Un pulmón para la ciudad, un parque y cultura para el pueblo de Santa Fe. La inauguración de la cuarta sección de Chapultepec fue recibida con mucha emoción por parte de los habitantes del pueblo de Santa Fe, quienes insistieron: es la primera vez que reciben «algo así».

Texto y fotos: Duilio Rodríguez

CIUDAD DE MÉXICO.- El 19 de abril de 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció en la conferencia mañanera la incorporación de una zona militar cedida por la SEDENA al parque de Chapultepec. Se trata de un terreno con 73 hectáreas que se encuentra en la zona del pueblo de Santa Fe, a un costado de Av. Constituyentes de la Ciudad de México.

Este terreno se suma a las tres secciones  que comprenden el bosque y que ahora se ha convertido en la Cuarta sección de Chapultepec.

El día de hoy, a dos años y medio de aquel anuncio del presidente de México, la Jefa de gobierno de la Ciudad, Claudia Sheinbaun y la secretaria de cultura Alejandra Frausto abrieron las puertas al público de una parte de este nuevo espacio de cultura y esparcimiento.

Al lugar llegaron puntuales cientos de personas de las colonias cercanas para presenciar la apertura del que será el parque biocultural más grande del país y uno de los proyectos prioritarios del gobierno actual. Con música, bailables tradicionales mexicanos, botargas y puestos de comida el espacio que alguna vez fue el lugar en el que el ejército preparaba armas y explosivos, lo ocuparon familias que querían conocer el lugar.

Terrenos en disputa por años

Demesio Aguinales es profesor. «Llegué aquí a trabajar a Santa Fe,  a una cuadra de la glorieta (situada en Vasco de Quiroga), hace treinta y tantos  años… justo en el 85. Llegué en marzo y en septiembre fue el temblor”. 

El profesor explica:

“En aquel entonces, de  la glorieta para acá era puro baldío. Todo,de ahí hasta el centro comercial, ahí donde ahora hay pura zona elegantiosa, era puro baldío. Ya después la zona fifi se agarra el nombre de Santa Fe. Pero eso no es santa fé, se agarraron el nombre. Toda esa gente es extraña. De hecho yo también soy extraño pero ya me considero parte de la comunidad, ya con 35 generaciones de alumnos de la mañana y tarde, he llegado a querer a la comunidad”.

Desde tiempos de Enrique Peña Nieto existió el plan de privatizar las hectáreas que ahora forman la cuarta sección, para construir condominios de lujo. El profesor Demesio lo recuerda: 

“La gente rica se apropió de esos lares, y de hecho se quiso apropiar –el PRI y el PAN, cuando estaba el Peña Nieto, decían que toda esa zona militar (que llega hasta el aurrerá) la iban a convertir en  una zona de departamentos de super lujo». 

Pero la comunidad se opuso en aquel entonces, unos cinco años atrás, cuando todavía estaba Peña Nieto: “En redes sociales vi que alguien hizo la propuesta de que no era justo y que mejor se hiciera un parque, porque son terrenos de la comunidad. Y decían: ‘únanse, voten’. Y ayer que me enteré que se hizo este parque, me alegré mucho de dar mi voto.

¿Un residencial para el Ejército?

Lo cierto es que, durante el sexenio de Peña Nieto, no pudieron privatizar estos terrenos militares; sin embargo, cuando llegó AMLO al poder, por unos meses fue revivido el proyecto. A finales de 2018, el presidente anunció que las 300 hectáreas se convertirían en un parque, a excepción de 30 hectáreas en las que la Sedena construiría y vendería condominios, y con ello podría financiar la construcción de varios cuarteles. Sin embargo, pocos meses después, el gobierno rectificó y anunció la cancelación de este proyecto. En su lugar, dio a conocer el presidente durante una conferencia de prensa matutina, se crearía esta cuarta sección y solo una pequeña porción de terreno se usaría para construir viviendas de interés social para militares.  

Las heridas abiertas de Santa Fe

Isolda López es vecina de la colonia Zenón Delgado. Ella está muy contenta porque “nunca habían hecho nada por acá”, nada de cultura o esparcimiento. Ella nunca había logrado entrar a la zona militar; las construcciones que rodean el espacio eran antiguamente una armería: un lugar en el que el ejército preparaba sus explosivos. 

La señora Isolda recuerda que Mancera ya había hecho negocios para vender estos terrenos, “por 10 mil millones de dólares. El que el presidente diera la noticia de que lo iban a donar a la gente… ¡Es increíble!  Es un lugar muy grande”, manifiesta. 

En la Cuarta sección se contempla la apertura de un museo, una nueva cineteca y la continuidad de las obras de conservación de los manantiales de Santa Fe.