En 2015, la procuradora General de la República, Areli Gómez, aseguró haber identificado a Jhosivani en restos extraídos del Río San Juan, un lugar que siempre generó dudas. Hoy, las autoridades identifican sus restos sin lugar a dudas en la Barranca de Carnicería
Texto: Redacción /Pie de Página y Beatriz García / Amapola Periodismo
Fotografía: Daniel Augusto / Cuartoscuro y Óscar Guerrero
CIUDAD DE MÉXICO Y CHILPANCINGO.- En septiembre de 2015, la entonces procuradora general de la República, Areli Gómez, anunció la identificación de Jhosivani Guerrero en restos hallados en el Río San Juan. Pero el día de hoy Presidencia de la República anunció la identificación del joven en restos que se encontraban en la barranca de la Carnicería.
En otras palabras: la llamada “verdad histórica” de la administración de Enrique Peña Nieto no coincide con la investigación realizada durante el gobierno de López Obrador.
Este martes, Presidencia anunció que fue identificado un fragmento lumbar perteneciente a Jhosivani Guerrero de la Cruz, uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa. El procedimiento fue mediante análisis nuclear.
Hasta ahora, de los 43 normalistas víctimas de desaparición forzada el 26 de septiembre de 2014, se han identificado a tres.
La barranca de la Carnicería se encuentra a 800 metros del basurero de Cocula, sitio de la llamada “versión histórica” que presentó en 2015 el entonces fiscal de la República Jesús Murillo Karam.
Pocos meses después de la desaparición de los normalistas, Murillo Karam dio a conocer en una larga conferencia en televisión nacional la “verdad histórica” de la desaparición forzada de los 43 estudiantes. Según él, un grupo delincuencial que se hacía llamar Guerreros Unidos,se llevó a los estudiantes con ayuda de policías municipales. Aseguró que los estudiantes fueron asesinados e incinerados en un basurero de Cocula, Guerrero; y luego los responsables arrojaron sus restos al río San Juan. Los únicos restos identificados por la PGR de Murillo Karam fueron, según la versión oficial, sacados del río. Sin embargo, fotoperiodistas identificaron que un día antes del supuesto hallazgo, hubo movimiento de oficiales. Y el día que supuestamente los restos fueron hallados, no hubo presencia de los organismos internacionales ni tampoco una adecuada cadena de custodia.
Pero, aseguró el periodista Pablo Ferri en el diario español El País, en diciembre de 2014, un grupo de autodefensas encontró restos óseos en la barranca de La Carnicería, en Cocula, a 800 metros del basurero mencionado, y en un lugar de acceso complicado. Sin embargo, la PGR ignoró este hallazgo.
Para septiembre de 2015, con una nueva procuradora General de la República, Areli Gómez, la versión histórica aseguró que de esa bolsa recuperada en el Río San Juan, se había identificado de forma parcial (es decir, no al cien por ciento) un resto perteneciente a Jhosivani Guerrero de la Cruz.
Fue hasta el cambio de gobierno, cuando llegó Andrés Manuel López Obrador a la presidencia. Ya en noviembre de 2019, fue que la Fiscalía General de la República revisó la barranca de la Carnicería y recuperó varios restos además de los presentados desde 2014 por autodefensas.
De estos restos, fue hallado un pequeño hueso del pie. De nuevo, con métodos científicos se estableció que pertenecía a Christian Rodríguez, quien tenía 19 años cuando fue víctima de desaparición forzada.
La identificación genética de Jhosivani Guerrero de la Cruz, uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala hace 80 meses, representa un impacto doloroso para las madres y padres de los estudiantes. Se dan cuenta que sus hijos ya no viven, pero, al menos, es una porción de verdad del paradero de los estudiantes. Así dijo el abogado de los padres, Vidulfo Rosales Sierra.
Este martes el titular de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso de Ayotzinapa (UEILCA), Omar Gómez Trejo, informó sobre la identificación genética del normalista. Explicó que se obtuvo a través de ADN nuclear de una vértebra lumbar que se halló en la Barranca la Carnicería, ubicada en Cocula. La vértebra no presenta ninguna alteración térmica, es decir, exposición alta al fuego. Sólo presenta, detalló, erosión, por la exposición a la intemperie, al sol, al agua, a la tierra y a la humedad.
Jhosivani quería ser veterinario, le gustaba cazar conejos y venados, como lo documentó el Centro de Derechos Humanos Agustín Pro. Era originario de Omeapa, municipio de Tixtla, ubicado a 15 minutos de la cabecera municipal. Sus padres son Margarito Guerrero y Martina de la Cruz, a quienes se les ha visto en el movimiento en reclamo de su aparición.
En entrevista con Amapola. Periodismo transgresor, Rosales, quien también es integrante del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, dijo que esta identificación es nueva y distinta, que nada tiene que ver con la información “ambigua, subjetiva, inconsistente” que brindó la entonces Procuraduría General de la República (PGR) en el periodo de la fiscal Arely Gómez.
Lo anterior porque en septiembre del 2015, la fiscal aseguró que ya se había identificado al normalista, pero de un resto óseo hallado en el Río San Juan, datos que tiene que ver con la verdad histórica.
Esta identificación que realizó la Universidad de Innsbruck, la cual fue verificada por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), significa una porción de la verdad y, aun cuand es doloroso, un grado de tranquilidad para las familias, advirtió Vidulfo Rosales.
Sería más complejo y doloroso para las madres y los padres no saber absolutamente nada, precisó Rosales Sierra.
“Que se estén sabiendo porciones de verdad es relevante. Tiene estas dos aristas: por un lado el dolor para ellos, y por el otro lado representa un camino, una ruta al conocimiento de la verdad”, insistió.
Pero, expuso, aún falta conocer muchos tramos de esa verdad. Las investigaciones, expuso, seguirán, las búsquedas continuarán y seguirán enviando restos óseos hallados en la Barranca de la Carnicería a la Universidad de Innsbruck para su análisis. Además, agregó, los padres seguirán su lucha y la búsqueda de justicia porque falta mucho por saber.
–¿Confían en que antes de que termine el mandato del presidente Andrés Manuel se conozca el paradero de los 43?, –se le preguntó al abogado.
–Es difícil poder vaticinar eso. Es complicado. Lo que sí te puedo decir es que hasta ahorita hay el compromiso del presidente de esclarecimiento, de que se está investigando se sigue buscando y eso nos da un grado de certeza.
En breves declaraciones con Cristina Bautista, madre de Benjamín Ascencio Bautista, otro de los 43, manifestó que ante la información que hoy recibieron es dolorosa, pero es verdadera.
“Nosotros como madres y padres hemos dicho siempre, por más que sea doloroso que nos digan la verdad, y eso es lo que está haciendo el gobierno. Entonces, como hemos dicho, reconocemos el trabajo que están haciendo en busca de nuestros hijos”, mencionó la madre.
Gómez Trejo informó sobre los avances de la búsqueda de identificación de estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos el 26 y 27 de septiembre del 2014 en Iguala.
“El año pasado la Unidad del caso Ayotzinapa obtuvo resultados positivos en un lugar conocido como Barranca de la Carnicería, ejido de Cocula, Guerrero, identificando a un resto perteneciente al estudiante Cristian Alfonso Rodríguez Telumbre. Los fragmentos óseos de cuyo resultado hoy les informaré estaban en ese mismo lugar”, se le escucha decir al servidor público en un video que circuló en la red.
Detalló que la UEILCA recuperó alrededor de 180 fragmentos óseos, desde la primera búsqueda, ocurrida de noviembre del 2019 hasta la fecha. Al recuperar los restos óseos, los trasladaron a las instalaciones de Servicios Periciales de la FGR para su análisis, tanto por el personal de la dependencia como por el equipo argentino de antropología forense.
“Ambos equipos determinaron la viabilidad de estudios genéticos en un total de 16 fragmentos óseos, seleccionados los días 8, 13, 14 y 20 de octubre del 2020, por lo que se tomó la decisión de trasladarlos al Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Innsbruck en Austria, sin embargo, y debido a las limitaciones impuestas por la pandemia de la Covid-19, el vuelo se realizó una vez que las condiciones sanitarias lo permitieron”, explicó el titular.
La primera identificación que se realizó fue a un hueso calcáneo, el talón de Aquiles de un pie derecho, perteneciente a Cristian Alfonso Rodríguez.
Informó que en los próximos días viajara a Innsbruck, Austria, para entregar nuevos restos óseos para su análisis, y también para recoger los remanentes e informar a las familias si en alguno de estos dos casos que se notificaron como positivos existe alguna posibilidad de les entregue los fragmentos.
Organismos de derechos humanos como Tlachinollan, Centro de Análisis e Investigación Fundar, Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz) y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez enviaron su solidaridad a la familia de Jhosivani.
Manifestaron en un comunicado conjunto que las familias de los desaparecidos tienen derecho a la verdad, que este hallazgo muestra que la identificación genética es posible, aun con el paso del tiempo.
Expusieron que se necesitan mecanismos extraordinarios, masivos y con recursos para atender el rezago forense.
Esta nota fue realizada por AMAPOLA PERIODISMO TRANSGRESOR, integrante de la alianza de medios. Aquí puedes consultar la publicación original.
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