24 octubre, 2020
Información que supuestamente filtró la Fiscalía General del Estado y que se difundió en las redes sociales relaciona al padrastro de la niña con el crimen, pero la familia duda de esa versión. El hombre fue forzado a subir a un auto después de una protesta y desde entonces esta desaparecido
Texto: Marlén Castro / Amapola Periodismo
Foto: Oscar Guerrero
CHILPANCINGO, GUERRERO.- La familia de Ayelín, la niña de 13 años asesinada en Tixtla, duda de que Eduardo Gatica Sánchez, la pareja sentimental de la madre, tenga algo que ver en su desaparición y asesinato.
Ayelín desapareció el jueves 15 de octubre alrededor de las tres de la tarde. Cuatro días después, la mañana del lunes 19, la familia halló el cadáver desmembrado, a sólo 100 metros de su casa, de la que salió para encontrarse con su madre.
La noche del miércoles 21 de octubre, unos hombres armados subieron a Eduardo Gatica a un auto color blanco, afuera de la Fiscalía General del Estado (FGE), en Chilpancingo, al terminar la protesta en la que participó con otros integrantes de la familia para exigir justicia para Ayelín.
Ese día, en Chilpancingo, colectivas feministas convocaron a una marcha alrededor de las cinco de la tarde. Los manifestantes quemaron lonas en la puerta del Ministerio Público del Fueron Comúny rompieron los vidrios de la FGE. Fue cerca de ahí, y cuando terminó la protesta, que se llevaron a Eduardo Gatica.
Hasta la noche de ayer jueves, la familia desconocía el paradero de Eduardo. Por las redes sociales supo que las autoridades lo señalaban de tener algo que ver en el asesinato de Ayelín, de acuerdo con información filtrada por la misma FGE.
También se enteró, porque ese fue el rumor en las redes, de que quienes se lo llevaron en el auto blanco eran hombres armados de Los Ardillos, el grupo criminal que controla esa pequeña ciudad.
“A nosotros la Fiscalía no nos ha dicho nada, no sabemos si efectivamente lo detuvo. No sabemos nada de él”, indicó la hermana de Flora Marcelo. “Lalo –como llaman a Eduardo– siempre anduvo con nosotros en las búsquedas desde el jueves que desapareció Ayelín. Ese mismo jueves estaba con nosotras, conmigo y con Flora allá en el negocio”, aseguró.
Flora llamó a su hija para que se reunieran para comer en el negocio de reciclaje que tienen las hermanas en la calle Insurgentes, la avenida principal de Tixtla.
“La única vez que no estuvo con nosotros fue la noche del domingo, se fue a dormir a su casa, porque no cabíamos aquí todos los que estábamos buscándola, pero al otro día, llegó bien temprano. A las seis de la mañana ya estaba listo para seguir”, dijo.
Fue precisamente Eduardo y otro hermano de Flora quienes hallaron el cadáver de Ayelín, en la barranca Chichipico, a sólo 100 metros de la casa en línea recta.
“Mi hermano llegó el domingo y al día siguiente, el lunes, pidió que lo llevaran a donde Ayelín había caminado y se había desaparecido, y ellos fueron quienes la hallaron”.
Este trabajo fue publicado originalmente en AMAPOLA que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original
Quería ser exploradora y conocer el mundo, pero conoció el periodismo y prefirió tratar de entender a las sociedades humanas. Dirigió seis años la Red de Periodistas de a Pie, y fundó Pie de Página, un medio digital que busca cambiar la narrativa del terror instalada en la prensa mexicana. Siempre tiene más dudas que respuestas.
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