Casi muero. El 30 por ciento de mi cuerpo sufrió quemaduras de segundo y tercer grado. Estuve hospitalizado 23 días, 13 en coma. Al salir, no me reconocía en los espejos. Colmado de emociones tomé mi cámara para documentar. Por medio del autorretrato desafié la idea autoimpuesta de lo que significaba para mí lo físico frente a la sociedad…

Por: Aarón González

“Te estás quemando, corre a la alberca”, me dijo mi conciencia mientras me encontraba en medio de una explosión de gas que se había acumulado en una de las habitaciones de la casa. Llegué a la alberca envuelto en llamas y me aventé al agua. Permanecí ahí unos minutos, no sentía la cara, ni mis manos, veía mi piel como destazada.

Casi muero. El 30 por ciento de mi cuerpo sufrió quemaduras de segundo y tercer grado. Estuve hospitalizado 23 días, 13 en coma. Al salir, no me reconocía en los espejos, estaba 10 kilos más delgado, sin pelo y lleno de cicatrices desde los pies hasta la cabeza. 

Colmado de emociones decidí tomar mi cámara para documentar lo que me pasaba. Por medio del autorretrato desafié la idea autoimpuesta de lo que significaba para mí el estatus de lo físico frente a la sociedad, el significado de lo habitual, de la belleza. Pensé: «la gente no tiene cicatrices como las que yo tengo». Entonces comencé a aceptarme a mí mismo, a reconocer que ya no voy a ser el mismo.

Con estas fotos represento la inmensa oscuridad en la que me sentía hundido. Gritaba desde el silencio que otorga la imagen: mi tristeza, enojo, frustración, el dolor físico y emocional.

Con la fotografía como soporte represento las situaciones, espacios y estadios de los primeros meses de mi recuperación y expreso el mar de angustia que viví. 

Por medio de la fotografía descubrí que había vida después de la tragedia. Busco desarrollar vínculos con los espectadores  así como cuestionar y documentar experiencias similares a la mía.

Mi ensayo fotográfico está aún en proceso, el viaje aún no acaba para mí, sigo sanando por medio de la foto y cerrando un ciclo de reconciliación con mi nueva vida  por medio de la narrativa que me permite la fotografía documental.

Portafolios anteriores:

Las mejores fotografías del año en Pie de Página

La construcción del miedo