Gabriel Quadri y la transfobia neofascista cobrando vidas

16 enero, 2022

A lo que Quadri llama erróneamente “ideología transgénero”, es a la constante lucha por querer un mundo más digno, más propicio para las mujeres trans. No se trata de una ideología, se trata de exigir los Derechos Humanos. La incitación al odio, que deviene en asesinatos, en transfeminicidios, no es libertad de expresión

Tw: @aceves_ever

A Natalia Lane y a Salma Luévano, luchadoras incansables

Las palabras no son gratuitas. Las palabras cobran vida cuando son emitidas para generar odio. Al momento de escribir este texto, en México ya hay tres casos graves de violencia transfóbica en lo que va del año, incluyendo transfeminicidios e intentos de transfeminicidios. Natalia Lane, activista, trabajadora sexual y asambleísta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México (Copred), ha sido la más reciente víctima —contabilizada— de un intento de transfeminicidio. Hoy, 16 de enero, hace unas horas. Si cada dos semanas se repitieran los mismos tres casos, a la mitad del 2022 llevaríamos 36 transfeminicidios. Un número mayor en comparación con los primeros seis meses del año pasado: 21 asesinatos.

¿De dónde viene tanto odio y saña, en particular, hacia las mujeres trans?

“El cabello crece, las vidas no regresan”

Con estas palabras, el pasado 10 de enero, Salma Luévano, diputada federal de Morena —y la primera diputada trans en México—, manifestó la sororidad hacia las mujeres trans, víctimas de sanguinarios crímenes de odio, mientras se rapaba con una máquina para cortar el cabello: “Éste es un acto de sororidad para todas las hermanas que han sido víctimas de los discursos de odio que han terminado en crímenes. ¡No lo permitamos más! Ya hice la denuncia penal en el Consejo Nacional para Prevenir y Eliminar la Discriminación (Conapred), Gabriel Quadri, diputado federal del PAN, te hago responsable de lo que suceda a cualquiera de mis hermanas trans. ¡Hasta aquí! ¡Ya basta! Desde el Congreso de la Unión lucharé para que se reforme y tipifiquen los discursos de odio”, afirmó la diputada.

A raíz de que el Conapred se sumó en Twitter al rechazo de los discursos transfóbicos emitidos desde el ámbito político, periodistas como Ciro Gómez Leyva y Manuel Feregrino, de Radiofórmula, han permitido que Gabriel Quadri exprese su discurso de odio mediante la divulgación de ideas neofascistas y deliberadamente discriminatorias en torno a las mujeres trans.

Por otro lado, el periodista Camilo Egaña, de CNN, convocó en su programa televisivo, para hablar en torno al tema, a Salma Luévano y a Gabriel Quadri, quien, con petulancia y notoria pedantería, comenzó a propalar los mismos comentarios que venía tuiteando desde meses atrás.

Durante la efervescente discusión, el diputado federal del PAN dio un sinnúmero de argumentos incoherentes y francamente ignorantes. Terminó siendo expulsado por el periodista Camilo Egaña —de CNN— durante su programa televisivo, luego de las declaraciones de Quadri, contundentemente transfóbicas, prejuiciosas y con una carga de odio flagrante hacia dicha comunidad.

Es gracias a individuos totalitaristas, machistas y transfóbicos, como el diputado Quadri, que el discurso de odio se propaga masivamente, reflejándose en sanguinarios crímenes de odio a mujeres trans.

“¿Las mujeres van a aceptar que hombres vestidos de mujer entren a sus baños y vestidores y compitan contra ellas en justas deportivas?”

Ciertamente es el argumento de alguien desinformado y prejuicioso. 1. Una mujer trans no es un hombre, es una mujer. 2. Legalmente, se entra al baño público que corresponde con la identidad de género, no con la genitalidad o los caracteres corporales. 3. Las mujeres trans que han competido en la liga femenil no son tan afortunadas como se cree, como en el caso de Laurel Hubbard, pesista transgénero que quedó descalificada durante las olimpiadas de Tokyo 2020. Existen tratamientos hormonales que bloquean la testosterona, lo cual no favorece a las mujeres trans deportistas frente a mujeres cis, más bien las iguala, e incluso, como en el caso de Hubbard, llega a ser desfavorable en su desempeño deportivo.

“Un chico de 15 años piensa que por una crisis existencial, pasajera, personal, como la tienen todos los adolescentes, tiene que poner en duda su sexualidad, entra en procesos de transición y le imponen represores de pubertad, tratamientos hormonales, y lo inducen a la emasculación, a la remoción de sus órganos sexuales masculinos con consecuencias catastróficas”

Ningún tratamiento hormonal induce a la emasculación. Eso es falso, eso es una mentira infundada en el machismo. Cada quién es libre de tomar sus propias decisiones. Cada quién vive su transición como le plazca. El diputado Quadri claramente no tiene idea de lo que es tener una crisis existencial siendo trans a los 15 años. No, no todos los adolescentes tienen una misma crisis existencial.

Por otro lado, ser trans no es sinónimo de llevar un tratamiento hormonal, habrá quien decida hacerlo, habrá quien no, y ambas son completamente válidas. Cabe mencionar que el tratamiento hormonal debe ser suministrado bajo la supervisión de un endocrinólogo.

Las consecuencias catastróficas las vivimos las mujeres trans día a día, y no por una emasculación —procedimiento, por cierto, muy poco común en mujeres trans—, sino al enfrentarnos con discursos de odio como éste, discursos que asesinan, que nos despojan de la libertad en pleno siglo XXI, que permiten la inexistencia —casi total— de empleos dignos para las mujeres trans. Eso es lo verdaderamente catastrófico, que el Partido Acción Nacional —quien ya gobernó el país por dos sexenios consecutivos— dé espacio a estos mensajes fascistas, infundadamente alarmantes y amarillistas en contra de una población sumamente vulnerada.

El problema está ahí, en que haya representantes de la derecha ultraconservadora, con bandera supuestamente “feminista”, emitiendo mensajes que incitan la violencia hacia las mujeres trans.

“Solamente hay dos sexos, la biología no miente, la biología no es conservadora. En el mundo, en la naturaleza, solamente hay dos sexos: hombres y mujeres”

No se es más mujer por haber nacido con vagina, hay mujeres con pene y viceversa, hombres con vagina, así como también hay personas intersexuales. El sexo no determina el género. Quadri habla desde el privilegio de la cisheteronorma conservadora y en el poder en la que se rige su discurso.

Divulgadores del discurso transfóbico los hay por montones, pero el arma contra la transfobia es la información. Información fidedigna, científica, estadística, que nos permita abrir los ojos frente a las barbaridades sinsentido de gente privilegiada en el poder que habla desde su egoísmo, su ignorancia y su ceguera frente a lo incomprensible. Algo más también hace abrir los ojos: el amor, la comprensión.

El honor de Quadri

Ahí no queda el problema. Necesitamos exigir medios de comunicación en donde exista representación, no espejos de verborrea, como en el caso de los periodistas Ciro Gómez y Manuel Feregrino, quienes, en entrevista con Quadri, comentan que el señalamiento que hizo Conapred en redes sociales, “afecta el honor del diputado Quadri, dando por sentado que es un transfóbico, y eso no está probado”, “…y sólo por expresar su punto de vista”, “no termina de quedar claro si es una molestia personal de la diputada Salma Luévano convertida en una queja”. Lo que sí termina de quedar claro, es que estos periodistas tienen intereses por encima de los Derechos Humanos. Nos merecemos un periodismo de calidad, alejado de la hipocresía, centrado en la justicia social, no en la honorabilidad de propaladores de odio a poblaciones vulneradas.

No se trata de una molestia personal, como dicen, es una queja colectiva, ¿cuántas mujeres trans tienen un empleo digno? La esperanza de vida de una mujer trans es de 35 años, y esto no es por los tratamientos hormonales, no es fortuito. Esto se debe a las constantes presiones del cistema, a líderes de opinión, a representantes de partidos políticos ultraconservadores, a medios de comunicación que esculpen, repiten y perpetúan una transfobia tan ilógica como arraigada.

Por último, la decisión del periodista Camilo Egaña, al expulsar del aire a su entrevistado, me pareció muy oportuna, sin embargo, su sugerencia sarcástica: “Usted está hablando de más… Váyase a otro canal, a Tepito televisión…”, también me pareció clasista. Si bien, aplaudo que por primera vez se haya expulsado de la televisión con firmeza e información a un agente transfóbico, como lo es Quadri, también me parece que el referirse a Tepito peyorativamente, fue tapar un hueco de género destapando otro de clase.

***

A lo que Quadri llama erróneamente “ideología transgénero”, es a la constante lucha por querer un mundo más digno, más propicio para las mujeres trans. No se trata de una ideología, se trata de exigir los Derechos Humanos, de ejercer el Estado de derecho en su justa medida.

Aquí nadie pretende “borrar mujeres”, ni pelear espacios ganados por el feminismo —como se escucha entre feministas radicales-trans-excluyentes, y en otros grupos ultraconservadores. Al contrario, aquí se trata de hacer menos vulnerable la vida de las más vulneradas. Es necesario que el Conapred instaure y formalice las penalizaciones correspondientes ante los instigadores del discurso de odio hacia la comunidad trans —que terminan convirtiéndose en transfeminicidios. Más aún, tratándose de un personaje político, quien debiera garantizar la seguridad y el bienestar de lxs mexicanxs, no divulgar ideas falsas, conspiratorias y profundamente discriminatorias que sólo promueven una animadversión superlativa.

Es necesario gritar por nuestros derechos, levantar la voz, rapar nuestras cabezas. Porque la cabeza rapada de Luévano no fue una, fueron alrededor de quinientas vidas de mujeres trans asesinadas en los últimos seis años, fueron las tres compañeras víctimas de la transfobia, contadas en lo que va del 2022. Es cada una de las mujeres trans que teme mostrarse tal cual es por lo que ve pasar allá afuera, por los crímenes que se escuchan a diario en las noticias, por escuchar a ineptos transfóbicos desde el poder. Esa cabeza rapada, fueron ellas y quienes resistimos. Soy yo.

La incitación al odio, que deviene en asesinatos, en transfeminicidios, no es libertad de expresión. Es fascismo. Y como tal, debe penalizarse.

Évolet Aceves escribe poesía, cuento, novela, ensayo, crónica y entrevistas a personajes del mundo cultural. Además de escritora, es psicóloga, periodista cultural y fotógrafa. Estudió en México y Polonia. Autora de Tapizado corazón de orquídeas negras (Tusquets, 2023), forma parte de la antología Monstrua (UNAM, 2022). Desde 2022 escribe su columna Jardín de Espejos en Pie de Página. Ha colaborado en revistas, semanarios y suplementos culturales, como: Pie de Página, Nexos, Replicante, La Lengua de Sor Juana, Praxis, El Cultural (La Razón), Este País, entre otros. Fue galardonada en el Certamen de ensayo Jesús Reyes Heroles (Universidad Veracruzana y Revista Praxis, 2021). Ha realizado dos exposiciones fotográficas individuales. Trabajó en Capgemini, Amazon y Microsoft. Actualmente estudia un posgrado en la Universidad de Nuevo México (Albuquerque, Estados Unidos), donde radica. Esteta y transfeminista.