Desde que el gobierno federal anunció este cambio, era el momento para que los lingüistas indígenas, intelectuales, comunicadores indígenas, profesores bilingües, así como las academias y comités de lenguas nacionales convocarán a foro para discutir ¿Qué hacer con el INALI?, pero nadie dijo nada, todo pasó desapercibido
Por Kau Sirenio / @kausirenio
En 2022, la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República redactó la iniciativa que plantea funcionar del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), sin que se haya consultado a pueblos y comunidades indígenas sobre la propuesta.
La Cámara de Diputados tendría que cambiar a la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, la Ley del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, la Ley General de Educación, la Ley Nacional de Ejecución Penal y la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro.
Según la Consejería Jurídica de la Presidencia que la fusión del INALI a INPI es con el fin de reconocer los derechos de los pueblos indígenas como acto de justicia social, para este fin se busca fortalecer al Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas para que realice las tareas relacionada con el fortalecimiento, desarrollo y preservación de las lenguas indígenas nacionales.
“Esto se hará posible con la coordinación con los tres órdenes de gobierno y los pueblos y comunidades indígenas, así como ampliar el ámbito social del uso de las lenguas indígenas nacionales y promover el acceso a su conocimiento”.
La propuesta puede tener buenas intenciones, pero hay un detalle importantísimo en la redacción de la iniciativa: faltó la participación de los protagonistas, o sea los pueblos y comunidades indígenas para que fueran ellos los que delinearan el camino que podría tomar la nueva institución que nació muerta.
Desde su fundación en 2004,el INALI tuvo un presupuesto de apenas 68 millones de pesos para atender a las 68 lenguas nacionales, muchas de ellas en peligro de extinción porque apenas tiene cinco hablantes; mientras que la lengua que tiene mayor presencia cada día van quedando en desuso ante la falta de uso en los espacios públicos.
Si a eso le agregamos que los hablantes tienen que sortear obstáculos para el desarrollo y preservación de las lenguas indígenas en México por la constante discriminación y el racismo, política que no hemos podido combatir por la falta del compromiso del Estado con los pueblos y comunidades originarias.
Cuando se dice que el INALI nació muerta, es porque nunca tuvo un trabajo con las comunidades indígenas. En muchas ocasiones se relegó a los hablantes de las lenguas nacionales y se utilizaron para rellenos de actividades culturales en los 21 de febrero: Día Internacional de Lengua Materna.
Desde su creación en 2004, ha tenido cuatro directores, cada uno duró en su función por tres años: Fernando Nava López, Javier López Sánchez, Juan Gregorio Regino y la actual encargada de la oficina, Alma Rosa Espíndola Galicia.
De los cuatro directores solo dos son hablante de lengua materna, los otros son lingüistas y su trabajo no tiene nada que ver con los trabajos que realizan las academias y comités de lengua materna en los estados de la República.
El INALI entró en función en enero de 2005, de acuerdo con la L.G.D.L.P.I., su tarea es la de promover el fortalecimiento, preservación y desarrollo de las lenguas indígenas que se hablan en el territorio nacional, el conocimiento y disfrute de la riqueza cultural del país; además de asesorar a los tres órdenes de gobierno para articular las políticas públicas necesarias en la materia.
Otra encomienda es la de otorgarles visibilidad y audibilidad a las lenguas indígenas nacionales, por lo que el INALI tienen que impulsar políticas públicas con enfoques del multilingüismo e interculturalidad en todo el país, así como el proceso de planeación lingüística a través de cinco ejes estratégicos:
“Formalización de las lenguas indígenas nacionales (catalogación); normalización de la escritura, gramáticas y diccionarios, léxicos especializados (planeación de corpus); promoción del prestigio social de las LIN (planeación de estatus); enseñanza y aprendizaje de las LIN, y regulación del uso de las LIN en la vida pública y privada”
De todo lo que se menciona el INALI le quedó a deber a los pueblos y comunidades indígenas y a los hablantes de las lenguas nacionales, porque hasta ahora no hay contenidos en medios de comunicación, las lenguas nacionales es lengua de segunda para las instituciones del Estado.
El único argumento de los exdirectores de INALI es el presupuesto, y tienen razón porque para los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderon, Peña Nieto y López Obrador no les importaron las lenguas indígenas, ni siquiera en la pandemia hubo información suficiente en lengua nacionales.
Lo cierto es que faltó mayor participación de intelectuales indígenas para fortalecer esta institución, no hubo interés de los académicos indígenas, los periodistas indígenas también fallaron en su papel de crear contenidos y que el INALI lo hiciera suyo, lo cierto es que nunca hubo coordinación, porque los indígenas que llegaron a esa institución eran solo de relumbrón, los demás trabajadores son mestizo que no tienen compromiso con los pueblos y comunidades indígenas.
Todo parece indicar que la reforma a la ley de derechos lingüísticos va y la fusión del INALI al INPI va a ocurrir; y va a llegar sin la anuencia de los hablantes y de las lenguas que sobreviven.
Desde que el gobierno federal anunció este cambio, era el momento para que los lingüistas indígenas, intelectuales, comunicadores indígenas, profesores bilingües, así como las academias y comités de lenguas nacionales convocarán a foro para discutir ¿Qué hacer con el INALI?, pero nadie dijo nada, todo pasó desapercibido.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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