En octubre pasado cuatro jóvenes denunciaron a quien fue su maestro de ballet cuando eran adolescentes. Este sábado la fiscalía anunció la detención de Alfredo, por el delito de «corrupción de menores».

Texto: Lydiette Carrión

Foto: Jess Bailey / Unsplash 

Ciudad de México.- Hace unos años, cinco mujeres jóvenes comenzaron a reunirse, lo que las unía es que, cuando eran adolescentes  fueron víctimas de abusos por el mismo hombre: su profesor de ballet. Las violencias tuvieron lugar cuatro, cinco años atrás. ¿Se podía hacer algo? Platicaron, buscaron información, consiguieron a una abogada. Denunciaron en octubre pasado. Este sábado,  la  Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) informó que detuvo a Alfredo, su agresor.  

En un comunicado la FGJCDMX anunció que “ tras obtener una orden de aprehensión contra un hombre, por su probable participación en el delito de corrupción de menores, agentes de la Policía de Investigación (PDI) lo localizaron y dieron cumplimiento a dicho mandato judicial en la alcaldía Cuauhtémoc”.

Alfredo fue trasladado al Reclusorio Oriente; llevará su proceso penal en detención.  Este domingo se realizará una audiencia.  

Denunciar es muy arduo 

El pasado 21 de diciembre, la abogada de las jóvenes Vianey Martín del Campo explicó  Pie de Página que en un inicio fueron seis las jóvenes que compartieron sus testimonios de abuso por el mismo hombre. 

Buscaron información y así llegaron con ella. De seis,  cuatro decidieron denunciar el pasado 1 de octubre. La fiscalía capitalina dio entrada a tres casos –desestimó uno porque la joven ya era mayor de edad al momento del abuso–, aglomerados en dos carpetas. 

Ahora, el boletín de la Fiscalíade , advierte que acusa a Alfredo por un solo caso:  

“El ahora aprehendido era buscado por los agentes de la PDI, toda vez que posiblemente, con engaños, sostuvo relaciones sexuales en 2016 con una adolescente de 16 años de edad, en diversas ocasiones”.

Revictimización 

El 9 de enero de enero, las jóvenes denunciantes  publicaron una carta y una petición en Change; ahí  narraron la revictimización que sufrieron: 

“Tras sufrir depresión y otros trastornos propios de quienes hemos sido víctimas de abuso sexual y violación, decidimos dejar de callar, pues entendemos que no somos las únicas que hemos sufrido violencia sexual por parte de este agresor y que como él hay otros agresores y muchas otras niñas y mujeres víctimas que por desconocimiento y miedo han permanecido ignoradas”.

«Sin embargo, en la Fiscalía “fuimos criminalizadas y revictimizadas: ‘¿Por qué hasta ahora denuncian?’, ‘¿estás segura de que no lo disfrutaste?’, ‘¿sabes las consecuencias de lo que estás denunciando?’. Fueron unos de los tantos cuestionamientos a los que tuvimos que enfrentarnos”.

Las jóvenes denunciaron también que no hubo una asesoría jurídica adecuada y en ningún 

momento se les brindó asistencia psicológica por parte de la fiscalía. 

Por todo ello la detención del presunto agresor ha sido bienvenida; ahora iniciará el proceso judicial.   

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