Identificados en fosas de Arbolillo, tres desaparecidos en gobierno de Yunes

10 septiembre, 2018

Texto y fotos: Miguel León Carmona / E-Consulta Veracruz

Los dos hijos y la nuera de María del Carmen Martínez fueron privados de su libertad el 11 de diciembre de 2016, cuando ya era gobernador Miguel Ángel Yunes; dos fueron identificados entre los restos hallados en fosas de Arbolillo hace un año y aunque la madre solicitó permiso para extender las búsquedas en el predio, las autoridades rechazaron la petición

XALAPA, VERACRUZ.- El hallazgo de 174 cadáveres en 32 fosas del municipio de Alvarado no fue un trabajo exclusivo de la Fiscalía de Veracruz. Esas diligencias derivaron de una búsqueda de la Secretaría de Marina, en 2017. Contrario a lo sostenido por el procurador Jorge Winckler Ortiz, entre 16 víctimas que ya han sido identificadas de ese lugar, tres fueron desaparecidos en la administración del panista, Miguel Ángel Yunes Linares, que inició el 1 de diciembre de 2016.

El pasado 6 de septiembre, Winckler anunció en rueda de prensa, en Xalapa, el descubrimiento de 166 cráneos, que calificó como “un logro” de la institución que él encabeza, apoyado de tecnología de punta que facilitó el gobierno de Yunes Linares. Sin espacio para preguntas de la prensa, evitó dar pormenores de la ubicación del cementerio clandestino, ni explicó por qué las familias fueron excluidas de esa búsqueda.

No obstante, el funcionario insistió: “quiero reiterar y ser claro, del análisis antropológico de los hallazgos se ha podido determinar que se trata de inhumaciones clandestinas de al menos dos años de antigüedad”.

El anuncio fue polémico, debido a que su conclusión de que las víctimas correspondían exclusivamente al gobierno del priista, Javier Duarte de Ochoa (antecesor de Yunes) se daba a un mes de haber comenzado los trabajos en ese lugar, y cuando la cifra de restos hallados era de 166, contra los 174 cráneos que él mismo actualizó dos días después.

Sin embargo, el predio de Arbolillo, en las inmediaciones de la carretera federal 180 Matamoros – Puerto Juárez, donde se localizaron las fosas, ya había sido ubicado por elementos de la Secretaría de Marina el 16 de marzo de 2017. Ese habría sido el último paradero de tres elementos de esa institución que fueron privados de su libertad en el Infonavit Buenavista del puerto de Veracruz en febrero de ese año.

“La Secretaría de Marina-Armada de México pondrá todos los medios y fuerzas disponibles siempre apegados al marco jurídico vigente para localizar y recuperar con vida al personal naval, no descansará en su búsqueda para llevar a la justicia a las personas responsables de este lamentable hecho”, explicó la institución en el comunicado 007/2017, el 1 de febrero de 2017.

Hasta ahora, el hallazgo de los cuerpos de los tres oficiales no ha sido confirmado por la Marina, no obstante, a través de esas diligencias se localizaron, en marzo de 2017, 47 cadáveres de personas en la parte trasera de un rancho, al pie de una laguna que desemboca en el Golfo de México.

Ahora, a pesar de la secrecía de la Fiscalía de Veracruz sobre la ubicación del hallazgo de 174 cráneos -ni siquiera las familias de desaparecidos fueron incluidas en esas diligencias- reporteros y familiares del colectivo Solecito Veracruz confirmaron que se trata del mismo lugar que ya había sido explorado en marzo de 2017.

Además, un poblador de Arbolillo, quien pidió el anonimato, facilitó la ubicación exacta de las 32 fosas clandestinas, mediante una geolocalización en la aplicación Google Maps. Se trata de las mismas coordenadas de las diligencias de marzo de 2017.

Ubicación predio donde se localizaron 32 fosas, de acuerdo con las coordenadas de Google Maps que dio un poblador de Arbolillo.

De acuerdo con Rosalía Castro Toss, integrante del colectivo Solecito, el predio en Arbolillo ya era considerado por ellas como un probable cementerio clandestino, debido a que diversas sábanas de llamadas de sus familiares -incluidas en carpetas de investigación- coincidían en ese lugar.

“Nosotras ya habíamos pedido ese predio (para realizar búsquedas), pero antes que nosotros entró la Marina. Desde un principio fuimos excluidas de esa diligencia, a pesar de que nos asiste el derecho como víctimas indirectas y que en muchos otros predios sí hemos trabajado de la mano de la Fiscalía y de la PGR”, dijo, en entrevista.

La petición ignorada de buscar en Arbolillo

El 13 de octubre de 2017, a María del Carmen Martínez Zamudio y otras 25 mujeres les fue notificada la identificación de sus familiares, cuyos cuerpos fueron hallados en las fosas clandestinas de Colinas de Santa Fe y de Arbolillo, Alvarado; en este segundo grupo, María del Carmen recuperó pedazos de sus hijos, Mario y Felipe Diego Piña Martínez, y su nuera, Maribel Valdivia Hernández.

Felipe Diego había sido visto por última vez el 11 de diciembre de 2016 -ya en la administración de Miguel Ángel Yunes Linares-. Comió en su casa, donde hasta ese día vivió con su hermano y su madre. Alrededor de las 14 horas se reunió con su pareja, Maribel Valdivia, de 32 años. Recientemente se habían comprometido para casarse; ese día acudieron a una boda en el municipio de Veracruz. De acuerdo con María del Carmen, Mario, el hermano mayor, habría quedado de recogerlos en su taxi en algún punto de la ciudad. Pero, el rastro de los tres se esfumó.

La madre pasó la noche en vela en espera de noticias. Al ver que ninguno llegaba a su domicilio, ni respondían sus teléfonos los reportó como desaparecidos en el ministerio público de Veracruz. Con base en las investigaciones asentadas en la carpeta de investigación UIPJ/DXVII/FIV/3140/2016, el taxi número 241, propiedad de Mario, fue encontrado sobre la calle Matamoros, al norte de Veracruz, a la altura del centro comercial Chedraui. No había tripulantes.

Meses más tarde, tras el hallazgo de las fosas de Arbolillo, el 17 de marzo de 2017, María del Carmen solicitó a las autoridades fotografías recabadas en ese lugar. De esa manera se enteró de la muerte de su nuera, Maribel Valdivia Hernández.

En un catálogo de piezas humanas, la madre ubicó un brazo diminuto que se le hizo familiar, pues tenía tatuadas unas iniciales a la altura de la muñeca. “Evidentemente era mi nuera. Yo di aviso a su hermano y me hice la idea de que mis hijos también allí fueron a dar”, compartió la madre en una entrevista, en septiembre de ese año.

La madre no quitó la vista de las noticias sobre los cadáveres hallados en Arbolillo y entregó a las autoridades todo lo que tenía de sus hijos: ropa sucia que habían usado días recientes de su desaparición para dar con algún cabello y los cordones umbilicales de ambos.

En los primeros días de octubre fue notificada de que, entre los restos de 47 personas localizados en Arbolillo, se comprobó la muerte de Felipe Diego. Del paradero de su hijo mayor, sabría hasta 10 meses después, en agosto de este año.

El 2 de julio de 2018, Martínez Zamudio solicitó a la Fiscal Cuarta de la Unidad de Procuración de Justicia del XVII del distrito judicial de Veracruz que comisionara personal para que sus compañeras del colectivo Solecito realizaran búsquedas en el predio de Arbolillo, donde en se habían encontrado 47 cadáveres, entre ellos el de su hijo Felipe Diego y su nuera Maribel.

“Solicito a usted C. Fiscal, comisione personal a su digno cargo, para efecto de que a petición de la suscrita se permita el acceso al Colectivo Solecito junto con su brigada de Búsqueda, al lugar conocido como Arbolillo perteneciente al municipio de Alvarado, Veracruz para llevar a cabo trabajos de varillado y excavación, en virtud de que tengo conocimiento por redes sociales, que en meses anteriores se llevó a cabo el hallazgo y levantamiento de cuerpos en dicho lugar, por personal de la Fiscalía del Estado de Veracruz”, se lee en el oficio signado por María del Carmen Martínez.

La mujer sustentó su petición con 10 notas periodísticas y con la sospecha de que su hijo mayor pudiera haber estado inhumado clandestinamente en el predio de Arbolillo.

Además de solicitar seguridad en dicha búsqueda, pidió que se girara el oficio a la doctora Patricia Trujillo Mariel, titular de la División Científica de la Policía Federal, “para efecto de que comisione personal que corresponda y se traslade hasta el lugar conocido como Arbolillo y permanezca en apoyo al Solecito de Veracruz, con la finalidad de que una vez que se haya localizado algún indicio, se le haga del conocimiento a la Policía Federal División Científica, a fin de que sea debidamente embalado y remitido mediante cadena de custodia al área que corresponda para efecto de que posteriormente se realicen pruebas periciales correspondiente”, dice el documento.

El oficio turnó copia a María Isabel Hernández Cruz, Fiscal Regional de la Zona Centro, Veracruz; Jorge Winckler Ortiz, Fiscal General del Estado de Veracruz; Juan José Niño Tejedor, director general de consolidación del Sistema de Justicia Penal y Derechos Humanos, de la Secretaría de Gobierno y a Roberto Cabrera Alfaro, Comisionado Nacional de Búsqueda de Personas.

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Irresponsabilidad y negligencia de la Fiscalía estatal

De acuerdo con la fundadora del colectivo Solecito, Lucía Díaz Genao (madre de Guillermo Lagunes Díaz, desaparecido desde 2013), la misma solicitud que envió María del Carmen fue realizada por otras ocho familias, sin que hubiera respuesta favorable hasta el día del anuncio de los 166 cráneos en ese mismo lugar por el Fiscal Jorge Winckler, el pasado 6 de septiembre.

“Por esa razón el Fiscal Jorge Winckler se negó en dar el nombre del lugar (durante la conferencia). Eso fue hasta infantil, porque si pensaba que la gente no iba a escudriñar fue muy ingenuo. Ellos ya habían estado ahí, pero optaron por una acción indolente de abandonar ese lugar y después anunciarlo como un logro”, explicó Díaz en entrevista.

Para ella “es evidente que estas fosas que acaban de encontrar son parte de las mismas que la Fiscalía y la Marina encontraron el año pasado. No se explica esta estrategia de la Fiscalía de dejar abandonadas estas fosas durante más de un año y negar a las familias participar en la búsqueda. Es algo que el Fiscal tendrá que enfrentar con el nuevo gobierno, porque aquí hubo un encubrimiento”.

“Cuando la Fiscalía encontró 47 fosas en un solo día, era claro que tenían que haber más fosas alrededor”, dijo Díaz. “Es como si nosotros nos hubiéramos salido de Colinas de Santa Fe cuando encontramos las primeras 50 de 156 fosas. La manera en que se hace una búsqueda en esos lugares es descartando todo. Fue un acto irresponsable, omiso y negligente de la Fiscalía”.

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