La noche de los lápices: memoria, resistencia y el legado imborrable de la juventud

20 diciembre, 2025


La película del director argentino Héctor Olivera reconstruye el secuestro y desaparición de estudiantes secundarios durante la dictadura militar argentina en 1976. A través de la mirada de siete adolescentes militantes, el filme expone la represión estatal, la resistencia colectiva y los vínculos humanos que sostuvieron su lucha

Texto: Andi Sarmiento

Foto: Especial

CIUDAD DE MÉXICO. – Del director argentino Héctor Olivera, este filme retrata un acontecimiento ocurrido durante la dictadura argentina entre las décadas de los 70 y 80, conocido como “la noche de los lápices”, donde estudiantes de secundaria que se estaban movilizando fueron secuestrados la noche del 16 de septiembre de 1976.

La cinta inicia mostrando la asamblea estudiantil, la organización de donde surge todo el trabajo de base para alcanzar una meta en común. De ahí surgen las propuestas y el intercambio de ideas de los jóvenes para consolidar el movimiento; desde el reparto de volantes hasta las manifestaciones, comienzan a trabajar para hacer visibles sus demandas y, también, para mostrarse resistentes ante un periodo de inquietud, censura y opresión.

Durante todo el proceso, vemos cómo se va tejiendo la comunidad más allá de los fines políticos, ya que dentro de la lucha se forjan vínculos tanto amistosos como románticos, mismos que hacen que la movilización sea más fuerte.

Si bien eran numerosos los participantes, la situación se centra en siete adolescentes que destacaron ya sea por sus participaciones en las asambleas o por mostrarse al frente y resaltar su presencia en el movimiento. Estos se habían dedicado a estudiar y militar, por lo que comenzaron a ser un foco de espionaje; en las clases, los profesores recalcaban que conocían su participación, lo cual puede ser entendido como una forma de intimidación; en las calles eran perseguidos y en sus casas se detonaban discusiones en torno al tema.

Estos son distintos obstáculos que se presentan al formarse como parte de la juventud subversiva. Por un lado, están las técnicas de represión, generalmente previstas, y por otro, el juicio social que viene desde el rechazo o bien la desinformación.

Asimismo, la película muestra un dilema que radica en las emociones de los jóvenes ante una situación de emergencia social. Es una dualidad entre la urgencia por actuar y el hacerlo precavidamente; es necesario encontrar un balance entre ambas partes: es fundamental arriesgarse para lograr un cambio, a la vez que, mientras más meditadas sean las acciones, mayor será la probabilidad de un avance. No obstante, al toparse con un enemigo de tal magnitud como lo es un régimen, la impotencia y la desesperación aumentan, haciendo más difícil encontrar este punto de equilibrio.

Eventualmente, los chicos son interceptados por el cuerpo militar. Una noche de septiembre, sus hogares son allanados por los militares, amedrentando a sus familias y, posteriormente, secuestrando a los menores de edad, no dejando rastro alguno en las listas oficiales. En ese momento, no se convierten en detenidos, sino en desaparecidos.

En la clandestinidad son torturados y violentados; no se encuentran solos, están junto a otros luchadores sociales en un grupo mixto donde incluso hay embarazadas. Aún así, son todos agredidos de forma indiscriminada, con la brutalidad inhumana que caracteriza a una dictadura militar. A pesar de su situación, se mantienen firmes en sus ideales, impulsándose principalmente por la unidad que han fortalecido; es su amistad la que los ayuda a sostenerse los unos a los otros y a sobrellevar las atrocidades.

Mientras tanto, la resistencia también se manifiesta fuera de las celdas a través de las madres en búsqueda. Con todo el dolor y la incertidumbre que significa desconocer el paradero de sus hijos, deben enfrentarse a un sistema que utiliza la burocracia para ocultar los crímenes de las autoridades. Comienzan a toparse con numerosas trabas que, en lugar de ayudar, se encargan de quitarles la esperanza.

La estrategia del régimen se basa en actuar con brutalidad para después disimular con sus discursos. De esta manera, desvían la atención de sus actos y tienen un mayor control sobre la situación. Manejando la información como les conviene, logran que las madres inviertan su tiempo y energía tratando sin éxito de utilizar la vía legal; únicamente buscan conseguir alguna certeza sobre el paradero de sus hijos, saber por lo menos si aún se encuentran con vida, pero lo que reciben son largas, desviaciones de la responsabilidad y mayor intriga que con la que comenzaron.

Además, las autoridades tienen el dominio absoluto sobre los mensajes que se difunden, y quien controla la información tiene el poder sobre las ideologías que permean y, por lo tanto, sobre el actuar de las personas. Quien se sale de la norma es censurado y criminalizado; comienzan a esparcirse ideas de que el problema son quienes se oponen al autoritarismo, que lo establecido es lo único correcto y eso justifica cualquier acto de violencia en contra de los otros, que su misma rebeldía es la culpable de recibir estos tratos inhumanos.

Todo esto genera un miedo colectivo que incita a la gente a no rebelarse, y así es como se sostiene la dictadura.

Hoy en día es fundamental que se analicen estas historias, puesto que nos encontramos en un punto crítico en el cual estas narrativas están retornando al poder. Lo que sucedió hace décadas en Argentina no es aislado y no quedó en el pasado; actualmente estamos presenciando el ascenso de personajes que retoman los mismos pensamientos fascistas que han caracterizado a cada dictadura y golpe militar en la historia. Está volviendo a los reflectores la derecha extrema que ha matado a estudiantes, periodistas y activistas, roto todo tejido social y desaparecido a miles de personas que hasta la fecha siguen sin claridad ni justicia. Ante este retorno, es indispensable que las juventudes no se dejen llevar por la propaganda ni por el miedo, que se dé una organización combatiente y responsiva ante el conservadurismo que tanto daño nos ha hecho hasta la fecha.

A estos chicos no se les volvió a ver. Sin embargo, el logro de su lucha se mantiene a día de hoy, demostrando el porqué es importante resistir. Porque hay algo en el espíritu rebelde que ninguna dictadura va a poder eliminar.

Esta película se encuentra disponible en Youtube https://www.youtube.com/watch?v=UyMb73DOBdc&t=1514s 

Andi Sarmiento

Me gusta escribir lo que pienso y siempre busco formas de cambiar el mundo; siempre analizo y observo mi entorno y no puedo estar en un lugar por mucho tiempo