Con once nominaciones a los Oscars, esta película nos permite reflexionar sobre nuestras decisiones de vida, imaginar lo que habría ocurrido si hubiéramos tomado un camino distinto en diferentes momentos. Pero en este mundo, a diferencia del real, el hubiera sí existe.
Texto: Andrea Sarmiento Pastrana
Foto: Tomada del trailer oficial
CIUDAD DE MÉXICO. – Everything everywhere all at once (Todo en todas partes al mismo tiempo) es un relato sobre la crianza en los tiempos modernos. Igualmente nos enseña la saturación mental y el estrés que genera vivir en ciudades aceleradas que constantemente nos cargan de distintos problemas burocráticos y financieros; en consecuencia, tenemos personas que se han acostumbrado a reprimir sus emociones dando prioridad a lo material y dañando, consciente o inconscientemente a quienes les rodean. Es un filme que nos muestra el impacto que pueden llegar a tener nuestras acciones tanto al resto como a nosotros mismos.
La película estadounidense de los estudios A24, cuenta con 11 nominaciones a los premios Óscar. Fue dirigida por Dan Kwan y Daniel Scheinert, quienes construyeron un relato de ciencia ficción que nos cuenta la historia de Evelyn, una mujer que emigró de China a Estados Unidos con su esposo.
Evelyn tiene una relación distante con su hija Joy y su marido Waymond. Con ninguno es capaz de hacer cualquier muestra de afecto. Vive constantemente preocupada por sostener el negocio familiar y por complacer a su padre, un hombre duro y autoritario.
La suya es una rutina familiar donde no existe tiempo de escucha. Pero todo cambia cuando Evelyn es visitada por alguien que le platica que su vida está en peligro, pues una persona la está buscando.
Es entonces cuando le explica la existencia de los universos paralelos. En realidad, estos no son más que una forma de ver las distintas posibilidades existentes en cada una de las decisiones que una persona tomó a lo largo de su vida, por lo que cada quien tiene sus propios universos que pueden o no congeniar con los de su conocidos.
Esto fue descubierto en el universo alpha, a partir de donde se hacen los saltos espaciales. Evelyn es perseguida por Jobu Tupaki, una versión hiperdesarrollada de Joy y que surge por la explotación de alpha Evelyn sobre alpha Joy.
La cinta nos permite reflexionar sobre nuestras decisiones de vida. Imaginar lo que habría ocurrido si hubiéramos tomado un camino distinto en diferentes momentos. En este mundo, el hubiera sí existe y Evelyn aprende a saltar entre sus distintas versiones para aprovechar las habilidades de cada una cuando lo necesita.
Durante este proceso, la protagonista se encuentra con realidades completamente opuestas a la vida que conoce, mas son mundos en los cuales no puede quedarse, únicamente tomar el talento que más le convenga para pelear en el momento. Gracias a ello le toca comprender el valor de las cosas en su dimensión originaria; tiene que entender que por más que anhele los lujos de sus otras vidas, debe aceptar la realidad que tiene, pues esta es producto de sus propias decisiones.
Es quizá la mayor lección de la historia: Todas nuestras elecciones, por más pequeñas que parezcan, tienen influencia sobre nuestro futuro como el de quienes nos rodean. Pero hay que asimilar que lo hecho, hecho está, y de nada nos sirve cargar con la frustración de pensar lo que pudo haber pasado de otra forma ya que además, tendemos a idealizar estos posibles futuros y vivimos en el arrepentimiento de no haber llegado a esa opción que, en nuestra cabeza, parece perfecta.
Un ejemplo es cuando Evelyn viaja a una realidad donde no se casó con Waymond y se convirtió en una celebridad de cine. Paradójicamente, la Evelyn que alcanzó el estrellato, a pesar de la fama, extraña sus días con Waymond. Cada una añora lo que la otra tiene, pues se aferran a lo que imaginan que pudo pasar en lugar de enfocarse en su presente.
Evelyn descarga esa frustración en su familia. Como resultado, tiene una hija que se siente cansada e insuficiente y en consecuencia, surge Jobu Tupaki, quien ahora atenta contra todo lo existente.
Este es el otro aprendizaje: No hay madres ni padres perfectos, no existe ningún tutorial que nos diga cómo criar a los hijos perfectos. Eso no significa que haya que perdonarlo todo, simplemente ser un poco más empáticos con nuestros padres cuando se equivocan (mientras no sobrepasen nuestros límites). Por parte de los padres, es importante captar que los hijos son seres independientes, que conforme vayan creciendo tomarán su propio camino con sus errores y aciertos; es muy común que los adultos llenen a los niños de expectativas que muchas veces no logran cumplir; muchas veces los mayores se reflejan en los menores y se les llena de responsabilidades para que sean lo que uno no pudo en su momento.
Finalmente, los sucesos en Everything everywhere all at once no son más que la representación de un sistema capitalista, que no nos permite disfrutar lo que no es monetario; nos mete en una rutina en la cual la amabilidad, el respeto y la empatía quedan en segundo plano, pues son valores que son vistos como innecesarios, ya que no son actitudes que sirvan para los medios de producción que nos invaden.
La rapidez en la que las ciudades funcionan nos aturde con cosas que realmente no importan, pero que nos generan un estrés que luego contagiaremos a más personas en cadena. Tenemos mucho en que pensar todo el tiempo, nuestra mente está en todas partes y en ninguna a la vez. Por eso es necesario a veces darnos descansos y que, por momentos, nada importe.
Everything everywhere all at once está disponible en cines y en Amazon Prime.
Me gusta escribir lo que pienso y siempre busco formas de cambiar el mundo; siempre analizo y observo mi entorno y no puedo estar en un lugar por mucho tiempo
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona