La dama del silencio

29 julio, 2023

Pese a que María José Cuevas asegura que el centro del documental no es la Mataviejitas, yo creo que sí lo es. La directora menciona que es un documental que denuncia el sistema penal mexicano, y sí, pero en segundo plano, simplemente con el título del documental, ya hay una intención evidente de por medio

Tw: @EvoletAceves

Juana Barraza, la Mataviejitas, se volvió una leyenda por los eventos de que fue protagonista. No son comunes los asesinos seriales en México, menos aún mujeres, y mucho menos mujeres con cualidades comúnmente atribuidas a hombres. Aunado a ello, Juana Barraza se convirtió en la asesina —en aquel entonces no existía el término feminicida— de la vulnerable abuelita mexicana, de la madre de familia abnegada, sabia y redentora. ¿Por qué las asesinaba? Es la pregunta que innumerables criminólogos y psicólogos nos hemos hecho. Aunque se ha hablado de un evidente odio a la madre, realmente sólo ella tiene la respuesta.

Empiezo por decir que La dama del silencio, recientemente estrenado en Netflix, es un excelente documental en torno a Juana Barraza, dirigido por María José Cuevas, quien en 2016 sorprendió con Bellas de noche, documental centrado en las vedettes que llegaron a la cúspide de la fama en el entonces Distrito Federal, las dueñas del espectáculo noctámbulo y de una época del siglo pasado.

Pese a que Cuevas asegura que el centro del documental no es la Mataviejitas, yo creo que sí lo es. La directora menciona que es un documental que denuncia el sistema penal mexicano, y sí, pero en segundo plano, simplemente con el título del documental, ya hay una intención evidente de por medio. La dama del silencio es el seudónimo de Juana Barraza como luchadora técnica, que, como se reitera en la película, realmente nunca luchó sobre ningún ring, sólo tenía su traje y toda la parafernalia que envuelve a un luchador.

Hablemos sobre la denuncia al sistema penal mexicano. Me gusta la forma en que Cuevas lo retrata, pues a la mitad del documental éste da un giro inesperado para exponer el caso de Araceli Vázquez García, una interna que fue el chivo expiatorio antes de que la policía diera con Juana Barraza, y que hasta la fecha continúa injustamente en prisión. Para el sistema judicial esta mujer permanece en el olvido.

Es gracias a este documental que el caso de Araceli Vázquez vuelve a hacerse mediático, luego de casi 20 años, cuando fue detenida por robar después de entrar a las casas de las viejitas, y luego se le imputaron las muertes de Juana Barraza, de quien aún no se tenía conocimiento. Fue erróneamente exhibida en televisión como la Mataviejitas con sobra de sensacionalismo, bata de enfermera y peluca.

Realmente Araceli nunca asesinó a ninguna de las mujeres que robó. Incluso ya superó su sentencia, y aún así continúa encarcelada. Los funcionarios muestran total desconocimiento del caso de Araceli, no se acordaron de ella cuando la documentalista les preguntó por qué seguía en la cárcel si ella no era culpable de los asesinatos, evidenciando así la ineptitud de más de un funcionario.

La fotografía de La dama del silencio me recuerda al documental previo de Cuevas, un excelente manejo de luz y un encuadre perfecto. Asimismo, las animaciones son excelentes e ilustrativas, guían al espectador a través de mapas de calles y colonias; las escenografías de los entrevistados que forman o formaron parte del cuerpo político o de investigación policiaca, forense y periodística también está muy bien elegida.

Es interesante conocer el testimonio de las víctimas secundarias de la Mataviejitas: familiares o seres queridos de las mujeres asesinadas, testigos. La entrevista al hombre que fue clave en la detención de Juana Barraza es memorable, narra cómo fue que la encontró in fraganti poco tiempo después de haber asesinado a su última víctima.

María José Cuevas evidencia que un documental es, además de una obra cinematográfica, un trabajo de investigación demandante y riguroso, y lo lleva a cabo con testimonios a los que no se les había atendido con la profundidad con la que ella sí. Además de los arriba mencionados, también entrevista a las luchadoras que eran amigas cercanas de Juana Barraza, a la forense que básicamente esculpió un ejemplar con base en las generalidades de todos los retratos hablados de la Mataviejitas, pero también a las trabajadoras sexuales trans a quienes la policía hostigó y violentó en redadas tras la urgencia de no hallar a Barraza.

Muy buen trabajo recopilatorio de testimonios que circundaron a Juana Barraza. En este documental se muestran documentos y narraciones que no habían sido públicos hasta hoy. Me hubiera gustado ver comentarios de los hijos o de la familia cercana a Juana Barraza, aunque claramente no es una tarea fácil.

María José Cuevas lleva el documental a un primer nivel. Ya lo vimos en Bellas de noche, hoy lo vemos con La dama del silencio. Hay varios aspectos en común entre estos dos documentales: las mujeres son el centro, la fama y el sensacionalismo que rodean a los personajes en cuestión también forman parte fundamental de los intereses de Cuevas, pero también está la cultura implícita, al tratarse de ciertas leyendas femeninas de la Ciudad de México. Me intriga saber cuál será su próximo documental.

IG: @evolet.aceves

everaceves5@gmail.com

Évolet Aceves escribe poesía, cuento, novela, ensayo, crónica y entrevistas a personajes del mundo cultural. Además de escritora, es psicóloga, periodista cultural y fotógrafa. Estudió en México y Polonia. Autora de Tapizado corazón de orquídeas negras (Tusquets, 2023), forma parte de la antología Monstrua (UNAM, 2022). Desde 2022 escribe su columna Jardín de Espejos en Pie de Página. Ha colaborado en revistas, semanarios y suplementos culturales, como: Pie de Página, Nexos, Replicante, La Lengua de Sor Juana, Praxis, El Cultural (La Razón), Este País, entre otros. Fue galardonada en el Certamen de ensayo Jesús Reyes Heroles (Universidad Veracruzana y Revista Praxis, 2021). Ha realizado dos exposiciones fotográficas individuales. Trabajó en Capgemini, Amazon y Microsoft. Actualmente estudia un posgrado en la Universidad de Nuevo México (Albuquerque, Estados Unidos), donde radica. Esteta y transfeminista.