Por 40 años los habitantes de la colonia Colorado 1, también conocida como “Ladrillera”, ubicada al sur de Mexicali, han vivido sin servicio de agua potable y sin energía eléctrica, lo que los obliga a buscar alternativas para atemperar las temperaturas de hasta 50 grados en verano.
Texto y foto: Sujey González Valenzuela / Border Hub*
BAJA CALIFORNIA. – La maestra Angélica Vásquez, vecina de la colonia Ladrillera, ha aprendido a aprovechar los pocos litros de agua que semanalmente reciben de una pipa que le surten las autoridades municipales.
Para la profesora de la Escuela Comunitaria Colorado 1 y los vecinos de la comunidad han tenido que adaptarse organizando sus tareas domésticas y cuidando su salud debido a la falta de agua potable.
Fue hasta que las autoridades se dieron cuenta que no contaban con el servicio de agua potable que comenzaron a enviarles una pipa, la cual reciben al menos una vez por semana.
Al no contar con este servicio de agua potable, dice la profesora, han tenido que cuidar de los pocos litros que reciben para que les alcance.
“Hay veces que no nos dura. En tiempo de calor no nos dura porque hay veces que nos dejan muy poquita agua en los tambos y en tiempo de calor se gasta mucha agua”, indicó.
Durante más de 40 años los residentes de La Ladrillera no han tenido acceso al servicio de agua potable y las autoridades no han mostrado interés en resolver el problema.
El agua que reciben la utilizan para lavar trastes, bañarse, lavar ropa y hacer el resto de sus actividades.
Angélica Vásquez dice que recibir agua una vez por semana es insuficiente para sus necesidades, pues en ocasiones el líquido se termina antes de que las pipas vuelvan a abastecerlos.
En Mexicali, aproximadamente un millón 231 mil 137 personas cuentan con servicio de agua potable, lo que representa una cobertura del 98.37 por ciento.
Los habitantes de la colonia Colorado 1 se encuentran entre las 20 mil 068 personas que no cuentan con acceso al agua en el municipio.
Esta comunidad se encuentra ubicada a 31 kilómetros al sur de la frontera entre Mexicali, Baja California y Calexico, California.
En ella residen aproximadamente 343 personas, de las cuales, 49 son adultos mayores y 75 menores de edad. La mayoría de sus habitantes se dedican a la elaboración de ladrillos y a la recolección de basura.
Según la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali (CESPM) es una de las 30 colonias y/o fraccionamientos que no cuentan con este servicio en el municipio.
La mayoría de las viviendas están construidas con pedazos de cartón, cobijas y tela, las cuales no impiden la entrada del frío en invierno y poco los resguarda del calor. Las mejores están fabricadas con ladrillos que ellos mismos elaboran.
Paradójicamente, la colonia sí cuenta con señal de telefonía e internet, incluso muchos residentes tienen teléfonos móviles, los cuales son cargados gracias a los paneles solares instalados en algunas de las viviendas. Esto también les permite ver televisión por algunas horas, aunque al caer la noche, la comunidad vuelve a la oscuridad.
Armando Carrazco López, director de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali (CESPM) explicó que la “Ladrillera” no tiene con servicio de agua potable debido a que los predios no están regularizados.
Dijo que hasta ahora no han recibido ninguna petición formal de los residentes para conectarlos a la red.
Explicó que antes de conectar a una colonia a la red de suministro tiene que haber un acercamiento de la paraestatal con los residentes. Una vez realizado, se procesa la información, se crea un proyecto y se establece el presupuesto requerido.
Carrazco López explicó que al menos 80% de los vecinos deben estar a favor de conectarse a la red y hacer un contrato con CESPM; de lo contrario, no puede realizarse la inversión.
Dijo que cada kilómetro de tubería le cuesta a la CESPM aproximadamente un millón de pesos.
Actualmente la CESPM tiene la solicitud de al menos dos ejidos en la zona rural de Mexicali que buscan conectarse a la red, justamente la zona donde existe el mayor rezago.
Patricia Márquez es otra de las residentes de la colonia “Ladrillera”; se dedica al hogar y en ocasiones apoya a su pareja trabajando en la elaboración de ladrillos o recolectando basura en la unidad de transferencia de la colonia Xochimilco, ubicada a 11 kilómetros de su comunidad.
Comentó que reciben el agua a través de una pipa que les envía el municipio, pero es difícil administrarla porque en ocasiones tarda en llegar hasta 15 días y es insuficiente, especialmente en verano cuando tienen que soportar las altas temperaturas.
Algunas veces no reciben el agua porque la pipa se descompone o no puede ingresar a la colonia cuando llueve. Eso provoca que no puedan lavar, ni realizar sus actividades básicas.
Patricia tiene una hija de 13 años y otro hijo de cuatro; ambos acuden a la escuela comunitaria ubicada en la colonia. Sin embargo, la falta de agua y energía eléctrica provoca que en ocasiones no acudan a clases.
“A veces se suspenden las clases por la situación del agua, por que si van a comer pues no es higiénico; de hecho en los baños no hay agua”, expresó Patricia.
A la escuela primaria acuden niños y niñas entre 4 a 13 años; está compuesta de cuatro salones donde imparten clases de educación temprana, preescolar, primaria y secundaria.
Los residentes han manifestado su preocupación porque en ocasiones los menores han padecido enfermedades estomacales e incluso deshidratación.
Desde hace años, los residentes de la colonia Colorado 1 han sostenido una batalla legal por la regularización de sus terrenos.
En un principio, vivían en colonias aledañas como Los Naranjos y Solidaridad Social, pero se instalaron de forma ilegal en la zona de la “Ladrillera” en chozas elaboradas con pedazos de madera, tela y cartón.
Años después, un hombre reclamó la propiedad de los terrenos ejidales pero lograron un acuerdo para cubrir en parcialidades el pago de los predios.
Tiempo después, una vez concluido el pago de los terrenos, el hombre falleció a causa de un infarto sin dejarles algún documento que los acreditara como propietarios.
Tras la muerte de esta persona, su presunta esposa acudió al lugar a reclamar la propiedad de los terrenos pese al pago que habían realizado. Les exigió pagar nuevamente y de no cumplirlo serían desalojados.
Angélica Vásquez narró que todo lo anterior ocurrió cuando era una niña, pero recuerda que la mujer llegó a la comunidad con una retroexcavadora con la intención de retirarlos.
«Nos comprometimos a volverle a pagar para que no nos dejaran en la calle. La gente no tenía a dónde irse y se pagó doblemente,» comentó.
Una vez que terminaron de pagar nuevamente, obtuvieron documentos que los acreditaba como propietarios ante el Tribunal Agrario, sin embargo, seguían sin estar regularizados.
El 7 de agosto de 2021 el exgobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, encabezó una “Jornada por la Paz” en la colonia Solidaridad Social y acudió a la colonia Colorado 1 donde los vecinos le plantearon su problema legal.
El exgobernador los atendió y se llevó la documentación de algunos predios con la promesa de regularizar sus tierras, pero no volvieron a tener noticias.
“Bonilla se llevó alrededor de 23 títulos; él nos prometió que nos ayudaría a legalizar nuestros terrenos”, mencionó Angélica.
A más de un año de esta visita los habitantes de la colonia Colorado 1 desconocen el destino de sus documentos y cuál ha sido el seguimiento de su caso.
Por su parte, el director del Instituto para el Desarrollo Inmobiliario de la Vivienda (Indivi), Gregorio Saul Osnaya López, explicó que los terrenos de la colonia Colorado 1 “Ladrillera” se encuentran irregulares porque desde hace tiempo existe una disputa entre particulares, toda vez que se trata de de propiedad privada.
Dijo que la anterior administración no dejó ningún documento relacionado con los predios de la “Ladrillera”, incluso duda de la autenticidad de esos títulos.
“Para iniciar un proceso de regularización primero se tendría que llegar a un acuerdo con los dueños de los terrenos”, comentó el funcionario.
Los residentes de la Colorado 1 reciben en promedio hasta dos tambos con 220 litros de agua por semana, es decir, alrededor de mil 760 litros al mes.
Sin embargo, la secretaría para el Manejo, Saneamiento y Protección del Agua (Seproa) ha señalado que el usuario doméstico en Mexicali consume hasta 16 metros cúbicos de agua al mes, es decir, aproximadamente 16 mil litros, ocho veces más que los habitantes de la “Ladrillera.
Laura Arévalo Castillo, mencionó que son más conscientes en el uso del agua y tratan de utilizarla cuantas veces sea posible.
“Tratamos de ahorrar el agua lo más que se pueda; la poquita agua que hay se reutiliza en el lavado, se trapea o se riega”, expresó.
Con las altas temperaturas que se registran en verano es indispensable bañarse varias veces para mitigar el calor, evitar algún caso de deshidratación y golpe de calor, especialmente en los menores.
Mientras esperan que se resuelva su problema legal, los residentes de la “Ladrillera” continúan con su vida y se adaptan para sobrevivir con la escasa agua que reciben; por ejemplo, bañándose en canales de riego y desperdiciando la menor cantidad posible.
Hasta ahora, permanecen alejados de los reflectores de la opinión pública y se han convertido en una isla a donde los servicios públicos parece que no llegarán.
Pero su lucha no termina, se encuentran gestionando un aumento en la entrega de agua a por lo menos tres veces por semana, mientras logran regularizar sus terrenos y ser atendidos por las autoridades.
* Este reportaje es parte del Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Norte, un proyecto del International Center for Journalists en alianza con el Border Center for Journalists and Bloggers.
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