Tamaulipas se convirtió en un hoyo negro para los migrantes, por eso no se dejan de ver si no es adentro de un albergue. Los grupos criminales tienen el control de la frontera y en sus manos está también el destino de miles de personas que llegan con la esperanza de una vida mejor.
Por Ignacio de Alba
Fotos Duilio Rodríguez
Tamaulipas es la frontera más cercana para quienes, desde el sur del país, buscan llegar a Estados Unidos. Pero también es la más peligrosa. En la última década el estado se convirtió en un hoyo negro para los migrantes, el lugar donde desaparecen, donde se dejan de ver si no es dentro de un albergue. Los grupos criminales tienen el control de la frontera y en sus manos está también el destino de miles de personas que llegan con la esperanza de una vida mejor.
Aquí los migrantes son tan sigilosos que no se les ve. El clima, las autoridades, las organizaciones criminales. Esta es la otra frontera de un país que podría parecer otro. El estado donde fueron masacrados 72 migrantes la Guardia Nacional no es para detener la migración sino la inseguridad. En la zona donde más se necesita que operen no hay guardias y casi ni gente. Ahí, el muro fue entregado hace años a los cárteles, que tienen todo el control del estado para definir qué migrante pasa o no.
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