24 marzo, 2020
El gobierno de la Ciudad de México busca mantener activa la operación de mercados y pequeños negocios durante la contingencia sanitaria. Ofrecerá apoyos de 10 mil pesos en promedio a cada locatario
Texto: Vania Pigeonutt
Foto: Cuartoscuro
En las últimas dos semanas las ventas del puesto de comida corrida de Amalia Juárez Hernández, una mujer viuda de 63 años de edad, han bajado hasta el 70 u 80 por ciento, luego de que se detectara el primer caso de COVID-19 en México.
Amalia lleva ocho años poniendo su puesto frente a la Escuela de Artesanías de la colonia Tránsito, en el centro de la Ciudad de México. Jamás había sentido tanta incertidumbre: “¿Qué vamos a hacer si nos dicen que no podemos venir a vender? Yo soy viuda, no tengo quién me apoye. Mis tres hijos ya están grandes, pero de aquí sale mi renta, mi luz, agua, mis gastos para vivir”, comparte mientras termina de recoger su mesa, donde destaca un gel antibacterial.
Como ella, hay decenas de comerciantes y propietarios de pequeños negocios en la incertidumbre.
Gabriel Leyva Martínez dirige los Proyectos para el Desarrollo Económico de los Canales de Abasto, Comercio y Distribución de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco). El funcionario adelantó que el gobierno de la Ciudad de México dispondrá de un fondo adicional de al menos 200 millones de pesos. Destinaran esa cantidad para apoyar a unos 20 mil locatarios de pequeños y medianos negocios que sufran pérdidas por el COVID-19.
El funcionario explicó que no cerrarán los 329 Mercados Públicos, los sobre ruedas y los tianguis durante la contingencia por la enfermedad mundial. Sólo deberán seguirse medidas sanitarias y de prevención del virus. Los mismos locatarios de los comercios de las 16 alcaldías han limpiado pasillos y establecimientos para evitar contagios, de acuerdo con lo compartido por el funcionario.
“Los mercados públicos y tianguis van a seguir operando. Nosotros tenemos que garantizar el abasto para una cantidad muy importante de personas. Son 12 millones en la Ciudad de México y aproximadamente 22 millones de personas de toda el área metropolitana, que se surten aquí”, precisó.
La Sedeco ha recorrido varios mercados y tianguis y los propietarios están preocupados porque hubo mucha gente que en redes sociales advirtió que se iban a cerrar.
Cada semana, afirma, están recorriendo de 25 a 30 mercados para corroborar el cumplimiento de las medidas dictadas. Se refiere al uso de gel antibacterial, uso de cubrebocas y guantes, sobre todo quienes venden alimentos.
“Así estuviéramos en Fase 5, los mercados no van a cerrar. Hay un tema de seguridad alimentaria: ¿quién va a llevar alimentos a 22 millones de personas? Tú puedes no ir al cine, al antro, al gimnasio, pero no puedes no comer”.
Leyva Martínez hace una reflexión. Dice que el 60 por ciento de la economía de nuestro país es informal. La gente vive al día. “Tenemos que garantizar que en el momento vaya a su mercado o a su tianguis, encuentre su alimento”, señala. Sólo una parte muy reducida de la población en México podrá vivir en sus casas más de un mes con productos no perecederos, explica.
Leyva precisa que los apoyos no se darán a grandes empresas, éstas tendrían que solicitar préstamos a Nacional Financiera. Esto debido a que tienen otros esquemas y montos mayores a los que ofrecerán a los pequeños y medianos negocios.
Aunque no tienen una proyección de pérdidas económicas, porque es difícil determinarlo de acuerdo con cada giro, consideran que el ramo de la venta de alimentos es el que menores pérdidas sufre en estos días. Pero los llamados artículos complementarios, como lámparas, barnices y otros productos, no está yendo a comprar la gente.
Algunos mercados ya toman medidas de servicio a domicilio y la Sedeco ayuda con campañas de difusión.
“Como medida permanente estamos realizando una campaña de difusión para que la gente lo sepa, los mercados están abiertos. Hemos implementado, por ejemplo, con todos los mercados de Tlalpan si te metes a las redes sociales de Sedeco: están los teléfonos para que tú puedas solicitar tu mandado desde tu casa y ellos te lo llevan. Estamos implementando esta medida con los tianguis, estamos afinando su operatividad, para que ellos puedan tener un esquema para que la gente pueda hacer su pedido con alguno de los compañeros y nada más pasar a su auto a recoger”, dice.
Hay seguridad alimentaria para al menos un mes y medio. Pone como ejemplo que la Central de Abastos sigue moviendo a diario las 60 mil toneladas de alimentos que en gran parte abastecen a la ciudad, el área metropolitana y otros estados como Sinaloa.
Para los próximos días, sólo tendrán que seguir vigilantes con las medidas higiénicas en los locales y reforzando el servicio a domicilio, sobre todo para quienes no tengan que salir de sus casas, como adultos mayores y gente con enfermedades respiratorias, entre otras, puedan recibir sus mandados en sus casas.
En el mercado de la Merced, la central más afectada, también están buscando que las compras no tengan que ser personalizadas.
“Estamos trabajando con los compañeros para que se digitalicen, para que todos puedan tener pago digital y la gente que tradicionalmente va o que dice: no voy a La Merced, porque me siento inseguro, sepa que no necesita llevar dinero en efectivo o puede ir con su tarjeta, pagar con su marchante las cosas que va a comprar”.
Estos comerciantes, como son los más afectados porque acá se surten normalmente restauranteros y pequeñas fondas, ha informado una baja de ventas.
Amalia, seguirá ofreciendo sus alimentos todos los días. Espera que cuando le impidan trabajar, enseguida le den una solución a cómo pagará su renta, su luz y los servicios que salen de su pequeño negocio que la sostiene desde hace ocho años.
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