Estudiantes, integrantes de organizaciones que luchan por la defensa del territorio en la Ciudad de México, trabajadores y personas de la academia se reunieron para acordar los puntos para la construcción de un plan de ordenamiento que venga desde abajo y haga frente al modelo de “Ciudad mercancía”

Texto y fotos: Camilo Ocampo

CIUDAD DE MÉXICO. – Desde la UNAM, estudiantes, integrantes de organizaciones que luchan por la defensa del territorio en la Ciudad de México, trabajadores y personas de la academia se reunieron para comenzar a construir lineamientos colectivos que hagan frente al modelo de “Ciudad mercancía”. Para eso, proponen la formación y fortalecimiento de redes territoriales-vecinales autónomas en la ciudad. Mediante la proliferación de comités comunales.

De acuerdo a quienes participaron en el encuentro, no existe un modelo de planificación que priorice la vida sobre los usos de suelo mercantilízados  y es por eso que se llevan a cabo estas reuniones

En ese sentido comenzaron a generar las primeras mesas de trabajo para formar polígonos vecinales y comunales que “no tienen que ver con una delimitación arbitraria de organización política, sino que tienen que ver con una organización que se ha dado de forma armónica entre habitantes”.

Para eso propusieron cuatro ejes de trabajo:

“¿Como se formarán estos polígonos?; ¿Como se tendrán herramientas para ir en contra de la Ciudad mercancía?; ¿Como tener herramientas para salvaguardar el patrimonio cultural y ambiental? y por último ¿cómo hacer un plan de acción conjunto?”

Gentrificación y despojo: los problemas

Durante las mesas de trabajo se identificaron algunas problemáticas comunes, mismas como la turistificación y gentrificación, especialmente en pueblos y barrios originarios, la inseguridad y la militarización del espacio público, pero hicieron un especial énfasis en la apatía ¿cómo hacer que la gente participe en este tipo de espacios?

Para responder a esa pregunta, quiénes integraron las mesas de trabajo, propusieron que se realicen brigadas en las universidades y se habló de la importancia de que fueran estudiantes quienes se encarguen del trabajo de vinculación, -porque ese es el  espacio político qué hay en muchas partes del territorio-, además de realizar mapeos territoriales y climatológicos, así como diagnósticos en las zonas y recorridos para que la gente conozca sus espacios.

Uno de los puntos necesarios para formar estos polígonos es el rescate de la memoria con una visión desde la comunalidad, ¿Cómo nuestra memoria se vincula con el territorio?

Durante un pronunciamiento las personas que participaron en la asamblea afirmaron que -Nuestra visión de ciudad comunal camina hacia comunalidades creativas, fluidas e innovadoras, donde el cuidado mutuo sea la constante, y con las que nuestros territorios sean participes de una vida creativa, digna y libre-

Marcha en la Facultad de Arquitectura

Luego de las primeras mesas de trabajo para un plan de ordenamiento que venga desde la comunidad, un contingente partió desde la Facultad de Filosofía y Letras para dirigirse hacia la Facultad de Arquitectura para protestar en contra del plan de estudios, debido a que se centra en favorecer a las empresas privadas.

De acuerdo a una estudiante de la Facultad que prefiere omitir su nombre menciona que “a las arquitectas, urbanistas y arquitectas de paisaje, se nos enseña a poner el territorio a la venta de los privados, se legitiman a través de sus diseños y proyecciones financieras”.

También hizo un llamado a la dirección de la  facultad a dejar de educar a sus estudiantes para que pongan sus servicios y conocimientos técnicos a favor de los empresarios: “Aquí se nos enseñan a hacer megaproyectos”.

Como parte de la protesta colocaron una manta dentro las instalaciones en donde se puede leer la leyenda “De esta  Facultad egresan los  que construyen los megaproyectos  que nos desplazan”.