Vortex es desgarradora y al mismo tiempo creativa. Es un filme semiautobiográfico, pues antes de la muerte de su madre, Gaspar Noé fue testigo de lo devastador que resulta la demencia senil, ella lo padeció.
Por: Évolet Aceves
Vortex (2021)es la más reciente película del reconocido director franco-argentino Gaspar Noé, ampliamente reconocido como creador de cine de autor y de cine experimental. Es director de más de diez cortometrajes y otros seis largometrajes, entre ellos la icónica película Climax (2018) y Lux Æterna (2019).
Vortex muestra una faceta de Noé diferente, una forma distinta de narrar por la naturaleza de la historia y de sus personajes. Es desgarradora y al mismo tiempo creativa. Es un filme semiautobiográfico, pues antes de la muerte de su madre, Gaspar Noé fue testigo de lo devastador que resulta la demencia senil, ella lo padeció. A pesar de que es un filme que puede ser visto incluso por niños, Noe la concibe como su película más terrorífica, y la más triste también. La cintaahonda en la demencia senil que encuentra forma en el diagnóstico del trastorno neurológico mnémico conocido como Alzheimer. “La demencia es el terror”, afirma el director.
Fue una producción espontánea surgida a partir de la pandemia; Gaspar Noé sentía la necesidad de retratar lo caótico de la demencia, enfermedad harto frecuente en la población mundial, sobre todo en personas mayores, a partir de una historia en la que la convivencia diaria se vuelve un torbellino, pero sobre todo en el sufrimiento que pulula al interior de la familia, comenzando por quien padece esta enfermedad, y luego en los más cercanos.
El elenco está protagonizado por Alex Lutz (Stéphane): hijo de un matrimonio de la tercera edad: Dario Argento, que interpreta a Lui, escritor y esposo de Elle (la actriz Françoise Lebrun). Elle es una psiquiatra que comienza a padecer los estragos del Alzheimer en el transcurrir de la película.
En el plano técnico, Noé utilizó el formato medio y la pantalla dividida o Split screen, un método innovador —al que también recurrió en Lux Æterna— en el que la pantalla está a todo momento dividida en dos, de esta manera se experimenta una especie de flexibilidad iconográfica y emocional de la historia.
La razón por la que Noé acudió de nuevo a esta técnica, que pareciera adherirse como uno de sus sellos distinguibles en su filmografía, es porque a él le parecía una secuencia “más natural” de la historia, puesto que se pueden apreciar los gestos, movimientos y ambientaciones de más de un personaje a la vez o del mismo personaje desde diferentes ángulos; no obstante, a mí no sólo me causó la impresión de naturalidad de la historia a la que él alude, además, me dio la impresión de volver a la demencia un personaje más: la escisión de la persona, el vacío que es a la vez el todo, el espacio entre su psiquismo y su realidad, la división entre el imaginario y lo real en términos lacanianos.
En cuanto al guion, Noé jugó con darle libertad a los actores, hubo guion, pero este fue flexible y en más de una ocasión inexistente, de tal manera que le pidió a los actores recurrir a la improvisación de diálogos. Esto lo supe después de haber visto la película, por supuesto dicha improvisación no se notó, un gran acierto.
Los actores dominaron la pantalla profesionalmente, la naturalidad estuvo presente a todo momento, esto fue porque tanto los actores como el mismo director habían tenido experiencias semejantes con personas cercanas en torno a la demencia senil.
También hay un posicionamiento político de Gaspar Noé con respecto a la eutanasia, que queda explícito al ver la película (se encuentra en la cartelera de la plataforma de streaming Mubi).
Podría describir las escenas que me impactaron más, pero la película en su conjunto es una magnífica obra, por decir poco, que merece ser vista.
Évolet Aceves
Twitter: @EvoletAceves
Instagram: @evolet.aceves
Évolet Aceves escribe poesía, cuento, novela, ensayo, crónica y entrevistas a personajes del mundo cultural. Además de escritora, es psicóloga, periodista cultural y fotógrafa. Estudió en México y Polonia. Autora de Tapizado corazón de orquídeas negras (Tusquets, 2023), forma parte de la antología Monstrua (UNAM, 2022). Desde 2022 escribe su columna Jardín de Espejos en Pie de Página. Ha colaborado en revistas, semanarios y suplementos culturales, como: Pie de Página, Nexos, Replicante, La Lengua de Sor Juana, Praxis, El Cultural (La Razón), Este País, entre otros. Fue galardonada en el Certamen de ensayo Jesús Reyes Heroles (Universidad Veracruzana y Revista Praxis, 2021). Ha realizado dos exposiciones fotográficas individuales. Trabajó en Capgemini, Amazon y Microsoft. Actualmente estudia un posgrado en la Universidad de Nuevo México (Albuquerque, Estados Unidos), donde radica. Esteta y transfeminista.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona