15 diciembre, 2022
La red criminal de Genaro García Luna quedó exhibida en una conferencia mañanera de López Obrador. Su juicio empieza el 17 de enero. Quién sabe si su protector le acompañe en el banquillo: Felipe Calderón se mudó a España
Twitter: @anajarnajar
En la colonia Romero Rubio de Ciudad de México algunos recuerdan al adolescente fornido, de cara redonda, que vivía en una destartalada vecindad del barrio.
Las anécdotas sobre el jovencito, quien con frecuencia se liaba a golpes con sus compañeros de la Escuela Secundaria 70 donde estudiaba, seguramente revivirán estos días.
Porque el conflictivo muchacho es Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública y el principal lugarteniente y operador de Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa, ocupante ilegítimo de la Presidencia de la República entre 2006 y 2012.
Esta semana se celebran las audiencias preliminares del juicio contra García Luna, en las que serán elegidos los miembros del jurado.
El proceso formal empieza en la segunda semana de enero próximo, y se calcula que dure un par de meses.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Fiscalía de Nueva York tienen preparada la comparecencia de varios testigos protegidos contra el exsecretario de Seguridad.
Entre ellos se encuentran Édgar Valdés Villarreal, La Barbie; Jesús Zambada García, El Rey quien es hermano del líder del Cartel de Sinaloa, Ismael Zambada El Mayo.
También se espera la presencia de Sergio Enrique Villarreal Barragán, El Grande, así como Gerardo Álvarez Vázquez, El Indio.
Todos formaron parte del Cartel de los hermanos Beltrán Leyva que a su vez formó parte de la organización de Sinaloa.
En sus procesos ante la justicia estadounidense han acusado a García Luna y sus secuaces de recibir decenas de millones de dólares para permitir la operación de estos grupos, así como eliminar a sus adversarios.
El gobierno mexicano colabora con el estadounidense en el proceso contra García Luna. El contenido del intercambio de información es confidencial.
Pero este jueves, en la conferencia de prensa matutina del presidente López Obrador se reveló parte de la estructura operativa del lugarteniente de Calderón.
La red se formó hace décadas, cuando García Luna fue reclutado por el almirante Wilfrido Robledo para integrarse al equipo de contrainsurgencia creado en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
Al inicio, dice el subsecretario de Seguridad Ricardo Mejía Berdeja, el grupo se hacía llamar Los 12 Apóstoles, pero cuando se incorporó al gobierno de Calderón cambió su nombre por Los 7 Jinetes de Apocalipsis.
Era “toda una estructura dedicada a la colusión criminal”, asegura Mejía Berdeja, la cual operaba esencialmente en la Policía Federal.
Por eso la decisión de desaparecer a la corporación y sustituirla por la Guardia Nacional. “Era para limpiar de tajo toda esta red, porque tenía ramificaciones prácticamente en todas las áreas de seguridad regional y en algunas áreas de inteligencia e investigación”.
En la conferencia mañanera el subsecretario de Seguridad presentó una fotografía donde aparece una parte de Los 12 Apóstoles, con García Luna al centro.
En la imagen se encuentra Armando Espinosa de Benito, un viejo agente de la Policía Judicial Federal que en el gobierno de Vicente Fox se convirtió en la Agencia Federal de Investigación (AFI), encabezada por García Luna.
En poco tiempo Armando Espinosa se convirtió en colaborador cercano del jefe de la Agencia e inclusive le acompañó cuando fue designado secretario de Seguridad.
En la SSP el exagente fue titular del área de investigación. Hoy está prófugo pues está acusado de recibir sobornos millonarios de El Chapo Guzmán.
Otro miembro del grupo compacto de Genaro García es Francisco Garza, quien fuera coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal (PF).
Fue destituido en 2007 después que un convoy con 150 sicarios del cartel Beltrán Leyva recorrió más de 200 kilómetros desde Altar hasta Cananea, Sonora, para atacar a un grupo rival.
En el enfrentamiento murieron 22 personas. Los sicarios pasaron inclusive por casetas de peaje sin ser molestados por la PF, a cargo de la seguridad en las carreteras federales.
Francisco Garza fue destituido, pero al poco tiempo su amigo García Luna lo designó agregado de la SSP en Colombia.
En la fotografía de Los 7 Jinetes del Apocalipsis también aparece Edgar Eusebio Millán Gómez, coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal Preventiva (PFP) que después se convirtió en la PF.
Millán Gómez fue asesinado en el barrio de Tepito el 8 de mayo de 2008.
Otro integrante de la red criminal es Luis Cárdenas Palomino, exdirector General de Investigación de la AFI y jefe de Seguridad Regional de la PF.
Fue compañero de García Luna desde 1989, cuando ambos eran agentes del Cisen. El exsecretario de Seguridad le tenía aprecio y mucha confianza, y por eso le encargó organizar el montaje televisivo donde supuestamente se detuvo a Israel Vallarta y Florence Cassez, en 2005.
Actualmente se encuentra en la prisión de alta seguridad de El Altiplano acusado de tortura y abuso de autoridad.
El último personaje que aparece en la imagen presentada en la conferencia mañanera es Facundo Rosas, exdirector de Terrorismo en la PFP y exsubsecretario de Prevención y Derechos Humanos en la SSP. También fue comisario General de la PF.
El año pasado fue detenido por su presunta participación en la operación Rápido y Furioso, que permitió el ingreso ilegal de miles de armas entregadas por el gobierno de Estados Unidos para supuestamente rastrear a cabecillas de carteles de narcotráfico.
Facundo Rosas, sin embargo, fue exonerado y abandonó la prisión en julio pasado.
En la estructura criminal del procesado en Nueva York se encuentra Ramón Eduardo Pequeño García, quien fue jefe de la División Antidrogas de la PF en los sexenios de Calderón y Enrique Peña Nieto.
La DEA acusa al personaje de formar parte de una red internacional de lavado de dinero, producto del tráfico de drogas desde México a Estados Unidos.
Eduardo Pequeño era responsable de supervisar la seguridad en la prisión de El Altiplano en 2015, cuando El Chapo escapó por un túnel bajo su celda.
Fue despedido por la fuga, pero casi de inmediato encontró empleo en Grupo Azteca, donde su propietario Ricardo Salinas Pliego lo contrató como jefe de seguridad.
Actualmente Eduardo Pequeño permanece encarcelado. El gobierno de Estados Unidos solicitó su extradición.
Finalmente, en la red criminal presentada por el subsecretario Mejía Berdeja aparece Tomás Zerón de Lucio, quien fue colaborador cercano de García Luna en la AFI.
El exdirector de la Agencia de Investigación Criminal durante el gobierno de Peña Nieto se encuentra prófugo, refugiado en Israel.
Es acusado de construir la llamada Verdad Histórica en torno a la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa.
También se le acusa de comprar el software Pegasus utilizado para espiar a periodistas y defensores de derechos humanos.
El gobierno de Israel se ha negado a extraditar a Tomás Zerón aparentemente como represalia por la posición del gobierno mexicano en favor de Palestina, según publicaron medios internacionales como The New York Times.
La audiencia inicial del juicio contra Genaro García Luna está programada para el 17 de enero de 2023.
Los testigos protegidos que presentará el Departamento de Justicia estadounidense son clave en el destino del exfuncionario mexicano.
Sin embargo, es previsible que sus testimonios no se limiten a García Luna, pues en distintos momentos esos testigos acusaron a Calderón Hinojosa de recibir directamente o beneficiarse de los sobornos entregados por los Beltrán y El Mayo.
Es una de las razones por las que el sujeto cambió su residencia a España auxiliado por uno de sus compinches en negocios irregulares, el expresidente José María Aznar.
Aparentemente la idea del impresentable sujeto es cobrar facturas y recibir protección de los políticos y empresarios españoles a quienes benefició durante su sexenio.
Quién sabe si mantenga la impunidad que ahora tiene. El fuero que le protege en México no existe en España, que suele cumplir con el convenio de extradición que sostiene con Estados Unidos.
Las posibilidades de que sea enviado a ese país, en caso de que sea requerido, dependen de la capacidad de presión de los secuaces empresariales de Calderón, como Iberdrola o los consorcios hoteleros españoles que tienen negocios en la Riviera Maya.
Pero también dependerá de la posición que en ese caso eventual asuma el gobierno de López Obrador.
AMLO ha dicho que no perseguirá a los expresidentes. Pero no está claro si los defendería en caso de ser detenidos por otros gobiernos.
Como en el juego de la botella, que al detener su giro apunta a quien debe cumplir un castigo, la suerte del impresentable personaje depende, también, de un poco de suerte.
Productor para México y Centroamérica de la cadena británica BBC World Service.
Periodista especializado en cobertura de temas sociales como narcotráfico, migración y trata de personas. Editor de En el Camino y presidente de la Red de Periodistas de a Pie.
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