5 junio, 2024
Ante esta crisis humanitaria que enfrentan los mexicanos en el exterior, es necesario que las organizaciones sociales en México y las comunitarias en Estados Unidos trabajen en una agenda común para que la virtual presidenta, Claudia Sheinbaum y los diputados de Morena y aliados legislen en la materia
Por Kau Sirenio / X: @kausirenio
El 15 de mayo, Bryan Maclean Howard, de 41 años de edad, conducía un camión a Cannon Farms, en Dunnellon, donde los jornaleros cosechaban sandías. Ese día no alcanzaron llegar al campo agrícola porque el conductor perdió el control.
En el accidente al menos ocho personas murieron y otras 40 resultaron ileso; todos los que viajaba en ese autobús eran ciudadanos con visas H-2A –visa de trabajo agrícola–, que el gobierno de Estados Unidos otorga a mexicanos que buscan emplearse en la agricultura gringa.
La migración a los campos agrícolas de los estados de Georgia, Florida, Carolina del Norte y del Sur, Alabama, California, Oregón, Idaho…, tienes años, pero hasta ahora no se ha regulado porque sigue siendo una visa unilateral porque no hay acuerdo con el gobierno mexicano.
Los migrantes que se van a este mercado laboral temporal en su mayoría son de situación de marginación social, por lo que están en constantes riesgos en los campos de Estados Unidos, que además son explotados por los granjeros.
Los problemas que enfrenta los jornaleros temporales en ese país es cada vez más complejo, no pueden denunciar el trato inhumano en que trabajan, porque los granjeros los amenazan con no volver a requerir su servicio y como no tienen el acompañamiento de los consulados mexicano, pues se quedan a la deriva.
De acuerdo con la directora Centro de los Derechos del Migrante (CDM), Rachel Micah-Jones –La Jornada 26 e mayo de 2024–, durante 2020, murieron 589 jornalero con visa H2A, casi la mitad –271– fallecieron en incidentes relacionados con el transporte.
La defensora de derechos humano dijo en entrevista con Jared Laureles de la Jornada que los accidentes en el condado de Marion, Florida, y en Idaho Falls, provocaron la muerte de 14 trabajadores agrícolas, en el primer caso donde fallecieron ocho mexicanos, el empleador habría retenido sus pasaportes.
La cifra que revela Rachel Micah-Jones no es nada alentador para los jornaleros y sus familiares que reciben información a cuentagotas cuando ocurren este tipo de tragedia; si a esto le agregamos las enfermedades que padecen los obreros agrícolas en los surcos debido al uso indiscriminada de agroquímico.
“Hay un montón de abusos en los programas debido a que las visas están controladas por las empresas y éstas dictan las condiciones de reclutamiento. Los trabajadores no pueden salir fácilmente a buscar otro empleador, básicamente las empresas deciden quién viene y quién no”, expuso.
En 2018, entrevisté a Gerardo Reyes Chávez en Immokale, Florida, en la platicó reveló datos que muchos mexicanos desconocen lo que pasa en los campos agrícolas: “Conocí, por medio de la Coalición, historias de trabajadores que pagaban renta a los rancheros, que además les cobraban cinco dólares para bañarse.
Desde que llegué me involucré de lleno en la organización. En Immokalee llevo dieciocho años trabajando en diferentes cultivos: tomate, naranja y sandia”.
En ese encuentro, Reyes Chávez coordinaba los trabajos al interior de la Coalición de Trabajadores Agrícolas de Immokale, una organización comunitaria que se propuso acabad con los abuso de los granjeros en contra de los jornaleros agrícolas.
Gerardo contó que la lucha en Immokalee es acabar con la explotación laboral en los surcos de Florida: “Cuando llegué aquí pensé que iba a ganar buenos dólares, pero no fue así; las cosas no son como te lo cuentan en México. La verdad, aquí conocí a jornaleros que trabajaban condición de esclavitud. En 1997 intervino el Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) para que el caso llegara a la corte federal y el departamento de justicia. Los rancheros fueron procesados y encarcelados”.
El jornalero dice que los rancheros tuvieron a jornaleros trabajando bajo amenazas de muerte, maltrato e intimidación, y que las personas que llegaban reclutadas desde su lugar de origen eran los que sufrían los peores maltratos.
Las historias de los jornaleros en Estados Unidos son muchas, pero en ni uno de estos hechos el consulado mexicano ha intervenido, en muchos de los casos, en lugar de defender a los mexicanos lo que hacen es cooperar con las empresas estadounidenses para que los obreros del campo se queden desprotegidos.
Así las cosas, ante esta crisis humanitaria que enfrentan los mexicanos en el exterior, es necesario que las organizaciones sociales en México y las comunitarias en Estados Unidos trabajen en una agenda común para que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum y los diputados de Morena y aliados legislen en la materia.
La embajada y los consulados tienen que reconstruirse para que puedan acompañar a los migrantes en el exterior, tanto a los indocumentados, así como los jornaleros agrícolas con visa en Estados Unidos y Canadá.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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