causa grave de responsabilidad aplicable a todos los miembros de la Universidad”.

La reforma, que la máxima casa de estudios anunció como histórica, se da a casi cuatro meses de paros y protestas intermitentes y fijas, de al menos 16 escuelas, facultades y preparatorias contra el acoso y violencia sexual. También consideró que exista paridad de género en la integración del Tribunal Universitario.

Ese mismo miércoles, la UNAM emitió un comunicado. Informó que los planteles 1, 4 y 8 de la Escuela Nacional Preparatoria ya reanudaron actividades. Sin embargo, las preparatorias 3, 6, 5 y 9: CCH sur y oriente; las facultades de Filosofía y Letras, Ciencias Políticas y Sociales, Artes y Diseño y Psicología continúan en paro.

Este es un logro de ellas

Estudiantes de diferentes escuelas coincidieron en que esta medida no es un logro de la UNAM sino de ellas. Cada colectiva, en su plantel, protestando, exhibiendo a sus acosadores estudiantes, académicos y maestros, mediante tendederos. Han contado las violencias de las que han sido víctimas. Han pintado frases contra el acoso en edificios públicos, han destruido vidrios y fachadas, resignificando salones vacíos de sus escuelas.

Una estudiante de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, consideró que la aprobación de modificar el estatuto general universitario para considerar la violencia de género un motivo para ser expulsado, es un logro de las Mujeres Organizadas de distintas facultades, preparatorias y planteles que exigieron un alto a las violencia feminicida. No de la UNAM. No de académicos de la UNAM.

Además, esta aprobación se dio justo cuando ellas protestaron pacíficamente. Exigían castigo para los más de 50 profesores, estudiantes y administrativos de este plantel ubicado en Tlalnepantla, Estado de México. Tomaron el “búnker” (el edificio de Gobierno del plantel), para recordar que para ellas está pendiente que se haga justicia. Sufrieron hostigamiento.

Por ello, una estudiante se queja:

“No es posible que se hable de cambios, cuando estamos viendo la cerrazón de nuestras autoridades. Fueron ellos los que nos criminalizaron diciendo que nosotras lanzamos un petardo, cuando esto ocurrió porque ellos (los directivos de la FES) dejaron entrar a gente ajena a la escuela, diciendo que eran supuestos compañeros que no estaban de acuerdo en que tomáramos el edificio de Gobierno”.

Respuesta a medias

Otra estudiante de derecho, en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, de la colectiva Violetas, compartió que estas adecuaciones son respuestas a medias. No resuelven la violencia estructural que hay dentro de la UNAM. A su colectiva, hace unos días un estudiante de esa misma facultad les envió una supuesta bomba casera –que no detonó– sólo porque las colectiva tomó un salón para tener reuniones.

“En realidad la UNAM lo que está haciendo otra vez es dar respuestas pero por encima, de reformar los artículos 95 y 99. Pero el [artículo] que hablaba de las sanciones no. Entonces sí va a ser grave, pero si no hay sanciones, que se reglamente el acoso como una falta grave, no sirve de tanto”.

Por otra parte, les indigna el hecho de que “la UNAM está diciendo que logramos algo histórico». Pero «el hecho de que hayan cambiado este tipo de cosas ha sido porque las mujeres nos hemos organizado, ¿no?, para exigirles. No que ellos hayan estado buscando las formas de satisfacer las necesidades y sacar a los acosadores. No es porque ellos hayan dado seguimiento al tema”. 

Las modificaciones no serán retroactivas

Otra preocupación de las estudiantes es que esta legislación no es retroactiva. Desconocen cómo la pueden emplear como herramienta a su favor para denunciar las centenas de casos de acoso y violencia sexual que ya ocurrieron.

“Realmente es una respuesta a medias de lo que nosotras hemos estado poniendo. En cualquier ley no hay retroactividad, entonces es muy complicado que algo que le dé, que se acaba de poner, se pueda aplicar a lo que ya estaba allí y hemos venido exigiendo: el castigo a nuestros acosadores”. 

Estudiante.

Celebran reformas, pero minimizan luchas

Otras estudiantes consideran que la posición de la UNAM es a conveniencia. Anuncia las modificaciones como un hecho histórico, pero al mismo tiempo minimiza las protestas al decir que “hay mano negra”, que “alguien nos paga”. Y que sus mismos profesores no les den trato respetuoso es una contradicción. 

“No sé que tanta diferencia haga la reforma si el contrato colectivo de los profesores sigue sin venir como una causa de recesión el problema del acoso. Debe decir realmente, lo que nos hace más complicado de sacar a los profesores es que pertenecen a un sindicato, que sigue defendiendo a los acosadores”.

Estudiante
Preparatoria 9 continúa en paro. Foto: María Ruiz.

Prepa 9 sin acuerdos

La preparatoria “Pedro de Alba” ubicada al norte de la ciudad, que cumplió cuatro meses en paro, sigue cerrada. El miércoles comenzó una mesa de diálogo entre las mujeres de esta escuela de la UNAM y la abogada general Mónica González Contró, misma que se retomará hasta el lunes a las 16:00 horas.

La preparatoria luce como congelada en el tiempo. Las mismas sillas amontonadas como barricada en la puerta de entrada; el candado cuya llave manejan las y los estudiantes en paro. No hay actividad. Alrededor de mediodía llegaron unos profesores del mismo plantel a dialogar con los estudiantes, y ellos sólo salieron para reiterarles que no hay clases, que retomarán un diálogo con las autoridades universitarias hasta el próximo lunes 17.