Hojas de otoño: una oda a la soledad compartida

23 marzo, 2025

En el gris Helsinki de Kaurismäki, dos almas solitarias buscan calor humano entre trabajos precarios y noticias de guerra. Con diálogos mínimos y una banda sonora elocuente, esta película retrata el amor como acto de resistencia: ¿hasta dónde ceder sin perderse? Una oda melancólica a los encuentros que nos redimen

Texto: Andi Sarmiento

Foto: Tomada del trailer oficial

CIUDAD DE MÉXICO. –Hojas de otoño es una película del director finlandés Aki Kaurismäki que habla sobre Ansa y Holappa, dos trabajadores que habitan en la ciudad de Helsinki y que están luchando tanto contra las adversidades externas como contra sí mismos para que su relación funcione. Es una historia de amor, compañía y soledad.

Ambos se encuentran en puntos similares de sus vidas, regidas por la incertidumbre. Su trabajo, su futuro y el rumbo de su sociedad son muy inciertos; no tienen claridad sobre lo que pasará, dado que ambos laboran en lugares donde su integridad se ve constantemente cuestionada, y su empleo se considera algo que puede ser sencillamente reemplazable. Además, reciben constantemente noticias de guerra y violencia, lo que genera un desánimo que se siente no solo en ellos, sino también en los reducidos círculos que les rodean.

Valorar los encuentros

La cinta nos muestra el impacto que pueden tener ciertos encuentros sobre nosotros, esos momentos casuales que, inesperadamente, logran cambiar nuestro rumbo por completo.

Ansa y Holappa se conocen en un bar: ella trabaja allí y él lucha contra su alcoholismo. Rápidamente entablan una conversación y acuerdan su primera cita. Durante esta conversación, aunque breve, se transmite una importancia, ya que sus diálogos, a pesar de ser fugaces, logran expresar las emociones que surgen entre ellos. No conocen sus nombres, pero saben lo que está ocurriendo entre ellos.

Este fenómeno permea a lo largo de la cinta, que se compone de charlas que, sin necesidad de palabras, nos hacen sentir la tristeza colectiva a la par que la ilusión de los protagonistas.

Además, la música juega un papel fundamental; no se percibe simplemente como un acompañamiento, sino como un personaje más de la obra. Desarrolla el papel de narrador, expresa los diálogos no verbales y nos guía a través del desenlace de lo que está ocurriendo. Asimismo, la disposición espacial y la posición de los encuadres, así como el juego de colores, nos revelan mucho sobre el estado anímico de los personajes.

Sortear las diferencias

A lo largo de la historia, la relación se ve afectada por diversos obstáculos que van desde lo sencillo hasta lo más complejo.

Durante este proceso, ambos se embarcan en el camino de comprenderse a sí mismos para, después, poder convivir el uno con el otro. A pesar de las diferencias en sus cosmovisiones, la intensidad de sus emociones es lo que los impulsa a cuestionarse a sí mismos y presentarse con una versión renovada, principalmente en el caso de Holappa.

Por un lado, ella necesita escucharse a sí misma para establecer sus límites, los cuales son esenciales para la convivencia. Para poder establecer esos límites, primero necesita conocerse a fondo, autoexplorarse y priorizarse, dejando en claro lo que no es negociable para estar con ella. Por otra parte, él debe ser sincero y crítico para comprender que ciertas actitudes no le son funcionales si su meta es construir algo con Ansa.

Representan una de las múltiples complejidades de las interacciones humanas, cuando dos personas buscan estar juntas pero sus acciones son divergentes; a pesar de encontrarse en contextos similares, uno realiza acciones que el otro no acepta. Aquí existen tres escenarios posibles: que ella ceda y rompa sus límites, que él modifique su conducta o bien que ninguno de los dos acceda y se distancien.

Este es un dilema bastante común en nuestras relaciones, que marca una delgada línea en la que nuestra comprensión del amor puede volverse peligrosa. Para la buena convivencia, es necesario asimilar que somos seres fluctuantes en constante cambio, lo que implica que tenemos la capacidad de modificarnos, dado que ni nuestras acciones ni nuestro pensamiento son por completo estáticos.

Cuestionar nuestra forma de amar

Ambas partes cuentan con bases para reflexionar sobre sus vínculos. A cada quien le corresponde decidir y establecer hasta qué punto están dispuestas a cambiar y aceptar del otro. Encontrar el equilibrio entre estos factores, priorizando la empatía y la escucha, pero sobre todo, protegiendo lo que somos. Ambas partes deben aceptar que la otra persona tiene una personalidad que solo ella puede modificar, por lo que es importante establecer claramente los límites de lo que se puede tolerar, para no permitir que su presencia se torne dañina. Al mismo tiempo, cada una debe ser consciente de su capacidad de evolución, abriéndose a la transformación sin perder lo que le hace ser a cada quien.

Sin embargo, todo este proceso se vive de manera diferente cuando es forzado y cuando surge de un impulso genuino. Holappa no se transforma por una imposición de Ansa, sino por su propia voluntad y su deseo de seguir con ella.

Es importante analizar hacia dónde nos estamos moviendo y por qué estamos realizando o permitiendo ciertas acciones. Por eso, es fundamental cuestionar nuestra manera de amar, ya que el sentimiento tiene el poder de hacernos avanzar y mejorar como individuos; sin embargo, también puede nublarnos y hacernos perder de vista quiénes somos en nombre del amor.

Hojas de otoño está disponible en la plataforma MUBI.

Andi Sarmiento

Me gusta escribir lo que pienso y siempre busco formas de cambiar el mundo; siempre analizo y observo mi entorno y no puedo estar en un lugar por mucho tiempo