En este texto se plantea la necesidad de transformar el rol docente adaptándolo a las características del mundo actual; en el que no solo se requieren adquirir habilidades tecnológicas y digitales, sino también cambiar sus funciones dentro del aula para crear una relación más horizontal. A manera de ejemplo, se describe una experiencia de formación con docentes de comunidades mayas

Por Patricia Gil Chaveznava Tw: @Gilchpat / MUxED

El año pasado por casualidad me topé con la serie infantil Monsters at work, una secuela de la película original en donde un par de monstruos que trabajan en una industria descubren que se genera más energía con la risa que con los sustos. En esta, un egresado recién titulado como “asustador profesional” llega a la empresa a pedir trabajo, pero sucede que ya no requieren asustadores, ahora contratan a especialistas en hacer reír. Así inicia una trama muy interesante en donde cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia; pues plantea la necesidad de transformar a los asustadores en especialistas de la risa a través de un proceso de formación.  Se hacen preguntas como ¿quién dará la capacitación? ¿cómo será esa capacitación? o ¿quiénes la tomarán? entre otras muchas más.

Al igual que en esta serie, hoy en día nos encontramos en el ámbito educativo con la necesidad de transformar nuestra práctica docente. No es solo por la irrupción de la tecnología sino como lo hemos vivido en los últimos años: pandemia, cambio climático y en general un mundo caótico, cambiante e incierto nos han llevado a necesitar nuevas habilidades y actitudes para poder enfrentar este nuevo mundo.

Según un estudio del Foro Económico Mundial, en 2025 el 50% de los profesionistas que laboren van a requerir algún tipo de capacitación para actualizarse en su área. Los docentes no son la excepción; pero antes de determinar qué tipo de formación se precisará es necesario definir qué función desempeñarán en el aula del siglo XXI, en una palabra, cuál es el nuevo rol que como docentes deberán tener.

Si actualmente nuestros estudiantes se consideran autodidactas en el manejo de la tecnología y si en Internet tenemos a la mano una gran cantidad de información que nos permite aprender ¿cuál debe ser entonces el papel del docente?

Además de contar con competencias digitales y la inclusión de tecnología dentro del aula, algunos de los nuevos roles que atribuidos a los docentes han sido el de organizador, guía, acompañante, coach, gestor del aprendizaje, orientador, facilitador, tutor o asesor. Todos estos roles hablan de la necesidad de dejar de ser transmisor de conocimiento para entablar un diálogo de ida y vuelta con el estudiante de una manera más participativa y horizontal.

Seguramente podemos pensar en muchas características que deberán tener las y los docentes en este nuevo escenario, sin embargo me gustaría centrarme en una que es fundamental, que siempre han tenido, pero que entre tantas opciones hemos olvidado o por lo menos dejado de lado, y es el ser modelo para sus estudiantes; pues ahora se requiere que el modelo sea de aprendiz.

Los estudiantes observarán y aprenderán la forma como el docente enfrenta esta nueva realidad, si está dispuesto a aprender cosas nuevas constantemente sin importar las circunstancias en las que se encuentre, cómo toma decisiones y maneja la incertidumbre.

Esta gran característica la tiene un grupo de maestras y maestros de preescolar, primaria y secundaria de zonas vulnerables de comunidades mayas, que se formaron durante 2021 y 2022 a través del Instituto para la Investigación y el Desarrollo de la Educación AC (IIDEAC), gracias al apoyo de Fundación Kellogg y en colaboración con la Secretaría de Educación Pública del Estado de Yucatán. Los 40 docentes que concluyeron una formación de 120 horas en una modalidad a distancia son un modelo de constancia y perseverancia tanto para sus 1,595 estudiantes, que se verán beneficiados directamente de esta formación, como para sus compañeros de trabajo.

Estas maestras y maestros aprendieron distintas estrategias didácticas que podrán aplicar en el aula, así como el uso de diferentes herramientas digitales que incluirán en su práctica docente; pero, lo más importante es el ejemplo que brindaron a todos: aprendiendo a pesar de las circunstancias en las que se encontraban. En ocasiones estos docentes no tuvieron una buena señal de internet, ni equipo de cómputo muy actualizado, muchos trabajaron con sus dispositivos móviles. Con gran resiliencia enfrentaron todas las dificultades que se les fueron presentando ya que estaban motivados por darles lo mejor a sus estudiantes.

El modelo pedagógico de IIDEAC que se siguió en esta capacitación estuvo dividido en cuatro etapas que toman en cuenta las condiciones en las que se encuentran los docentes, así como sus necesidades de aprendizaje. La primera etapa fue de autoestudio, de manera individual aprendían los temas fundamentales que se tratarían en cada módulo. Posteriormente, de manera grupal y conectados de forma síncrona se analizaban y discutían los aprendizajes. A continuación, en la tercera etapa, trabajaban en equipo para aplicar en casos prácticos o situaciones reales los aprendizajes. Finalmente se concluyó con una sesión síncrona en donde se compartieron los resultados obtenidos.

Como se observa, para transformar el rol docente según las necesidades del aula en este siglo, se requiere: un proceso de reflexión personal; un acompañamiento constante tanto de tutores como de compañeros; fomentar el trabajo colaborativo, ya que se llega más lejos en compañía de nuestros pares; y una orientación práctica en donde se tengan las oportunidades de aplicar en el aula todo lo aprendido.

Enseñemos a reír en lugar de asustar diseñando propuestas de formación que ayuden a transformar el rol docente para el siglo XXI y apoyémoslos a ser modelos inspiradores para sus estudiantes y en general para toda la comunidad educativa.

***

Patricia Gil Chaveznava. Integrante de MUxED. Coordinadora de formación en línea de IIDEAC, donde diseñó una propuesta que promueve la transformación educativa a través de formar a docentes como creadores de experiencias de aprendizaje, así como en habilidades tecnológicas y de innovación educativa. 

LinkedIn: Patricia Gil

Referencias

Viñals Blanco, A. & Cuenca Amigo, J. (2016). El rol del docente en la era digital. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 30(2), 103 – 114.  https://www.redalyc.org/pdf/274/27447325008.pdf

World Economic Forum (21 oct. 2020) «These are the he top 10 job skills of tomorrow – and how long it takes to learn them»|», https://www.weforum.org/agenda/2020/10/top-10-work-skills-of-tomorrow-how-long-it-takes-to-learn-them/. Se consultó el 18 dic. 2022.