La polémica por la presunta tesis plagiada de la ministra Yasmín Esquivel representa un punto en favor de los opositores al presidente López Obrador, pero no como ellos creen. En todo caso quien pierde, hasta ahora, es México.
Por: Alberto Nájar
La oposición está de plácemes. Al cierre de 2022 se adjudicó una pequeña victoria política que, sin embargo, se han dedicado a sobredimensionar.
En los últimos días se divulgó un texto del escritor Guillermo Sheridan, en el que denuncia un supuesto plagio en la tesis para obtener la licenciatura en derecho de la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCN), Yasmín Esquivel Mossa.
El tema ha sido ampliamente divulgado por la mayoría de los medios de comunicación convencionales.
A diario, desde la publicación del documento se han presentado varias campañas en redes digitales, especialmente Twitter.
La tesis de Esquivel y la que según el escritor Sheridan plagió, escrita por Edgar Ulises Báez Gutiérrez, se han difundido en redes de mensajería como Whatsapp.
Es una de las estrategias más efectivas para la difusión de odio y violencia verbal.
Fue así, por ejemplo, como se esparcieron las versiones contra la estrategia del Gobierno Federal contra la pandemia de covid-19.
Hasta ahora la ministra Yasmín Esquivel no ha logrado desmontar la campaña en su contra.
Sus respuestas a las acusaciones de plagio no son convincentes. La última, por ejemplo, es que empezó la redacción del documento en 1985, un año antes de que se publicara el documento de Báez Gutiérrez.
Sugiere, así, que en realidad su tesis fue plagiada y no al revés.
El tema será resuelto en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, donde la ministra estudió la licenciatura. La FES pidió a todos los involucrados presentar sus testimonios antes del mediodía de este jueves 29 de diciembre.
Yasmín Esquivel era una de las candidatas con más probabilidades de suceder al ministro Arturo Zaldívar, actual presidente de la Corte y quien deja el cargo este 31 de diciembre.
La elección del nuevo ministro presidente será el lunes 2 de enero. No está claro si para ese momento la FES Aragón haya tomado alguna determinación.
Pero más allá del resultado, el escándalo ya tiene consecuencias en la estrategia política del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El futuro de la ministra quedó marcado. Si se comprueba que incurrió en un plagio toda su carrera judicial podría venirse abajo.
De entrada, estaría en duda la legitimidad de su titulación como licenciada en derecho, requisito indispensable para obtener válidamente la maestría y doctorado que ostenta.
Y si es exonerada sería muy complicado que sus compañeros la elijan presidenta de la SCJN.
Habría un alto costo político para la 4T, en principio, que difícilmente podría sacudirse la etiqueta de contar con una Corte a modo, aunque no sea realidad.
La imagen de la SCJN también resultaría afectada, e inclusive podría perderse el terreno que se ha ganado con algunas de sus decisiones durante el período de Arturo Zaldívar.
Pero quizá el mayor costo sea para el presidente Andrés Manuel López Obrador y su propósito de limpiar al Poder Judicial.
En el pleno de la Corte hay varios ministros que se han opuesto a los casos promovidos por el Gobierno Federal o donde existe algún interés de las autoridades.
Si uno de ellos es elegido presidente de la SCJN se alejarían las posibilidades de emprender una reforma a fondo de ese organismo.
Por ejemplo, sería complicado sacar del Poder Judicial a jueces acusados de corrupción. El presidente de la Corte también encabeza el Consejo de la Judicatura Federal, responsable de investigar y sancionar estos casos.
Un funcionario cercano al viejo sistema que pretende cambiarse en la presidencia del organismo representaría un fuerte obstáculo para ese propósito.
No son pocos dentro del Poder Judicial los que se oponen a las reformas planteadas por el presidente de la República.
De hecho, existe entre empleados administrativos, secretarios de acuerdo, jueces y defensores una profunda inconformidad por las medidas de austeridad aplicadas en los últimos años.
Para este sector un personaje cercano a López Obrador en la presidencia de la Corte, como es Yasmín Esquivel, sería inaceptable.
Pero no son los únicos alegres con la eventual inhabilitación de la ministra. Los adversarios políticos de la 4T conservan la esperanza de revertir algunas de las reformas emprendidas en lo que va del gobierno.
Un ejemplo es el paquete de leyes sobre la generación de electricidad.
En su sentencia sobre el tema los ministros de la Corte no abordaron el fondo de la iniciativa enviada por el presidente López Obrador.
Lo que sucedió es que no se alcanzaron los votos suficientes para declararla inconstitucional y por eso se mantiene en vigor la llamada Ley Eléctrica.
La decisión puede revertirse si existe en el pleno de la SCJN un ambiente distinto entre los ministros. Y eso puede conseguirse con un presidente cercano a los grupos conservadores.
Así, la controversia sobre la tesis de la ministra Esquivel Mossa es, hasta ahora, un punto en favor de la oposición.
No está claro el impacto a largo plazo de este incidente, ni tampoco si realmente significa una derrota para el proyecto político de López Obrador.
Tampoco representa la enorme victoria, el Waterloo presidencial que los opositores juran haber conseguido.
En todo caso la incógnita se resolverá pronto. La moneda está en el aire.
Productor para México y Centroamérica de la cadena británica BBC World Service.
Periodista especializado en cobertura de temas sociales como narcotráfico, migración y trata de personas. Editor de En el Camino y presidente de la Red de Periodistas de a Pie.
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