La coalición de ultraderecha ganó de manera rotunda las elecciones en Italia, con 44 por ciento de los votos. Giorgia Meloni, dirigente y fundadora de Hermanos de Italia, se convertiría en la primera ministra de ese país

Texto: Redacción Pie de Página

Foto: Andreas Solaro / AFP

CIUDAD DE MÉXICO.- El partido Hermanos de Italia, señalado como neofascista, fue el más votado en las elecciones del pasado fin de semana en ese país y en coalición con la Liga y Forza Italia, de Silvio Berllusconi, obtuvieron una victoria de 44 por ciento de los votos, confirmados en el recuento oficial.

Con esta victoria, Giorgia Meloni, dirigente y fundadora de Hermanos de Italia, se convertirá en la primera ministra de Italia. Su partido obtuvo más del 26 por ciento de los votos, seis millones de Italianos, en un veloz crecimiento.

En cuatro años, pandemia, guerra Rusia-Ucrania y crisis económica de por medio, los votantes italianos por este partido crecieron seis veces, ya que en 2018 apenas alcanzaron el 4.3 por ciento de los votos. Además, el abstencionismo de 36 por ciento jugó también un papel importante.

Aunque en un mensaje la noche del domingo dijo que exaltaría los puntos de unión entre la sociedad italiana, gobernar para todos y reconstruir la confianza en la clase política, Meloni ha manifestado un discurso liberal en lo económico y conservador en lo social, abiertamente antimigrante y anti ideología de género.

Georgia Meloni nació en uno de los sectores más pobres de la capital italiana. Muy joven, a los 15 años de edad, se unió al partido neofascista Movimiento Social Italiano (MSI), heredero del fascismo de Benito Mussolini.

Luego, a los 21 años, Meloni se afilió a otro partido conservador, Alianza Nacional, con el que se hizo diputada, y a los 29 años de edad fue vicepresidenta del Congreso.

En 2012 se separó de uno de sus mentores, Silvio Berllusconi y su partido Pueblo de la Libertad, para fundar Hermanos de Italia. Una década después, será la primera ministra de Italia.

En junio pasado, Meloni participó en un acto político con el ultraderechista partido Vox de España. Ahí, se mostró de cuerpo entero:

«Ya no es tiempo de pensamientos débiles, ya no es tiempo de compromisos a la baja. De continuas mediaciones que enguadan a todos y debilitan a nuestras naciones. Este es el momento de las tomas de posición claras (…) Hoy en día el laicismo de izquierdas y el radicalismo islámico amenazan nuestras raíces. Hace 530 años. el italiano Cristóbal Colón partió de un puerto andaluz para descubrir las américas. Hoy hay quienes quieren derribar las estatuas dedicadas a él para borrar nuestras historia como europeos, cristianos y occidentales. frente a este reto no hay mediaciones posibles: o se dice sí, o se dice no».

«Sí a la familia natural. No a los lobby LGBT. Si a la identidad sexual. No a la ideología de género. Si a la cultura de la vida. No al abismo de la muerte. Sí a la universalidad de la cruz. No a la violencia islamista. Sí a las fronteras seguras. No a la migración masiva. Sí al trabajo a nuestros ciudadanos. No a las grandes finanzas internacionales. Si a la soberanía de los pueblos. No a los burócratas de Bruselas. Sí a nuestra civilización. No a quienes quieren destruirla»