La dirección de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM llamó a clases en línea por la emergencia sanitaria. Las estudiantes denunciaron que eso es romper el paro, así que hackearon las páginas de la escuela

Texto: Lydiette Carrión 

Foto: Archivo/María Ruiz

Estudiantes organizadas de Ciencias Políticas y Sociales tiraron la página oficial de su Facultad. Con ello buscan impedir que inicien clases virtuales.

Desde antes del cierre de escuelas por la pandemia de Covid-19, la Facultad se encontraba en paro feminista. Por eso, dicen las estudiantes, no es posible comenzar clases virtuales, sin resolver primero sus demandas contra del acoso sexual y la violencia de género. 

En un comunicado, las Mujeres Organizadas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (MOFCPyS) acusaron a las autoridades por condicionar la renovación de contratos laborales a profesoras que se pronunciaran en favor de las estudiantes. 

Actualmente, al interior de Ciudad Universitaria hay tres facultades en paro: Ciencias Políticas y Sociales, Veterinaria y Zootecnia y Filosofía y Letras. Esta última lleva casi cuatro meses en paro y recientemente participó en el Consejo de la UNAM.

Frente al Covid-19, las estudiantes decidieron quedarse y sostener su movimiento. Ello a pesar de que la Universidad está completamente cerrada desde que inició la Fase dos de contingencia. 

UNAM en silencio, excepto las bocinas en el Che

Pie de Página hizo –o intentó hacer– un recorrido a pie por el campus el pasado jueves. Seguridad Universitaria advirtió que no había acceso. Toda CU está cerrada y con patrullajes para prevenir reunión de personas. Antes de ser escoltada a la salida, sin embargo, se alcanzó a constatar que sí, el campus está casi completamente vacío, y sólo en algunos laboratorios había movimiento, así como en las facultades en paro. 

Las jacarandas del  parque que mira hacia la Rectoría –mejor conocido como las Islas– seguían floreando. Pero no había estudiantes, corredores o familias que las disfrutaran.  Las patrullas circulaban constantemente y vigilaban las entradas de autos y peatonales. Algunos trabajadores de seguridad, con tapabocas y guantes, escoltaban a la salida a cualquier persona ajena. 

Sólo un ruido interrumpía el silencio: música rock proveniente del auditorio Che Guevara. A un costado de Filosofía y Letras, Este permanece tomado por diversos colectivos desde el final de la Huelga de 1999-2000. Ahora, en plena contingencia, sigue así.  

Lydiette Carrión

Lydiette Carrión Soy periodista. Si no lo fuera,me gustaría recorrer bosques reales e imaginarios. Me interesan las historias que cambian a quien las vive y a quien las lee. Autora de “La fosa de agua” (debate 2018).