Esta es una selección de fotografías del fotógrafo Benjamín Alcantara, que nos muestra a  hombres y mujeres invisibilizados. Personas que están consideradas como minorías dentro de un país que se construyó sobre las bases de una profunda desigualdad social, propiciada por los privilegios y dominio de las clases altas

Texto y fotos: Benjamín Alcántara

Este año, 2021, México conmemora 500 años de la caída de Tenochtitlán por las huestes de Hernán Cortés. No se trata de una celebración, ya que la relación con los conquistadores no fue de intercambio cultural o económico sino de imposición y humillación; esto a pesar de que se intente instalar una narrativa en el sentido que fueron los propios indígenas, tlaxcaltecas sobre todo, quienes propiciaron la derrota. 

Aunque desde 1810 este país es independiente, las secuelas de aquella invasión persisten. Una de las improntas más notables de este fenómeno, es la sociedad de castas surgida en el virreinato, la cual sigue vigente.  Actualmente en México, 25 millones de personas se asumen como indígenas, ocupando 43 mil localidades en todo el país en comunidades con diferentes lenguas y costumbres. Estas personas están consideradas como minorías dentro de un país que se construyó sobre las bases de una profunda desigualdad social, propiciada por los privilegios y dominio de las clases altas quienes en su mayoría descienden directamente de españoles u otras nacionalidades. 

México se caracteriza por su ambigüedad en muchos sentidos, pero quizá el más vergonzoso es que a pesar del profundo racismo y clasismo cotidiano, no se habla de eso. Se trata de una especie de Apartheid no declarado. Recientemente se reitera que este país está polarizado, dividido ideológicamente. Cómo no estarlo, si más de la mitad de su población, unas 60 millones de personas, viven en la pobreza. Y las personas de origen indígena, casi en su totalidad pertenecen a ese sector de la población totalmente desfavorecido, estigmatizado, olvidado. Son ellas y ellos, quienes realizan las tareas más extenuantes, peor pagadas y sin prestaciones sociales de ningún tipo en las ciudades y destinos turísticos. Trabajadoras del hogar, choferes, albañiles, vigilantes, camareras, trabajadores de limpieza, laboran largas jornadas y viven en la periferia o en poblados fuera de la ciudad, invirtiendo además, varias horas de transporte diariamente. 

El filósofo francés Jacques Rancière, en «El reparto de lo sensible», sostiene que tener tal o cual ocupación define competencias o incompetencias respecto a lo común. Eso determina el hecho de ser o no visible en un espacio común, dotado de una palabra común. En México, estas relaciones de poder se hacen más evidentes tan solo por el color de piel.  El aspecto físico, origen étnico, lengua y cultura, generalmente determina las oportunidades de educación y labores de cada individuo. 

Esta es una selección de fotografías contenidas en el libro recién impreso, que se titula igual que la serie: Invisibles. 

Benjamín Alcántara. Ciudad de México, 1969. Artista visual. Maestro en Historia del Arte por la UNAM, pertenece al Sistema Nacional de Creadores de Arte (2019-2022) en la especialidad de fotografía. Ha sido beneficiado con apoyos de la UNAM, Fonca y Centro Multimedia / Cenart, para desarrollar proyectos de investigación y producción audiovisual. Su página personal es www.benjaminalcantara.com