Después de retrasos, desencuentros entre grupos legislativos y el desencanto de organizaciones ciudadanas que acusan no haber sido tomadas en cuenta, el Congreso de la Ciudad de México aprobó con la mayoría de Morena y sus aliados la Ley de planeación. Panistas y perredistas abandonaron la sede
Texto: Arturo Contreras Camero
Fotos: María Ruiz
“No vamos a seguir soportando esta farsa”, dice el diputado panista Von Roehrich. Acto seguido, se levanta de su curul y toda la bancada de su partido sale del pleno de sesiones. Momentos después el partido de la mayoría, Morena, votaría las reservas de la Ley de Planeación, el último paso para su aprobación legislativa, sin ningún obstáculo, oposición ni voto en contra.
Momentos antes, el diputado Jorge Gaviño del PRD, desde la tribuna, cita un pasaje de Alicia en el país de las maravillas para explicar el dilema en el que se encuentra: Alicia llega a un cruce de caminos y no sabe a dónde ir. De la nada, se le aparece el gato sonriente y le pregunta: ¿hacia dónde debo ir? El gato responde que eso depende de hacia dónde quiere ir. Como Alicia no conoce el país que visita, es igual que camino tome. Es caminar a ciegas.
Así, el debate que se desarrolla en el palacio de Donceles, describe Gaviño. Para la oposición, votar en un sentido u otro es igual. El destino va a ser el que marque Morena, la implacable fuerza mayoritaria de 37 de 66 diputados, más sus aliados. Después de la analogía, Gaviño retira sus reservas al dictamen de ley y también deja el pleno.
Desde inicios de año, cuando inició el debate de la Ley de Planeación, la oposición intentó presentar propuestas, dictámenes e iniciativas para cambiar algo que hoy fue inevitable. Frenar una ley dictada desde la jefatura de Gobierno y lograr un dictamen diferente. La abrumadora mayoría en el congreso se lo impidió.
Esta ley será la base para el desarrollo de la ciudad en las siguientes dos décadas. Su creación se desprende de la propia Constitución de la ciudad y de ella se desprenderán otras leyes y reglamentos como la Ley general de desarrollo, los planes de ordenamiento para las alcaldías y los planes parciales de colonias, barrios y pueblos. En ellos se dictará qué y cómo se construye, bajo qué normas y con qué cuidados, además de qué manejo y cuidado se da al suelo de conservación y cómo se preserva el suelo rural de la capital.
Desde que se presentaron las propuestas de iniciativas los dos frentes quedaron marcados. Una fue promovida por los diputados Federico Döring, del PAN, y Víctor Hugo Lobo, del PRD. La otra manaba de la jefatura de Gobierno y fue impulsada por la diputada de Morena Guadalupe Chavira. Sus principales diferencias se mostraban en el diseño del Instituto de Planeación, el órgano que será el encargado de desarrollar los planes de la ciudad bajo esta ley.
Mientras la propuesta de la oposición proponía un Instituto en el cual el gobierno no tuviera injerencia y que estaría integrado por ciudadanos expertos en diferentes materias, la idea de Morena presentaba un instituto con un control muy cercano a la Jefatura del Gobierno.
Al respecto, la diputada del PAN Gabriela Salido aseguró que se estaba aprobando un dictamen que dejaba fuera el carácter ciudadano que marcaba la constitución.
“No dice qué pasó con las propuestas que se exhibieron de los ciudadanos, no dice qué pasó con el amparo de los pueblos y barrios originarios”, reclamó la diputada. “No se consideró la gestión de riesgos, ni tampoco la calidad de vida de las personas”.
Desde la tribuna, viendo a los palcos desde los cuales varios vecinos observaron el debate, Salido dijo: “Quiero también agradecer a las ciudadanas y a los ciudadanos. Que no nos vendan espejitos, porque eso es lo que nos están dando el día de hoy. Una disculpa, porque en unos minutos, el grupo mayoritario habrá invalidado su lucha. El grupo en el poder le ganó la batalla a la ciudadanía”.
En los palcos se encontraban miembros de organizaciones como Ruta Cívica, que desde que se inició el debate intentó defender el carácter ciudadano de la ley. Sin embargo, eran los menos, y las disculpas de la diputada cayeron en oídos sordos. El resto eran vecinos de diferentes alcaldías con mayoría morenista, que a la menor provocación de un diputado de ese partido aplaudían sin parar.
Como cuando Valentina Batres, morenista, dijo dirigiéndose a los vecinos aplaudidores. “Quiero darle la bienvenida a los vecinos que nos acompañan”, después, completó: “Es importante saber de qué se trata esta ley, pero no lo de la versión que nos cuentan los que han querido interpretar la ley de planeación como un instrumento donde quieren ponerle el suelo edificable, donde quieren poner y garantizar espacio a las consultoras”.
“Es una ley que defiende los derechos de los ciudadanos de a pie, no solo de los consultores que vinieron a los foros de consulta, no solo las voces de los vecinos ricos o medianamente ricos de la Miguel Hidalgo y Benito Juárez, sino también de Tláhuac, de Milpa Alta y de Azcapotzalco”. Después de sus palabras decenas de vecinos rompieron en aplausos.
Según lo que dijo la diputada Batres, en el dictamen que se aprobado se incluyó, a petición del panista Federico Döring, las iniciativas ciudadanas que recopiló el panista por medio de foros. Sin embargo, de inmediato el panista lo negó. Aseguró que de las iniciativas ciudadanas los morenistas sólo rescataron el nombre, pues de fondo no se incluyó nada más.
Bajo esa discusión, entre si el dictamen respetaba los deseos vecinales y cuánta autonomía quedaba en el Instituto, el dictamen se aprobó en lo general con 42 votos a favor, de la mayoría morenista, y 18 en contra, de la oposición PRD-PAN, cuando ambas bancadas aún no dejaban el pleno.
El abandono del pleno llegó horas después, cuando se discutían las reservas de la ley, una serie de artículos que fueron modificados en el dictamen a petición de expresa de algunos diputados. Una a una las reservas propuestas por los morenistas fueron aprobadas por la aplanadora legisladora.
Un destino diferente esperaba a las reservas de los panistas y perredistas. Una a una fueron cayendo sin aprobarse, a pesar de que en algunos casos, concurrían con las propuestas de modificación de los morenistas. El colmo llegó ante las reservas de Federico Döring, quien durante los últimos meses dedicó mucho tiempo a convocar a mesas de ciudadanos y expertos para recabar propuestas para la ley, que fueron señaladas por sus adversarios como intentos de legitimar sus propuestas.
Harto de que sus propuestas se estamparan con la pared de Morena, el diputado dejó el pleno. Después lo siguió su bancada y la del PRD.
Entre las reservas negadas quedaron propuestas referentes a asegurar el mantenimiento de áreas de conservación, para contemplar la factibilidad hídrica de la ciudad, para desarrollar un atlas de riesgo abierto, o para generar un sistema de gestión integral de riesgos.
En la muralla de Morena también quedó una propuesta de Döring para que la persona que quede enfrente del Instituto de Planeación no haya ocupado un cargo en alguna empresa inmobiliaria en los últimos años. Una buena noticia para Pablo Benlliure, director general de Planeación de la Secretaría de Desarrollo Urbano, cuyo nombre suena para dirigir el futuro Instituto Incluso, entre los diputados y asesores que circulaban en el pleno, se encontraban dos de los colaboradores más cercanos del subdirector.
En 2014 Pablo Benlliure ayudó a desarrollar la Norma 26, un instrumento que otorgaba beneficios fiscales para desarrollar edificios de vivienda de interés social, misma que posteriormente fue desvirtuada para que esos mismos edificios fueran vendidos como departamentos de lujo. Durante este sexenio es el encargado de llevar a cabo el programa de regeneración urbana, una política pública muy parecida al de la Norma 26.
Las reservas de la ley se probaron con 39 votos a favor y ninguno en contra, gracias al abandono de la oposición del pleno.
Una vez que entre en vigor la Ley de planeación, se espera que el gobierno de la ciudad empiece a conformar el Instituto de planeación, mientras que, en paralelo el congreso prepara la Ley orgánica del mismo.
Contenido relacionado:
El desarrollo de la CDMX pende de dos propuestas de ley
Döring: las ganancias de planear la ciudad
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona