La batalla por la Ciudad

12 abril, 2021

Morena busca refrendar su lugar de primera fuerza política en la CDMX y apuntalar a una de sus aspirantes a la Presidencia en 2024: Claudia Sheinbaum, quien tiene a su favor la historia y una oposición dispersa y desarticulada

Twitter: @chamanesco

Una de las razones históricas que explican el triunfo de Morena en 2018 es el arraigo de la izquierda en la Ciudad de México. 

Sin el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en las primeras elecciones democráticas del entonces Distrito Federal, en 1997, probablemente no se habría despejado el camino para que, 21 años después, Andrés Manuel López Obrador llegara a la Presidencia de la República.

En un país centralista, el tabasqueño logró una proyección nacional gracias a su paso por la Jefatura de Gobierno (2000-2006), que a su vez le sirvió como plataforma para sustituir al ingeniero Cárdenas como líder de las huestes perredistas y principal referente de la oposición.

Con sus campañas presidenciales de 1988, 1994 y 2000, Cárdenas logró cohesionar a las muy diversas izquierdas y mantener un dique opositor a los acuerdos salinistas y zedillistas del PRI-PAN. Después, López Obrador tomó la estafeta, hizo del PRIAN y del neoliberalismo el enemigo a vencer en sus campañas de 2006, 2012 y 2018, hasta que finalmente llegó al poder.

En esa historia de 30 años, la Ciudad siempre estuvo ahí como referente principal de esa izquierda que, en los 60 y 70, había sido excluida de la participación política, incluso mediante “guerra sucia”, represión y clandestinidad obligada.

La Ciudad no sólo fue semillero de cuadros, sino prueba de que la izquierda podía y sabía gobernar.

La administración de Claudia Sheinbaum es heredera de esa historia y de un modelo de gobierno en el que sus antecesores fueron delineando proyectos, programas sociales, estilos y políticas públicas.

Cuauhtémoc Cárdenas, Rosario Robles, López Obrador, Alejandro Encinas, Marcelo Ebrard e incluso Miguel Ángel Mancera, con aciertos y errores, con sus múltiples claroscuros, dejaron su impronta en la capital y prohijaron una amalgama de grupos, corrientes e intereses que hoy, nuevamente, entran en conflicto ante una nueva renovación de los poderes locales.

Aunque no está en juego la Jefatura de Gobierno, las elecciones de la Ciudad de México, en este 2021, cobran una doble dimensión política: la del peso de los intereses económicos locales (gremiales, inmobiliarios, industriales y hasta criminales), y la de los reacomodos y reposicionamientos del partido en el gobierno de cara a 2024.

En 2018, Morena ganó 29 de los 33 distritos locales, y actualmente tiene una fracción parlamentaria de 34 diputados, a los que se suman 3 del PT, 2 del PES y 1 del PVEM, para ejercer una abrumadora mayoría de 40 de 66 diputaciones locales. 

En las mismas elecciones, Morena ganó 11 de 16 delegaciones, dejando para la oposición únicamente cinco territorios: Benito Juárez (PAN), Coyoacán (PAN-PRD), Cuajimalpa (PRI), Milpa Alta (MC) y Venustiano Carranza (PRD).

Dos de los alcaldes opositores, sin embargo, se volvieron morenistas a principios de este 2021, al arranque de las precampañas electorales: José Octavio Rivera, exemecista de Milpa Alta, y Julio César Moreno, experredista de Venustiano Carranza.

Aunque se especulaba que ambos buscarían la reelección, ahora bajo las siglas de Morena, la coalición Juntos Hacemos Historia terminó postulando a mujeres en ambas demarcaciones: la exdelegada y excandidata derrotada en 2018, Judith Vanegas Tapia, en Milpa Alta, y la exdiputada Evelyn Parra Álvarez, en Venustiano Carranza.

De las 11 alcaldesas y alcaldes de Morena, siete buscan la reelección: Vidal Llerenas, en Azcapotzalco, Francisco Chíguil, en Gustavo Madero; Armando Quintero, en Iztacalco; Clara Brugada, en Iztapalapa; Patricia Ortiz Couturier, en Magdalena Contreras; Víctor Hugo Romo, en Miguel Hidalgo, y José Carlos Acosta, en Xochimilco.

En Álvaro Obregón, la alcaldesa Layda Sansores renunció para buscar la gubernatura de Campeche (por cuarta ocasión). Ahí, el candidato de la coalición Morena-PT será el diputado local Eduardo Santillán. 

En otras tres alcaldías, los reacomodos internos de Morena desbancaron a sus actuales gobernantes.

En Cuauhtémoc, el grupo de René Bejerano le cerró el paso al monrrealista Néstor Núñez, y la candidata será Dolores Padierna, quien ya gobernó el territorio entre 2000 y 2003.

En Tláhuac, el alcalde Raymundo Martínez Vite perdió el proceso interno frente a la exdiputada Berenice Hernández.

En Tlalpan, Morena decidió ya no postular a la alcaldesa Patricia Aceves, quien buscó ser reelecta, pero perdió la encuesta frente a la diputada local Gabriela Osorio.

Y en los territorios que no ganó en 2018, Morena postuló a una expanista, un exdiputado local y un expriista para tratar de derrotar a sus opositores.

Paula Soto, exdiputada local por el PAN, es la candidata en Benito Juárez, donde el panista Santiago Taboada busca la reelección y mantener el bastión que su partido ha gobernado desde hace dos décadas.

En Coyoacán, donde el futbolista Manuel Negrete dejó la alcaldía y renunció a la reelección para ser candidato de Fuerza por México a la gubernatura de Guerrero, Morena postula al diputado local Carlos Castillo Pérez, quien enfrentará al panista Giovani Gutiérrez, postulado por la alianza PRI-PAN-PRD.

En Cuajimalpa, donde el priista Adrián Rubalcava busca retener la alcaldía, el candidato morenista es Francisco Saldívar, exdiputado federal del PES, expriista y exfuncionario confrontado con el actual alcalde.

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Así, el tablero capitalino de 2021, un año en el que Morena no sólo buscará refrendar su lugar de primera fuerza política, sino apuntalar a una de sus principales aspirantes a la Presidencia en 2024: la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, quien llega a su elección de medio término en plena pandemia y con la inseguridad como el principal de los problemas irresueltos de la capital.

Pese a todo, Sheinbaum y Morena tienen a su favor la historia de una izquierda que ha hecho de la Ciudad su principal bastión para proyectar a sus liderazgos nacionales; además de una oposición dispersa y desarticulada, que tampoco ha sabido construir un proyecto alternativo digno de acaparar la atención de los habitantes de esta ciudad.

Periodista desde 1993. Estudió Comunicación en la UNAM y Periodismo en el Máster de El País. Trabajó en Reforma 25 años como reportero y editor de Enfoque y Revista R. Es maestro en la UNAM y la Ibero. Iba a fundar una banda de rock progresivo, pero el periodismo y la política se interpusieron en el camino. Analista político. Subdirector de información en el medio Animal Político.