18 diciembre, 2023
Talleristas del programa cultural Barrio Adentro, alertan sobre diversos abusos de autoridad por parte de la coordinación de las diversas áreas del programa
Texto: Isabel Briseño
Foto: Archivo Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO.- Barrio Adentro es un programa del gobierno de la Ciudad de México que atiende de manera integral a las niñas, niños y adolescentes de los polígonos con mayor vulnerabilidad en la ciudad. Sin embargo, durante este año, algunos talleristas asignados al programa denuncian que han vivido hostigamiento y abuso de autoridad.
Uno de los talleristas denunciantes, que prefiere reservar su identidad, señala que un ejemplo es el comportamiento del Coordinador José Manuel García Mendoza, quien en su labor ha mostrado tendencias agresivas frente a sus compañeras y compañeros de equipo, a quienes coordina.
“Cuando surgen situaciones que requieren escucha, diálogo, negociación y resolución, su respuesta se limita a ser autoritaria e iracunda. Cuando alguien expresa inquietudes, opiniones y desacuerdos frente a sus decisiones comúnmente arbitrarias, eleva la voz de un modo tan hostil y amenazante que genera incomodidad en los equipos”, indica el tallerista.
El tallerista también señala que en varias ocasiones, García Mendoza ha tenido actitudes reprobables hacia sus compañeras mujeres.
Algunas de ellas, de diversas alcaldías, buscaron mediante una vía organizada, presentar sus quejas a sus superiores como lo es Claudia Indira, sin embargo las quejas fueron desestimadas y hasta saboteadas por ella y por Verónica Domínguez Avilés.
De acuerdo con el testimonio del tallerista, el sabotaje consistió en que Verónica se aproximó a las mujeres afectadas ganándose su confianza y escuchando sus preocupaciones. Luego, transmitió esta información a Claudia, quien convocó a las afectadas a una breve reunión en la que protegió y justificó el comportamiento de su superior José Manuel García.
“Les dijo a las compañeras que eran libres de darse de baja y que el comportamiento de José Manuel no ameritaba ningún tipo de disculpa ni amonestación. Incluso ha calificado de “mentirosas” a las mujeres que han acudido a ella para exponer situaciones de acoso”.
Hasta la fecha esta situación ha generado temor entre las compañeras ante la posibilidad de represalias y hostigamiento.
Estos programas no establecen una relación laboral con sus talleristas,
A los “Enlaces”, otro tipo de promotores, se les ha dado la tarea de ser el vínculo comunicativo entre los promotores (talleristas) y los coordinadores José Manuel García Mendoza y Beatriz Ugalde Espino, sin embargo, su actuar ha sido de “informantes”, señala el tallerista.
“Es cuestionable porque es ventajoso, caprichoso y deshonesto, pues reportan cualquier cuestionamiento de las y los promotores para que estos sean hostigados”.
La actitud, comunicación eficaz y asignación de labores que llevan a cabo los enlaces, depende del grado de simpatía que se logre establecer con ellos mediante actitudes sumisas.
El tallerista que sigue en activo, considera que también es necesaria una evaluación de los capacitadores pues ha observado que algunos carecen de preparación y experiencia en el trabajo educativo, cultural y comunitario.
“Algunos no cuentan con las suficientes herramientas metodológicas, ni con la inteligencia emocional que se necesita para trabajar en equipo, en cambio sobreviven adulando y doblegandose de modo conformista o falso a la voluntad de las y los coordinadores”.
El material que se les proporciona también es insuficiente, denuncia.
“Cada mes, los beneficiarios del programa deben incurrir en gastos para adquirir los materiales necesarios, ya que los suministros que deberían llegar a sus manos no llegan a pesar de estar ya asignados a las coordinaciones; muchos de estos materiales se quedan en manos de los promotores enlaces”.
La falta de seguridad para los talleristas es otro asunto delicado al interior del programa.
“Barrio Adentro», se trata de que los beneficiarios, (usuarios del programa) sean personas establecidas en zonas peligrosas. Los talleristas llegan hasta esas zonas por sus medios y sin algún tipo de seguro, ya sea médico o de vida, que le proteja.
“Como forma de hostigamiento y castigo, nos mandan a zonas muy peligrosas de forma individual, arriesgando nuestra integridad y pertenencias”.
Esta denuncia busca proponer las siguientes mejoras:
1. Establecer un protocolo de prevención y atención al acoso laboral.
2. Descentralizar la coordinación de las áreas del Programa.
3. Revisar los criterios de selección de coordinadores, promotores y talleristas.
4. Asegurar un suministro adecuado de recursos para los talleres.
5. Evitar la asignación de beneficiarios a zonas peligrosas.
6. Evaluar a todas las figuras y beneficiarios del Programa con el objetivo de visibilizar la
experiencia, habilidades y conocimientos para el trabajo cultural comunitario.
El tallerista y el grupo de sus compañeros que realizan esta denuncia, buscan que este mensaje llegue a la actual Secretaria de Cultura, Claudia Curiel de Icaza y a Juan Gerardo López Hernández como una invitación que busca generar una respuesta reflexiva y resolutiva.
“Claudia Curiel de Icaza ha dicho que hacemos cultura para transformar y pacificar; es inadmisible la violencia y maltrato en el Programa Promotores Culturales de la CDMX y Talleres de Artes y Oficios”.
Por último, el tallerista agradece a quienes han denunciado y resalta que su valentía es fundamental para que se puedan lograr cambios positivos en estos programas y así seguir beneficiando a la sociedad.
Nunca me ha gustado que las historias felices se acaben por eso las preservo con mi cámara, y las historias dolorosas las registro para buscarles una respuesta.
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