La Artería: crear el arte en comunidad

10 octubre, 2023

Microfilme Postal, columna de opinión por Daliri Oropeza Alvarez

El acto de crear una obra de arte es ahora motivo del taller-galería La Artería. Ahí puedes apreciar el trabajo de artistas visuales durante el proceso creativo y la pieza terminada. Es un espacio que interactúa y hace comunidad en la colonia Obrera de la Ciudad de México 

Por Daliri Oropeza Alvarez / @Dal_air 

Entrar a La Artería es una sorpresa. Un cartel discreto te invita a pasar a un espacio a pie de calle en el edificio de Arte Obrera. Toca decidir hacia dónde mirar. Hay por lo menos 10 obras de gran formato intervenidas por diversos artistas al mismo tiempo. Un taller compartido y una galería que está abierta diariamente a la comunidad.

Antonio Gritón es artista visual y activista mexicano que impulsa La Artería desde su arranque. Reflexiona sobre lo que sería un museo del futuro: entrar a las salas de exhibición y que solo haya artistas trabajando. Eso inspiró este espacio que está en la colonia Obrera de la Ciudad de México. 

Un lugar de puertas abiertas para mostrar el proceso creativo. Crear comunidad entre artistas, que comparten sus procesos y aprenden de los otros. También abierto a los paseantes, pero sobre todo, a los vecinos de la colonia Obrera. Que las diferentes comunidades sean partícipes de la creación del arte.

“La idea es también, empezarle a dar la categoría de obra de arte al proceso de la pintura”, asegura Gritón, quien habla ante un grupo de estudiantes de la UACM da los recorridos a visitantes que llegan a la Artería. 

Gritón cuestiona el modelo económico del arte. “lo sublime de esta sociedad es el valor de las cosas. Ya no importa cómo están hechas, ni nada, sino que es, ‘mira pues esto este vale 5 millones. Ya. Acá te llevas un momento de creación”. A su consideración, La Artería es de inspiración anticapitalista, al hacerlo público, no cobran por acceder al estudio, ni por la apreciación del arte y tampoco lo venden, sino que lo comparten en comunidad.

“Lo principal del proyecto es que los artistas estén pintando acá, entre la gente que entra a ver el proceso creativo. Que esa gente pregunte, que vea. Así empezar a poner el proceso creativo como parte de la obra de arte misma”, describe el pintor Antonio Gritón. 

Eduardo es un joven vecino de la Obrera. Un día, caminando con su amigo, vieron La Artería y pasaron varias veces. Algún artista los invitó a pasar y ellos, aunque tenían prisa, decidieron entrar. Es ahí donde se asombraron y preguntaron qué estaban haciendo. Gritón los invitó a participar, pero solo Eduardo le entró a la creación en el taller colectivo.

Antes de pintar en La Artería, Eduardo ya hacía algunas pinturas experimentales. El ambiente del taller le sirvió para que su pasatiempo pasara a ser algo en serio. Lleva todo el mes pintando y conviviendo con los demás artistas que le han enseñado y comentado su pintura. Asegura que aprende todos los días.

“La pintura es el corazón de una persona y otra lo está apretando. Esa persona al mismo tiempo está lastimando. Muchos de aquí te ayudan en varias cosas. Incluso te comparten el material y entre todos. Me han dado sugerencias, como ‘poquito derramado’, me dijo Gritón. Así fue agarrando más forma”, cuenta Eduardo. 

Para él, es importante poder acceder a estos espacios para profundizar su formación artística, a los cuales no siempre puede acceder por lo caro. En la Artería ha podido fomentar su talento al tener un espacio que provoca comunidad entorno a los procesos creativos y compartidos. 

Eduardo Barajas y Luisa Carreón están a cargo de Arte Obrera: el proyecto que hospeda a La Artería. Es un espacio dedicado a las artes plásticas, música, teatro, danza, en más de 32 salones y auditorios. Sobre todo a la formación de las infancias de la colonia Obrera en las diferentes disciplinas. Han logrado hacer una comunidad. 

“La Artería es un lugar donde se expande y se expende el arte. Como la panadería de aquí a lado. Igual aquí tenemos una artería”, describe Eduardo Barajas, quien también es fundador del proyecto. 

Para Luisa, quien está también a cargo de Arte Obrera, lo importante de la Artería es el intercambio y lo que ver a los artistas crear puede hacer sentir. 

“El mundo académico, el mundo artístico, enfrentan su cotidianidad. Pueden llevar eso a la obra artística. No es simplemente ver una obra terminada y decir me gusta o no me gusta. Me impactó, no me impacta, o qué me hace sentir. Qué me hace pensar. También tener la influencia del del autor y la perspectiva de lo que lo mueve a crear”, cuenta Luisa.

Así es el proceso en el taller, artistas dedican en una estancia de un mes a realizar su obra. Luego viene la exposición en La Artería. La reacomodan para ser una sala de exhibición. En la muestra, venden las piezas. 40% se queda para sostener el taller, 10 por ciento para compartir entre todos y el 50 por ciento restante para la artista. 

Este 10 de octubre La Artería inauguró la tercera exposición que deviene de esta dinámica de estancia y taller de creación. Estará abierta al público del 10 al 17 de octubre. La curaduría y museografía estuvo a cargo de Nancy Mookiena. 

Marina Parra pinta desde la memoria, tiene poco tiempo viviendo en México. Ahora pinta escenas del metro de la capital. Es originaria de Jerez, España. La Artería es ese espacio que la deja explayarse a lo ancho para poder pintar en amplitud, ya que en su casa no lo puede hacer. 

Ella pinta desde la memoria de las escenas que presencia y así las plasma. Por eso también el estilo es en blanco y negro y no necesariamente realista, sino pañoso. Lo cual hace sentir que de verdad estamos en un recuerdo. 

“Encontré La Artería porque vine con un amigo que estaba buscando estudio. Le dijeron que aquí había espacios. Así conocí a Gritón, que me dijo ‘si te quieres apuntar para esta convocatoria?’ y pues y ya me apunté. Y la verdad qué genial. Porque te brindan un espacio para poder trabajar. Yo en casa no puedo hacerlo Ni tengo estudio.Se agradece muchísimo”, cuenta mientras va y viene analizando la perspectiva de su obra.

Alejandro Pizarro, cuyo seudónimo es bizarro, pintó el mar sobre una cortina que gracias a un ventilador permanece en movimiento y con una grabación que él hizo, sostiene el sonido del mar mientras la aprecias. 

“La idea, un ideal que quisiera hacer algún día logremos transportarnos no usando combustibles, sino simplemente nuestro aliento nuestro aliento en el sentido.”, asegura Pizarro, quien pintó con una pipeta y su aliento, después de diluir las pinturas.

Emilia Ajonjolí es una artista visual y textil que decidió reivindicar a las mujeres a través de un proyecto llamado “El Gesto de Baubo”, personaje de la mitología griega que enseña su vulva a la diosa Demeter para sacarla de la depresión. 

Esta idea inspiró a Emilia para romper con los estándares occidentales judeocristianos que la muestran para reproducirse o hacen a las mujeres avergonzarse de sus genitales. Hace una serie de mujeres en la historia que han sido poderosas por mostrar su vulva. 

En esta pieza llamada Ancestras, Emilia retoma la figura de una mujer expuesta en el Museo de Antropología de Veracruz, la cual fue nombrada “mujer con lanza” cuando en realidad sostiene un bastón de mando mientras enseña la vulva. 

Para ella, la interpretación de los antropólogos es errónea y claramente la mujer está mostrando poder. Por eso, a través de la pintura y el arte textil con tejido y bordad, resalta la figura de esta mujer ancestral para mostrarla con la  fuerza y el poder que realmente representa. 

“Para mí es rememorar a esas mujeres que han bordado y tejido toda la vida y pues al hacerlo pues estoy recordando y estoy pensando en ese acto de tejer también como un acto creativo, que que deviene de sentirse orgulloso de tener una vulva”, describe Emilia Ajonjolí. 

Estar en la Artería ha significado mucha inspiración para ella:

“Te ves con otras miradas. No solo tu viaje sino que estando en un mismo lugar con gente que está haciendo más arte, pues te motiva a hacer. También te ayuda a transformar lo que tenías pensado hacer, a lo que vas a ir haciendo por la mirada de los otros”.

Cuenta que en su experiencia le sugirieron no bordar la vulva, al principio lo haría, aunque después de la sugerencia decidió no ocultarla con los hilos sino resaltarla.  

Gerardo Sánchez es pintor del colectivo Arte Acción. Realiza un gran tótem en pintura, el cual llamó Yohualis o abuelos. Asegura que el espacio de la Artería se presta para la improvisación y así fue como comenzó a pintar. 

“Esta pieza ha sido unas obras de reconcilio y amor. De desafío, aprendiendo del dolor y con el cual tenemos que desapegarnos para que crecer. Es una revelación de lo oculto”, cuenta en entrevista en la Artería. 

Para él, participar en este espacio, es un compromiso con la comunidad artística que está creciendo.

Estas son las palabras de algunos de los artistas que se encuentran en la tercera exposición de La Artería, que instalaron el 10 de octubre. 

En total son 23 artistas que exponen casi 50 obras: Marina Parra, Ana Holmes, Arturo Sotomayor, Antonio Gritón, Roberto Tostado, Gerardo Sánchez, Claudia Arancio, Alejandra de Santiago, Leticia Parra, Emilia López, Dario Melendez, Alejandro Pizarro, Yutsil Cruz, Moises Falcon, Rubén Rosas, Iosu Zapata, Salvador Eduardo, Filigonio Naxin, Philippe Nevin, Luis Enríquez, Juan Hernandez Pablo Querea e Inmaculada Abarca. 

La Artería se encuentra en Isabel la Católica 233, planta baja, en el edificio de Arte Obrera. 

Aquí puedes ver la entrevista al artista visual y activista Antonio Gritón realizada en el programa #Disecciones. Suscríbete al canal de youtube:

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