El Instituto Nacional Electoral pretende impedir la difusión de las conferencias de prensa matutinas de Andrés Manuel López Obrador. Usan argumentos legales, pero en el fondo no pueden ocultar el verdadero propósito: silenciar al presidente. Y favorecer a sus opositores
Twitter: @anajarnajar
Hace unos días el Instituto Nacional Electoral ordenó suspender, en los medios de comunicación, la transmisión íntegra de las conferencias de prensa matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El decreto debería aplicarse a partir del 4 de abril, cuando legalmente inicia la campaña electoral para renovar 15 gubernaturas y otros miles de cargos públicos.
La idea, afirman algunos consejeros del INE, es hacer cumplir el artículo 134 de la Constitución que prohíbe la difusión de propaganda gubernamental en períodos electorales.
Y según el Instituto, los encuentros diarios de AMLO con periodistas se incluyen en esa categoría: los comentarios del presidente pueden influir en las votaciones del próximo 6 de junio.
López Obrador dice que es un intento de censura, una forma de violar su derecho a la libre expresión. Una nueva intentona de prohibir las conferencias mañaneras.
El presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, responde que no. Se trata de garantizar la libertad de los votantes, sin influencias del gobierno.
Que se cumplan la Constitución y las leyes electorales. Nadie, dijo en un mensaje por redes sociales de internet, “ha sostenido que el gobierno debe renunciar a su derecho a informar”.
No es un tema fácil. Por un lado, la Constitución y el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales prohíben la difusión de logros y programas de gobierno durante las campañas políticas.
Las leyes se refieren a los medios tradicionales de comunicación -radio, televisión, periódicos y revistas- y también a los portales de internet y redes sociales.
En ese sentido, el INE podría tener razón. Hay normas específicas, avaladas inclusive por los anteriores partidos de oposición, que buscan un proceso electoral justo y equilibrado.
Pero al mismo tiempo existen vacíos legales: ¿se puede definir como propaganda una conferencia de prensa? ¿Se viola la ley al responder preguntas de los periodistas?
Y más aún: al pedir la opinión del presidente sobre temas políticos, o al demandar información sobre alguna irregularidad en programas y acciones de gobierno, ¿los periodistas se convierten en cómplices de un delito electoral?
Otro vacío se refiere a las excepciones de la Constitución y el Código sobre el tema: la propaganda gubernamental se permite en temas de salud, educación o protección civil, por ejemplo.
También se autoriza en momentos de emergencia. Así, vale la pena preguntarse si la información sobre la pandemia de covid-19, los datos sobre hospitales o el anuncio del programa nacional de vacunación contra el SARS-Cov-2 violan las leyes.
En el fondo el decreto de algunos consejeros del INE es parte de la oposición al actual gobierno. Y en ese terreno no se valen las supuestas ingenuidades.
Lorenzo Córdova asegura que no pretenden prohibir las mañaneras sino impedir que se transmitan de forma íntegra en los medios.
Pero olvida, o pretende hacer creerlo, que no existe una sola cadena de radio o televisión, ni tampoco periódico o revista que divulguen por completo las conferencias de prensa de AMLO.
La excepción son los medios públicos, como alguna estación del Instituto Mexicano de la Radio o los canales 11 y 14.
Y ni ésos: el primero corta la transmisión a las 9 AM, sin importar que haya concluido o no la conferencia mañanera. Inclusive por algunos momentos el Canal 11 ha interrumpido la emisión para ceder el espacio a propaganda política… Del INE incluido.
En el caso de internet existen algunos portales de medios alternativos o el canal en Youtube del Gobierno de México que difunden íntegramente el encuentro matutino del presidente con periodistas.
Pero en estos espacios el INE no tiene capacidad, ni facultades legales, para obligar a que se suspenda la transmisión de las conferencias mañaneras.
Por eso muchos ven una maniobra política en la prohibición del Instituto para difundir los encuentros con periodistas.
Un intento por silenciar al presidente, arrebatarle su posibilidad de defensa en el crispado ambiente político del país.
Dos botones de muestra: en su mensaje Lorenzo Córdova dijo que los medios de comunicación pueden -y deben, añadió- informar sobre la conferencia de prensa.
Pero olvida que muchos medios se dedican, básicamente, a cuestionar al gobierno de AMLO. Por eso las conferencias mañaneras. Porque de otra forma difícilmente se podría informar del trabajo cotidiano del actual gobierno.
Y el otro botón ocurrió el año pasado, cuando en una resolución parecida el INE prohibió difundir el encuentro con periodistas en Coahuila e Hidalgo, donde hubo elecciones extraordinarias.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación canceló la orden del Instituto porque excedió sus funciones.
Al Consejo General del INE se pidió que analizara la divulgación de propaganda oficial durante el proceso político.
Ninguna de las quejas se refirió a las conferencias matutinas del presidente, pero a pesar de ello los consejeros del Instituto prohibieron su difusión.
Por eso el Trife canceló el acuerdo: el INE se pronunció sobre actos de gobierno “que no fueron sometidos a su consideración”.
En otras palabras, a los consejeros electorales nadie les preguntó sobre las mañaneras. Pero decidieron prohibirlas en Coahuila e Hidalgo.
Se les quemaban las habas para silenciar al presidente, y favorecer con ello a sus adversarios. Como ahora, cuando de nuevo desnudan sus filias, fobias y proyecto político.
Otra vez, como en 2006 y 2012, el árbitro electoral toma partido.
Productor para México y Centroamérica de la cadena británica BBC World Service.
Periodista especializado en cobertura de temas sociales como narcotráfico, migración y trata de personas. Editor de En el Camino y presidente de la Red de Periodistas de a Pie.
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