En 2012, la alianza entre el PRI-PAN-PRD selló el destino de su derrota. El Pacto por México fue la debacle de principios que hoy, 12 años después, les pasó la factura. Sin embargo, ante su debacle una nueva fuerza política emerge desde las sombras: el Partido Verde
Texto: Kau Sirenio
Foto: Guillermo Perea / Archivo Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO. – El 2 de diciembre de 2012, Jesús Zambrano llegó al Alcázar de Chapultepec para la firma del Pacto por México. Ese día lucía jovial, ante un auditorio lleno de priistas y panistas que por primera vez se reunían para construir un gobierno de coalición con lo que pretendían abatir la desigualdad social.
Ese día, el presidente de México, Enrique Peña Nieto y los presidentes nacionales del PRI, PAN y PRD, María Cristina Díaz Salazar, Gustavo Madero y Jesús Zambrano Grijalva firmaron uno de los pactos políticos que le hizo mucho daño a los mexicanos.
Con la firma del Parto por México vinieron una serie de reformas que lejos de disminuir la desigualdad lo profundizó más y las violaciones a los derechos humanos crecieron en espiral; luego vino el silencio que los llevó a a su primera derrota de 2018.
Después vinieron las reformas estructurales: Laboral, competencia económica, telecomunicaciones, financiera, hacendaria, energética, político electoral, educativa, transparencia, Código Nacional de Procedimientos Penales, y seguridad social que fueron aprobadas en el Senado de la República y la Cámara de Diputados en tiempo récord por las bancadas del PRI, PAN y PRD.
Enrique Peña Nieto afirmó que el acuerdo político iba a aumentar el crecimiento económico mayor a cinco por ciento anual y la inversión por encima de 25 por ciento del producto interno bruto (PIB).
La promesa del crecimiento económico mayor a cinco por ciento no tuvo éxito porque apenas creció en un promedio anual de de 2.5%. Mientras el PIB no logró su objetivo, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a duras penas llegó a 2.5.
Años después se supo que la rapidez en la aprobación fue porque el ejecutivo federal sobornó a los legisladores. Así empezó la decadencia de los tres partidos políticos que firmaron el acuerdo cupular perdieron todo: La presidencia, gobernadores, Congreso de la Unión y congresos locales, o sea, se quedaron sin nada y lo peor de todo, “sin identidad” afirmó el exdirigente del PAN, Damián Zepeda.
Meses previos a la elección, en una entrevista con la tiktokera Andrea Chávez, el senador de blanquiazul dijo que su partido político tenía que regresar a su identidad: “Hoy está un poco perdido, qué representamos, votaciones inexplicables, todos estos problemas de los programas sociales, es porque votaron mal en la cámara de diputados”.
Luego se lanza a la yugular contra la actual dirigencia de su partido: “Dónde estaba la supervisión, la guía política, la agenda de la dirigencia para que no se cometiera ese error que tanto nos ha costado; siento que el PAN tiene que recuperar esa identidad, yo quiero ver a ese PAN abierto a la sociedad, hoy se ha cerrado, hoy está bajo el control de operadores internos”.
En otra entrevista con ADN40 el exdirigente aseguró que no cree en la alianza del PAN, PRI y PRD, porque lo veía brutal por sus convicciones, porque no puede dejar atrás la argumentación de que es una incongruencia histórica porque no comparte su lucha ideológica.
“No se puede hacer alianza con el PRI que trae un 65 por ciento de rechazo, eso pone una barrera que hace imposible que rompamos esa resistencia que tenemos, porque no se trata de cambiar el discurso autoritario del presidente por otro, creo que ahí nos equivocamos de estrategia”.
Si bien es cierto que el Pacto por México nació muerto desde el primer día de su firma, pues las reformas estructurales no contaron con el consenso de la sociedad civil, no hubo una consulta para que los de demás participaran; prácticamente estaba cocido y solo faltaba un trámite legislativo.
Además de los escándalos de corrupción en el gobierno de Peña Nieto, las represiones policiacas en contra de los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) por oponerse a la reforma educativa, la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero el 26 de septiembre de 2014, profundizaron el rechazo al PAN y el PRI.
La primera derrota de la oposición ocurrió el 2 de julio de 2018, cuando perdieron la mayoría en los congresos locales: de los 27 de las 32 estados de la República donde se renovaron congreso local: morena ganó en 19; mientras que el PAN consiguió cinco, el PRI en dos y MC en uno.
Mientras en la jornada de 2 de junio, Morena y sus aliados, los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y del Trabajo (PT) obtuvieron mayoría en 26 de los 30 Congresos locales, y la mayoría calificada en la Cámara de Diputados.
De hecho, el Partido Verde, aliado del PRI en 2012, y que hasta antes de esa elección parecía estar al borde de la desaparición, ahora es la segunda fuerza política en la Cámara de Diputados, además de tener una sola gubernatura por sí mismo (San Luis Potosí) y ganar la elección en 7 de los 9 estados que se disputaron este 2 de junio.
En sus filas, personajes como Eruviel Ávila, Adrián Ruvalcaba, Manuel Velazco Coello, Omar García Harfuch y Jorge Emilio González dan cuenta de su pragmatismo, el mismo que le ha permitido ascender de la mano de los partidos hegemónicos: primero el PRI, y ahora Morena.
La alianza conformada por los institutos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Revolucionario Institucional (PRI) se quedaron con los poderes legislativos en Chihuahua, Aguascalientes, Nuevo León y Querétaro (compartido aquí con el Partido Verde, quien ganó 7 escaños).
Esto, como adelantó Damián Zepeda en su entrevista, es un fracaso:
“Es un fracaso electoral. Esa alianza PAN-PRI no va a funcionar, y si repite lo mismo, te van a volver a ganar. Lo vimos en 2021, de 15 estados, ¿cuánto ganó la alianza?, cero; y aún así alegan que es la única forma de ganarle a Morena”.
Tras la derrota del la oposición, el panista Roberto Gil Zuart dio una entrevista a Ciro Gómez Leyva. En ella cuestionó los resultados de la jornada electoral que evidenció de como la oposición no entendió el contexto político y social de México, y afirmó que la mayoría de los mexicanos que no comparten la visión de la 4T pareciera que viven «en una nube».
«Estábamos en una suerte de nube y creo que eso también explica este debate alrededor de las encuestas. Una nube que, probablemente, son tus conversaciones en WhatsApp o la información que te llega en las redes sociales, y vimos un país, probablemente, un país en el que había un 50/50, un país dividido, un país que estaba castigando a López Obrador, veíamos, probablemente, una elección muchísima más cerrada, cuando en el fondo, las intenciones, las preferencias electorales de los ciudadanos estaban en otro lado».
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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