Once de los 14 ultrarricos mexicanos se han beneficiado, directa o indirectamente, de concesiones del Estado. Con la pandemia las fortunas de los millonarios mexicanos incrementaron de forma “desproporcionada”, según el último estudio de Oxfam México
Texto: Redacción Pie de Página
Fotos: Pie de Página y Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO.- Los ricos en México se han beneficiado de “un sistema legal y tributario hecho a modo” que ha hecho incrementar sus fortunas, según el último informe de Oxfam llamado “El Monopolio de la desigualdad”.
La concentración de la riqueza en México es tan extrema que la fortuna conjunta de Carlos Slim y Germán Larrea representa aproximadamente el 70 % de la riqueza privada en el país, equivalente a la riqueza de la mitad de la población más empobrecida de América Latina y el Caribe, alrededor de 334 millones de personas.
La desigualdad está “estrechamente vinculada al poder político”, según el reporte de la organización. El informe detalla que once de los catorce ultrarricos mexicanos han sido beneficiarios de privatizaciones, concesiones y permisos otorgados por el gobierno en las últimas décadas, que se refleja en “la transferencia masiva de riqueza de lo público a una pequeña proporción de personas”.
“Las decisiones políticas de las últimas décadas han permitido que una sola persona concentre casi uno de cada 20 pesos de la riqueza de este país”, en referencia al magnate Carlos Slim, quien encabeza la lista de los ultrarricos en el país.
“La fortuna de Slim es equivalente a la de la mitad más pobre de la población, que suma casi 64 millones de personas”.
Según el informe las personas más ricas de México son: Carlos Slim, Germán Larrea, Ricardo Salinas Pliego, Alejandro Bailleres, María Asunción Aramburuzabala, Antonio del Valle Ruiz, Rufino Vigil, Fernando Chico Pardo, Carlos Hank Rhon, Juan Domingo Beckmann, Karen Virginia Beckmann, Roberto Hernández Ramírez, David Peñaloza Alanís y Alfredo Harp Helú.
Curiosamente los más ricos de la lista fueron directamente beneficiados con privatizaciones y concesiones: Carlos Slim con Telmex, Ricardo Salinas Pliego con TV Azteca, Germán Larrea con Ferrocarriles de México y Roberto Hernández en el sector bancario.
Se explica que estos desequilibrios afectan no solo a la población en general, sino también a las micro, pequeñas y medianas empresas que compiten en un campo aparentemente nivelado, pero profundamente desigual.
La actual situación económica “es el resultado de decisiones políticas”. Oxfam propone romper la relación de conveniencia “entre el poder económico y el poder político en México. Necesitamos nuevas reglas del juego que reconozcan que la economía es política. Estas reglas deben revitalizar el rol del Estado mexicano para echar atrás y regular los monopolios, poner impuestos a grandes corporaciones y fortunas personales y reconocer y promover nuevas estructuras empresariales y de propiedad.
En el informe se reconoce que en los últimos años ha habido avances en la política social y salarial, que han mejorado la distribución del ingreso. Oxfam explica que en México se ha reducido la proporción de la población en situación de pobreza de 41.9 a 36.3 % y el salario mínimo ha crecido en 65.2 %, entre 2018 y 2022.
Sin embargo, Oxfam asegura, “esto no es suficiente cuando las reglas del juego para el resto de la población en México siguen siendo muy distintas a las que rigen a los ultrarricos”.
En el informe se asegura “Casi una década después de nuestro informe Desigualdad extrema en México, escrito por el economista Gerardo Esquivel, el panorama de la extrema concentración de la riqueza resulta aún más desalentador”.
Durante este período, «hemos sido testigos de la consolidación de un reducido grupo de ultrarricos que ha aprovechado un sistema legal y tributario a medida para incrementar desmesuradamente sus fortunas”
Según la publicación, la marcada concentración de la riqueza en el sector privado encuentra sus raíces en dos factores interconectados. En primer lugar, las privatizaciones de las décadas de los ochenta y noventa del siglo pasado representaron una monumental transferencia directa de riqueza desde el gobierno hacia un reducido grupo de magnates empresariales. En este lapso, más de mil empresas públicas fueron privatizadas, siendo muchas de ellas ahora propiedad de los integrantes de la lista de ultrarricos en México. Para el año 2020, apenas quedaban 66 empresas públicas, consolidando el control privado sobre sectores clave de la economía.
La herencia de las privatizaciones es clara: “un grupo selecto controla una parte desproporcionada de la riqueza nacional, dejando a la población en una posición de desventaja económica”.
El informe pone un especial énfasis en la industria extractiva: “en México, la minería no produce desarrollo, bienestar o muchos empleos, sino que es el origen de violencia, contaminación y desplazamiento forzado de comunidades”.
Dos de los hombres más ricos del país, Germán Larrea y Alejandro Bailleres, dominan la industria en México, gracias a concesiones otorgadas por el Estado. El documento de Oxfam expone que solo ellos dos controlan el 80 % de la minería en el país.
Oxfam denuncia que las empresas pagan pocos impuestos, solo el 17.9% . “Lo cual es bajo cuando se compara con la tasa de impuesto sobre la renta (ISR) que pagan las personas trabajadoras, por ejemplo. De hecho, llama la atención que el impuesto al valor agregado (IVA) que pagaron fue negativo —casi 17 mil millones de pesos—, lo que significa que el gobierno mexicano no solo les cobró pocos impuestos, sino que incluso les devolvió dinero”.
La fortuna combinada de los 14 ultrarricos mexicanos, aquellos con más de mil millones de dólares, ha casi duplicado su valor desde el inició la pandemia de Covid 19.
Por ejemplo, la fortuna de Carlos Slim creció 58%, en términos reales, desde que inició la pandemia. La fortuna de Germán Larrea, el segundo hombre más rico de del país, se incrementó en 125 %, en el mismo periodo.
La desigualdad económica en México ha alcanzado niveles alarmantes, exacerbados por la pandemia de Covid. La concentración del poder económico se manifiesta en las grandes empresas, que, con su poder monopólico, pueden fijar precios en sectores clave de la economía. Esto ha llevado a un aumento desproporcionado de los precios, exacerbando las desigualdades.
En el periodo de septiembre de 2021 a septiembre de 2022, las ganancias de las empresas absorbieron el 60 % del incremento en los precios, marcando el mayor aumento en el costo de vida en dos décadas en México.
Aquí puedes consultar el informe de Oxfam.
Portal periodístico independiente, conformado por una red de periodistas nacionales e internacionales expertos en temas sociales y de derechos humanos.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona