El juez de Nueva York fijó para el 2 de abril la siguiente audiencia de Genaro García Luna. La Fiscalía recolecta la mayor cantidad de pruebas y los abogados del acusado las podrán revisar para preparar su defensa. Aún no se define si el exfuncionario será juzgado o llegará a un acuerdo con autoridades estadounidenses
Texto y fotos: Heriberto Paredes
Genaro García Luna entró por segunda vez a la sala de la Corte del Distrito Este de Nueva York vestido con un uniforme de color caqui, con las manos atadas con una tira de plástico. Al sentarse, de inmediato tomó un vaso de agua. Más que tranquilo se le veía servicial y muy atento a su abogado y a su entorno:
–Buen día, ¿cómo se encuentra el día de hoy?– preguntó el juez Brian M. Cogan, el mismo que condenó a cadena perpetua a Joaquín Guzmán Loera, presunto socio comercial del ex funcionario federal.
–Muy bien, gracias, señor– contestó quien fuera director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) durante la presidencia de Vicente Fox y secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Felipe Calderón.
Es la segunda audiencia que tiene el ex funcionario en la corte de Nueva York luego de su detención en Texas el 10 de diciembre. En la primera audiencia, se declaró no culpable frente a la juez Peggy Kuo. Sin embargo, su caso se turnó al mismo juez que el año pasado sentenció al Chapo, luego de tres meses de juicio.
Durante el procedimiento jurídico, el abogado provisional de Gracía Luna, César de Castro, afirmó que las autoridades estadounidenses pusieron a su cliente en un régimen especial de aislamiento de manera inusual, lo que se conoce en Estados Unidos como Segregated Housing Unit (SHU).
A pesar de que le retiraron esa medida hace 9 días, espera en promedio dos horas antes de poderlo visitar, como su defensor, por lo que teme no tener el tiempo suficiente para revisar el gran conjunto de pruebas que presente la Fiscalía y planificar su estrategia.
Castro afirmó que el mexicano no ha tenido mucho contacto con su familia y esto dificulta la defensa. Al menos ésta fue la explicación que dio el defensor ante Cogan al solicitársele una declaración juramentada de su situación financiera, un documento necesario para determinar el monto de una posible fianza y para saber si García Luna puede cubrir los honorarios de un abogado privado.
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) en México congeló, desde mediados de diciembre, las cuentas del ex secretario.
“El señor García Luna se enteró este domingo de que fueron congeladas sus cuentas bancarias en México”, dijo De Castro.
El juez Cogan solicitó a la representación de la Fiscalía estadounidense que reuniera y preparara todas las pruebas que van a presentar en un plazo de 30 días, y no de 60, como lo solicitaron Erin Reid y Ryan Harris.
El argumento de la parte acusadora es que se trata de un caso complejo que requiere de una extensión del plazo normal. Argumentan que el procedimiento jurídico busca acceder a dos décadas de registros financieros, de migración, de propiedades y evidencia de gobiernos extranjeros.
Finalmente fue fijada para el 2 de abril próximo la siguiente audiencia de García Luna. La Fiscalía deberá terminar el proceso de recolección de la mayor cantidad de pruebas y los abogados del acusado podrán revisarlas para preparar su defensa. Mientras tanto, García Luna permanecerá en su celda del Centro Correccional Metropolitano (MCC por sus siglas en inglés) al sur de Manhattan.
Ryan Harris ya cuenta con cierta experiencia en el juzgamiento de otros funcionarios mexicanos acusados de conspiración internacional para la distribución de narcóticos. Llevó el caso de Édgar Veytia, ex fiscal general de Nayarit, quien se declaró culpable en 2019 de usar su investidura como funcionario para ayudar y alentar a organizaciones de tráfico de drogas entre 2013 y 2017.
Al término de la audiencia, García Luna abrazó de forma cálida a su abogado y se retiró escoltado de los U.S. Marshalls que lo trajeron. A diferencia de las dos ocasiones pasadas, su familia no asistió a esta audiencia.
Al término de la audiencia, el defensor de García Luna negó que haya negociaciones con autoridades estadounidenses para evitar un juicio pero dejó abierta esa posibilidad.
“Por el momento no ha habido negociaciones con el gobierno de Estados Unidos para conseguir algún beneficio; pero esta posición siempre se puede discutir y si hay algún cambio al respecto informaremos de ello”, señaló.
El abogado con licencia en Nueva York reiteró las “estrictas condiciones de aislamiento” y que su cliente, tan sólo hoy, tuvo acceso al teléfono y a su correo electrónico. Confirmó, además, que están frente a un caso con mucha información, con un volumen de pruebas muy grande que hay que revisar. También advirtió que si las cuentas bancarias habían sido bloqueadas en México, habría que ver si en Estados Unidos ocurriría lo mismo.
El abogado aseguró que García Luna goza de buena salud y se encuentra optimista de que saldrá bien de esta situación.
El gobierno estadounidense –finalizó de Castro– siempre querrá comprobar la culpabilidad de su acusado, ellos creen en los cargos pero nosotros no estamos de acuerdo”.
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Fotógrafo y periodista independiente residente en México con conexiones en Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Cuba, Brasil, Haití y Estados Unidos.
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