Las desigualdades sociales, la violencia que generan grupos de civiles armados ha provocado el éxodo de guerrerenses en busca de un lugar más seguro en donde vivir en una vida libre de violencia
Por Kau Sirenio / X: @kausirenio
De acuerdo con la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, el gobierno de Estados Unidos deportó a 9 mil 123 guerrerenses en el primer semestre de 2024. De total de las personas devueltas a México, 6 mil 635 son hombres y 2 mi 488 son mujeres.
En el primer semestre de este año, Guerrero se ubicó en segundo lugar en deportaciones de sus ciudadanos, sólo por debajo de Chiapas.
En estas cifras hay otro dato alarmante: las deportaciones de menores de edad, que suman 721 hombres y 277 mujeres. 680 de ellos tienen entre 12 a 17 años. 230 menores estaban acompañados por una persona adultas y 450 iban solos.
De los 518 niños guerrerense de hasta 11 años de edad que fueron deportados por Estados Unidos, 504 iban acompañados por una persona adulta y 14 no contaban con acompañamiento de un adulto.
La violencia estructural en Guerrero acelera la movilidad hacia los campos agrícolas y a los Estados Unidos. Las desigualdades sociales, la violencia que generan grupos de civiles armados ha provocado el éxodo de guerrerenses en busca de un lugar más seguro en donde vivir en una vida libre de violencia.
Pese a esto, el gobierno de Guerrero aún está muy lejos de tejer una relación con los guerrerenses que trabajan en los Estados Unidos. Hasta ahora, la política que impulsa la gobernadora Evelyn Salgado no tiene ninguna relación con las problemáticas que enfrentan los migrantes.
Uno de los temas pendientes, por ejemplo, es la inseguridad.
Guerrero se divide en siete regiones: Acapulco, Centro, Costa Chica, Costa Grande, La Montaña, Norte y Tierra Caliente. En Acapulco la violencia no ha parado desde el 2006, cuando hombres armados se enfrentaron con la policía municipal.
Chilpancingo es el corazón político de la región Centro, sin embargo, es donde más ha golpeado la inseguridad. Los gobiernos municipales y del estado no pueden pacificar la zona. La capital de Guerrero se ha quedado sin transporte porque no hay certeza de que los transportistas regresen con vida.
En la Costa Chica, hasta hace unos años había una aparente tranquilidad por la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitaria (CRAC) de San Luis Acatlán. Sin embargo, uno de sus principales problemas es la desigualdad social, provocada por el abuso de caciques de Ometepec que acaparan el poder político.
Consta Grande iguala vive bajo fuego por las constantes agresiones de grupos civiles a las comunidades serranas. Esta región se conecta con Acapulco y Michoacán, y expertos en temas de seguridad señalan que la disputa por este corredor turístico aleja la posibilidad de pacificación.
Mientras que la Montaña, por se el hábitat natural de pueblos y comunidades indígenas, es la región con mayor pobreza y desigualdad social. La tranquilidad que los na savi, me’phaa, nahua y mestizo construyeron con la CRAC se desmorona por la presencia de grupos civiles armados.
Las regiones de Norte y Tierra Caliente padecen la misma violencia estructural que se vive en todo el estado. Los municipios surianos de Vicente Guerrero, Ignacio Manuel Altamirano, Juan N. Álvarez, hermanos Bravo y Galeana son territorios sin ley ni gobierno.
Esta crisis de inseguridad ha provocado que miles de guerrerense emigren a la ciudad de México o a los estados del norte, donde se emplean como jornaleros o prestadores de servicios, mientras el gobierno de Guerrero continua con su política sin sentido.
Los 9 mil 123 guerrerenses que fueron deportados de enero a junio son un indicador que debe alertar a las organizaciones defensoras de derechos humanos y académicos. El dato que presenta la UPM debe de concientizar a todos para reforzar los trabajos comunitarios desde las comunidades, colonias y barrios.
A casi tres años del gobierno de Evelyn Salgado Pineda ha quedado demostrado que no hay un solo interés por pacificar el estado. Mientras miles de personas emigran, ella continua reforzando la política caciquil de los Salgado, a pesar de que Guerrero se cae en pedazos.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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