Femsa: el negocio de la enfermedad y la cura

12 junio, 2020

Esta empresa vende los productos que causan las principales enfermedades mortíferas en México y, también, es una de las compañías con más farmacias en el país. El negocio redondo se teje gracias a sus relaciones político-empresariales, advierte en entrevista Alejandro Calvillo, director del Poder del Consumidor

Texto: José Ignacio De Alba 

Fotos: María Ruiz

Con la llegada de la covid-19, las autoridades sanitarias de México advirtieron que la mortalidad sería mucho más alta que en otros países del mundo. ¿La razón? Los mexicanos ya eran portadores de enfermedades crónicas causadas, principalmente, por el alto consumo de bebidas azucaradas. 

La mortalidad promedio en el mundo a causa del covid-19 es de 6.2 personas por cada 100 mil habitantes. Pero en México la cifra se eleva a 10.7, según ha explicado el subsecretario de salud Hugo López Gatell. El funcionario aseguró en una de las conferencias vespertinas: “llegamos a la epidemia de covid con estragos prolongados de la mala alimentación”.

El funcionario informó que 600 mil personas mueren cada año: “la mitad de estas muertes, es decir 300 mil, están relacionadas con una mala alimentación”.

El principal distribuidor de bebidas azucaradas en México es la compañía Fomento Económico Mexicano (Femsa). Según datos de la empresa, en el país tienen un mercado que llega a más de 75 millones de personas, entre sus principales productos están Coca Cola, jugos Del Valle, Sprite, Fresca, Fanta, Vitamin Water, productos lácteos Santa Clara, Heineken y Powerade.

La farmacia Yza es una de las empresas de la salud de Femsa. En Ciudad de México existen 34 sucursales.

Pero la empresa regiomontana no sólo es la embotelladora más grande del mundo de la marca Coca Cola. También posee la marca Oxxo, con más de 19 mil 598 tienditas en México y otros países de Sudamérica, además de las gasolineras Oxxo Gas. 

Femsa logró colocarse en rubros comerciales indispensables, tanto que aún con la pandemia aumenta sus ganancias. Según el primer informe trimestral que hizo Femsa en 2020 a la Bolsa Mexicana de Valores, tuvo un incremento del 5.5 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. Dentro del comunicado, el director general de Femsa, Eduardo Padilla, explica: “Al día de hoy, la mayoría de nuestras operaciones tienen permitido operar, dada su naturaleza esencial”.

Uno de los rubros que más ha destacado de la empresa es su división de Salud, que aumentó ganancias un 19.9 por ciento, comparado con el primer trimestre del año pasado. En México opera bajo las marcas Generix farmacia, FarmaCon, Farmacias Moderna e Yza Farmacias. Varias de éstas funcionan con consultorios médicos, un negocio poco regulado en los días de la pandemia.

La tienda de autoservicio Oxxo es una de las empresas con más puntos de venta de Femsa en el país.

Según Femsa su línea de farmacias tiene más de mil 200 sucursales en México. El resto lo opera  en Colombia, Chile, Perú y Ecuador, con los nombres Moderna, Cruz Verde, Fybeca, SanaSana y Maicao. 

La injerencia en las políticas de salud

Alejandro Calvillo lleva años en una cruzada en contra de la industria de comida chatarra en México. Dirige la organización ciudadana El Poder del Consumidor, que aboga por los derechos de los consumidores. 

Calvillo explica en entrevista que Femsa se ha dedicado a lucrar con la salud de las personas gracias a su relación con el poder.

“Definitivamente Femsa ha sido determinante en las políticas públicas de salud, su papel ha sido bloquear leyes, cooptar a las autoridades de salud. La Secretaría de Salud y Cofepris estaban totalmente al servicio de Femsa. Hay que decir que en esta administración esto se cortó”.

Calvillo explica que el propio Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, fungió como director de Femsa hasta el año 2018. Pero Calvillo relata que las conexiones políticas de la empresa regiomontana son hondas. 

Buena parte del cabildeo de Femsa en el poder legislativo, explica, se logra gracias la empresa Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Alimentos (ConMéxico). La empresa de asesoría fue fundada por Isaac Chertorivski, padre del exscretario de Salud en la administración de Felipe Calderón, Salomón Chertorivski. 

“Femsa, junto con ConMéxico se dedican a bloquear todo tipo de medidas en materia de bebidas y alimentos, como la publicidad dirigida a niños o la oposición que siempre se tuvo a regular los alimentos en las escuelas. También dentro de la industria del alcohol”, acusa Calvillo.

El exsecretario de Salud Chertoviski ha organizado durante la contingencia sanitaria una serie de eventos por internet con otros exfuncionarios de Salud -como José Narro, Julio Frenk y Mercedes Juan- en los que han criticado la estrategia del actual gobierno federal contra la pandemia. 

En un artículo publicado esta semana, Calvillo expresó: “el exsecretario de Salud se muestra como toda una autoridad en materia de epidemiología olvidando su papel como funcionario público en la política de salud frente a las epidemias de obesidad y diabetes, que en esos años ya estaban provocando la muerte de mínimamente 15 personas por hora”.

Calvillo dice que Femsa se ha aprovechado de las llamadas puertas giratorias para hacerse de poder. Durante muchos años, relata, el principal cabildero de la empresa fue Genaro Borrego Estarada, exgobernador de Zacatecas y expresidente del PRI. Actualmente a su favor juega Roberto Campa Cifrían, subsecretario de Gobernación en la administración de Enrique Peña Nieto y un hombre que conserva buenas relaciones con el actual gobierno.

“Coca Cola y Femsa dominan mucho las posiciones de ConMéxico, que tiene cabilderos de manera permanente en el Congreso, y mantenía una influencia fuertísima en la Cofepris de Mikel Arriola y en la Secretaría de Salud, tanto con Narro y Mercedes Juan” dice Calvillo.

La Coca Cola es parte de la dieta de los mexicanos. Es usual su venta en puestos de garnachas y tacos de Ciudad de México.

ConMéxico actualmente está dirigido por Jaime Zabludovsky, quien fuera subsecretario de Economía en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, y subjefe del equipo de negociación del Tratado de Libre Comercio. Calvillo explica “Cuando sale de ahí pasa a estar en frente de ConMéxico, ya les hizo el servicio público en un tratado que le abrió las puertas a la industria de las comidas chatarras y el favor se paga cuando entra al servicio de ConMéxico. Ellos son los que han bloqueado todo intento de regulación”. 

-¿Qué criterios se han utilizado para la implementación de políticas públicas en materia de salud?- se le pregunta. 

-Lo que se ha hecho es una simulación.

Calvillo destaca que en 2013, cuando Peña Nieto anunció la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control de Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, el gobierno federal invitó a la industria de alimentos chatarra diseñar las estrategias, como el etiquetado de productos, la regulación de productos chatarra en las escuelas, la regulación de publicidad dirigida a niños y el pago de impuestos.  

-¿Femsa es responsable de las enfermedades crónicas que se padecen en México?

-Tiene una gran responsabilidad, las bebidas azucaradas representan el 70 por ciento del consumo de azúcar en la dieta de los mexicanos. Somos de los mayores consumidores de bebidas azucaradas. Hay un estudio (Mortality Attributable to Sugar Sweetened Beverages Consumption in Mexico: An Update), que forma parte de una iniciativa internacional, que calcula 40 mil muertes anuales en México ligadas al consumo de bebidas azucaradas en México.

Anuncio publicitario del refresco Coca Cola en una taquería de la colonia Roma.

Uno de los problemas para regular la industria es que “siempre han negado la evidencia científica”, explica Calvillo. O, si no, “se dedican a darle dinero a científicos que los favorecen a ellos. La otra es patrocinar a asociaciones de salud, como Nestlé patrocinando a pediatras. ¿Quiénes fueron los primeros que impulsaron el consumo de leche de fórmula?, pues los pediatras”.

-¿No hay distinción entre “la industria de la enfermedad” y de la salud?

-Ellos hacen negocios donde vean que hay negocio, ¿por qué compran farmacias? Pues se están dando cuenta que la gente está muy enferma. Las farmacias seguramente hacen negocio con los medicamentos contra la diabetes. Es una relación totalmente directa.

Paradójicamente la mayoría de las farmacias de Femsa se encuentran en sitios donde hay alto consumo de bebidas azucaradas y problemas de salud. Principalmente en Veracruz y la Península de Yucatán.

-¿Quién pude contra esa red político, empresarial, científica?

-Un caso para estudiar es el caso del etiquetado frontal, que tiene que entrar en vigor en octubre. Es cuando el gobierno actúa libre del conflicto de interés, es cuando la normatividad y las leyes se hacen de la libre intervención de estos intereses. 

El Poder del Consumidor fue una de las principales promotoras y defensoras del etiquetado claro en productos con altos índices de sodio, grasas, azúcares o grasas saturadas. Después de un largo proceso legislativo y de foros ciudadanos se logró que a partir del 1 de octubre la industria de alimentos debe exclarecer el contenido de sus productos. 

 ¿Hay una diferencia con la 4T?

-La Secretaría de Salud dejó de ser la apuerta abierta para estas empresas, estaban adentro de la Secretaría de Salud. Una de las principales personas que acabó con esto es el doctor Hugo López Gatell, por eso también recibe tantos ataques. Desde antes de la pandemia ya venía con ataques muy fuertes, desde el inicio lo quisieron coptar y desde el principio dijo que no.

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En los días de la pandemia Femsa ha tenido en México una intensa campaña para limpiar su imagen. Anunció la donación de más de 2.5 millones de litros de bebidas a centros médicos. Oxxo Gas donó 30 mil litros de gasolina a ambulancias de la Cruz Roja, también se donaron insumos médicos como mascarillas y caretas, fabricadas con PET (reciclado de sus botellas). Las caretas ya se encuentran disponibles en las farmacias de la compañía.

Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).

Foránea siempre, lo suyo es lo audiovisual y el periodismo es la vía por donde conoce y cuestiona al mundo.