Un video de la repentina muerte de decenas de tordos cabeza amarilla en Cuauhtémoc, Chihuahua, dio la vuelta al mundo. Un experto y la autoridad competente dan una explicación
Texto y fotos: Raúl Fernando / Raíchali
CHIHUAHUA.- ¿Fueron los cables de alta tensión? ¿Un pulso electromagnético? ¿Las nuevas ondas del 5G? ¿El peligroso escape de un ave rapaz? ¿La contaminación con pesticidas y otros agroquímicos? ¿El calentamiento global? ¿Aliens? ¿Armas secretas del ejército?
Una cámara de seguridad captó el momento en que una parvada de tordos cabeza amarilla (Xanthocephalus xanthocephalus) cae al suelo a toda velocidad en Cuauhtémoc, Chihuahua. La mayoría se elevan de nuevo, pero varios se quedan inmóviles en el suelo.
Este video dio la vuelta al mundo y fue reproducido por medios de comunicación en todos los continentes, como el New York Post, The Guardian o The Times of Israel, con explicaciones en un número indeterminado de idiomas.
Las imágenes compartidas por medios de comunicación muestran decenas de estas aves muertas en el suelo, sin una explicación certera acerca de qué les pasó.
Los tordos de cabeza amarilla son aves migratorias que cada invierno escapan de las bajas temperaturas de Canadá y los Estados Unidos y visitan el estado de Chihuahua en búsqueda de climas más agradables.
Suelen instalarse en centros urbanos y pernoctan en árboles grandes, como los pinos o los álamos, donde encuentran protección de depredadores y del clima. Su dieta está basada en insectos y granos, por lo que es ideal para ellas estar cerca de campos de cultivo.
El incidente fue captado por una cámara de seguridad en la Colonia Obregón, comúnmente conocida como “Rubio”, en el municipio de Cuauhtémoc. Fue la mañana del lunes 7 de febrero cuando los vecinos llamaron a la policía por las aves muertas en el piso.
La comandancia de policía de Obregón acudió al reporte para inspeccionar las casi 80 aves que quedaron en el suelo y, de acuerdo con reportes de medios locales, un veterinario zootecnista dijo que podría tratarse de un envenenamiento o una descarga eléctrica, dos de las teorías que más han circulado en redes sociales.
Pero el departamento de ecología del ayuntamiento de Cuauhtémoc acudió al lugar de los hechos al día siguiente, cuando los servicios públicos de la colonia Rubio ya habían levantado los cadáveres y se habían deshecho de ellos, por lo que no tuvieron acceso a ningún cuerpo.
Al día siguiente el video fue publicado por medios locales y se hizo viral.
—Lo que vimos es que había plumas en los cables de la luz. La hipótesis fue que tal vez hubo una descarga que eso provocó que las aves se atontaran y cayeran —explicó la ingeniera Irma de la Peña, titular del departamento de Ecología de ese municipio.
El comandante de la policía le explicó que las aves tenían sangre en los picos, pero no pudieron concluir si murieron de un impacto en el suelo o si cayeron ya muertas.
La ingeniera de la Peña consultó a un biólogo al respecto, con las fotografías y el video, quien le explicó que, además de un posible choque eléctrico, las aves pudieron haber cambiado la dirección de su vuelo repentinamente por la explosión de un transformador o la amenaza de un ave rapaz.
Un envenenamiento no le pareció como una teoría plausible, pues la muerte no habría sido tan repentina y las aves habrían caído dispersas en diferentes lugares, dijo la Ing. de la Peña.
Fernando Mondaca, coordinador del Programa de Aves Urbanas de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) en el vado de Meoqui, ha visto casos similares en que las aves tienen accidentes con los cables de alta tensión, causando su muerte.
—Todo el grupo salta al vuelo al mismo tiempo y las alas tocan los cables de arriba con el de abajo y empiezan a tronar los cables, hacen corto. Eso es lo que yo he visto en otras especies. Aquí se veía un grupo que se acerca y cae de golpe, yo creo que había cables ahí. Llegó la bandada, tocó e hicieron la conexión entre todas —explicó en entrevista.
Si había plumas en los cables tiene sentido. Si cayeron ya muertas, pues cayeron de pico y se golpearon —dijo, para explicar la sangre.
Otra de las teorías posibles presentada por el Departamento de Ecología es que un ave depredadora las haya perseguido.
De acuerdo con Mondaca, los tordos de cabeza amarilla y otras aves migratorias vuelan en bandadas inmensas y copian los movimientos de las aves que tienen a su lado, a diferencia de grullas o gansos que vuelan en formación de V con un guía que se releva conforme se cansan.
La amenaza de un depredador pudo haberlas hecho dar una maniobra fatal y estrellarse contra el suelo. También una centella de frío congelante las pudo haber fulminado o una microrráfaga de viento las pudo haber arrojado.
Pero aunque se atreve a especular, basado en la poca evidencia disponible, Mondaca deja muy en claro que sin acceso a uno de los cadáveres es difícil emitir un veredicto.
Poco después de la publicación original de esta nota, más de una semana después del incidente, la Profepa anunció que tras una visita a la zona, constataron que al “hacer contacto directo con los cables, las aves recibieron una tensión eléctrica que les ocasionó la muerte. El resto, recibió una descarga menor que las aturdió, pero que permitió que continuaran su vuelo”.
Si la muerte fue causada por una descarga eléctrica de los cables de alta tensión, la ingeniera de la Peña cree que no hay mucho que hacer al respecto.
—Es complicado, si hubiera algo un contaminante que hubiera provocado esto, pues sí, pero de esta manera nos limita mucho el actuar de alguna forma —explicó.
Pero Mondaca sugiere varias acciones que podemos tomar como individuos y como sociedad para protegerlas, estén involucradas o no en un video viral.
—Si están llegando a un sitio a donde yo tengo aceso o en mi casa tengo árboles y no me representan una molestia, sería no cortar el árbol —dijo. Como ciudad, sería ideal saber qué especies llegan, a qué partes de la ciudad llegan y cuidar de esos árboles.
Mondaca recuerda que la Ciudad Deportiva, en la ciudad de Chihuahua, era uno de los refugios preferidos de los tordos de cabeza amarilla. Pero cuando él era joven y estudiaba ahí, veía como personas deliberadamente los despertaban con fuegos artificiales para espantarlos.
Por instinto, algunas parvadas dejaron de llegar ahí.
En el vado de Meoqui, donde realiza parte de su trabajo de conservación, ve que la gente tira mucha basura y descuida las fogatas. Cuando se queman los tules y demás vegetación junto al río, las aves quedan sin protección de los depredadores y es más difícil que logren anidar, lo que las pone en peligro directo. Por eso llama a cuidar los espacios naturales que visitamos y respetar la flora y fauna.
En ese humedal hay registradas casi 250 especies de aves, más de la mitad migratorias, entre las que se encuentran 10 especies de patos y 10 de aves playeras, además de otras especies como los chipes, dijo.
Para los tordos cabeza amarilla y otras aves migratorias, como el tordo sargento, espacios como los humedales y parques urbanos son fundamentales para su ciclo de vida. De desaparecer, tendrían que alterar drásticamente su comportamiento y poner en riesgo su supervivencia.
Mondaca y otras personas encargadas del Programa de Aves Urbanas desde 2019 promueven la Semana de las Aves de Chihuahua, un evento anual dedicado a la difusión de actividades relacionadas con las aves, migratorias o no, con pláticas de biodiversidad y conservación.
Por motivos de la pandemia, se ha realizado de manera únicamente virtual, aunque se espera que en octubre de 2022 pueda otra vez haber eventos presenciales. Si estás interesado en conocer más sobre estas aves y otras que visitan el estado, busca la página en Facebook.
*Esta nota fue realizada por RAÍCHALI, integrante de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
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