6 abril, 2021
Son 137 millones menores de 18 años que no van a la escuela, equivalente a la población total de México. Las cifras nos deberían de alertar a todas las personas. Ningún país, ningún gobierno, ninguna persona, deberíamos sentirnos seguros ni satisfechos con lo hecho hasta ahora
Por Sonia del Valle / @lamalaeducacion / MUxED
En América Latina y el Caribe 137 millones de niños, niñas, adolescentes y jóvenes continúan sin recibir educación presencial. Esto es 97 por ciento del estudiantado en la región.
Las proyecciones de la UNESCO alertan que más de tres millones de niños, niñas y adolescentes en toda la región están en peligro de no regresar nunca a la escuela y la tasas de matriculación escolar por primera vez caerán en cerca de 2 por ciento.
En el caso de España, la situación también es crítica. El 29.5% de los niños y las niñas del país estaba en riesgo de pobreza o exclusión antes de esta crisis, una de las tasas más altas de Europa, y tiene una de las tasas de abandono educativo temprano más altas de la Unión Europea, que es actualmente del 17.9% con respecto al 10.6% de la UE.
La pandemia por covid-19 está gestando una de las crisis educativas más importantes de los últimos años en la región Iberoamericana, incluido México, donde hemos perdido ya tenemos fuera a más de 5 millones de estudiantes de acuerdo con datos del INEGI.
137 millones de personas menores de 18 años no asisten a la escuela, cantidad superior en once millones a la población total de México. Estas cifras nos deberían de alertar a todas las personas. Ningún país, ningún gobierno, ninguna persona deberíamos sentirnos seguros ni satisfechos con lo hecho hasta ahora. Es preciso reforzar nuestros esfuerzos para convencer a las estudiantes y sus familias, así como a la sociedad, sobre la implicaciones que tiene la pandemia del covid-19 para la población joven, pero sobre todo para las mujeres, porque sabemos que las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes tienen el doble de probabilidades de no asistir a la escuela en situaciones de crisis; enfrentan mayores barreras para acceder a la educación y se incrementan las agresiones que las vulneran –como la violencia doméstica y de género– cuando no están en la escuela.
En los últimos 6 meses la Red de Mujeres Unidas por la Educación (MUxED) puso en marcha la campaña #YoTambiénMeQuedo en la Escuela en México, cuyo mensaje central fue detonar una conversación con las estudiantes de 15 a 18 años para convencerlas de que es preciso, pese a lo complejo de la situación por la que atravesamos, quedarse en la escuela, no solo porque la educación tiene el poder de salvar vidas, sino porque activa los efectos multiplicadores que reducen la pobreza, la mortalidad materna e infantil, el matrimonio temprano y las enfermedades de transmisión sexual.
Durante seis meses y gracias al apoyo del Conalep y la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable en México (GIZ), la Fundacion SM, la UNESCO México, Grupo Loga y la Secretaría de Educación y Cultura de Sinaloa, fue posible crear, planear y difundir la campaña en Facebook, Instagram, Twitter, Spotify y abrir un canal de Youtube para impulsar esta conversación. Llegamos a casi tres millones de personas, el 70 por ciento mujeres de 15 a 24 años, con los más 1 mil 100 publicaciones que generamos y que incluyó diversas actividades como conversatorios, entrevistas en Instagram entre estudiantes, lectura de historias de mujeres extraordinarias que han aportado al mundo, a manera de ejemplos para las adolescentes y jóvenes.
Ahora con el apoyo de la Fundación SM, que tiene oficinas en 10 países de América Latina, y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (Orealc), con sede en Chile, la UNESCO México, la organización YouthBuild México y Servicios de Apoyo a la Juventud (Seraj) lanzaremos la campaña en Iberoamérica el próximo 12 de abril.
En la segunda fase de la campaña queremos además impulsar una estrategia en la red social de TikTok sobre el derecho a la educación y el aprendizaje, sobre la escuela y para qué sirve. Por ello, hemos puesto en marcha una campaña de donativos entre las integrantes de la Red Mujeres Unidas por la Educación (MUxED) y quienes se quieran sumar, para lanzar el concurso #ActívateporelDerechoalaEducación en esa red social. https://donaronline.org/servicios-a-la-juventud-a-c-seraj/beca-una-activista-por-el-derecho-a-la-educacion
¿Para qué todo esto?
El derecho a la educación es un derecho que tenemos las y los mexicanos desde hace más de 100 años. Pero tenemos muy pocos conocimientos sobre para qué sirve y por qué es un derecho habilitante que permite ejercer el resto de los derechos humanos.
Muchas personas damos por sentado este derecho. Incluso las razones son muy diversas. Algunas personas vamos a la escuela lo mismo porque #nohaydeotra o porque somos obligados por los padres o porque las madres y los padres de familia se lo dicen a sus hijos, porque ellos mismos recibieron el mismo mensaje de sus padres, o porque es lo que uno tiene que hacer cuando tienen 6 años cumplidos, en fin, todas son razones de forma, pero no de fondo.
En el fondo sabemos poco de los beneficios de la educación. Sabemos poco sobre los aprendizajes y cómo aprender, sabemos por supuesto muy poco del funcionamiento del cerebro y cómo aprender mejor y cuáles son los detonantes para que las niñas, niños, adolescentes y jóvenes no les guste ir a la escuela o sí les guste.
Pero no solo sabemos poco de la forma como aprendemos, también sabemos muy poco sobre el conocimiento y para qué sirve y por qué es cada vez más importante y vital para la sobrevivencia de los países y del planeta mismo. Sin conocimiento es poco viable que las personas puedan transformar su realidad, su entorno, aquello que no les gusta, e incluso puedan plantearse formas novedosas e innovodoras sobre cómo salir de las sucesivas crisis en las que nos encontramos. ¿Queremos mejorar el medio ambiente, mejorar la forma cómo extraemos los recursos naturales, queremos modificar las condiciones de pobreza en el país, la desigualdad social, la violencia de género, incrementar la participación ciudadana en los procesos electorales, mejorar los procesos industriales o apreciar la diversidad social, étnica y cultural? ¿Eso queremos? Todo empieza con ir a la escuela, pero no concluye ahí.
La educación de las jóvenes va más allá de asistir a la escuela. Se trata de asegurar que aprendan, de completar todos los niveles de educación con las habilidades para competir efectivamente en el mercado laboral o transformar su entorno; aprender las habilidades socioemocionales y de la vida necesarias para navegar y adaptarse a un mundo cambiante; tomar decisiones sobre sus propias vidas; contribuir a sus comunidades y al mundo.
Sí, la educación de las mujeres (niñas, adolescentes y jóvenes) debería ser una prioridad para el bienestar y el desarrollo de los países. Las mujeres con mayores niveles educativos y aprendizajes tienden a ser más saludables, participar más en el mercado laboral formal, obtener mayores ingresos, tener menos hijos, casarse a una edad posterior y permitir una mejor atención médica y educación para sus hijos, si eligen convertirse en madres. Todos estos factores combinados pueden ayudar a sacar a los hogares, las comunidades y las naciones de la pobreza.
No hemos inventado el hilo negro. Estamos poniendo nuestro conocimiento a disposición de las adolescentes y las jóvenes para crear una nueva conversación, mirando hacia el futuro, para decirles que, a pesar de todo, vale la pena quedarse en la escuela. La pandemia pasará y su educación no.
La autora es integrante de la Red MUxED, maestra en periodismo político y comunicación educativa. Es una de las coordinadoras de la campaña #YoTambiénMeQuedo en la Escuela.
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